El estado de Guerrero se debate en medio del atraso y la violencia. En lo económico y social, se manifiesta por los bajos niveles de vida, la falta de la infraestructura requerida por las zonas rurales y urbanas, los índices de analfabetismo e insalubridad, y una injusta y explosiva distribución del ingreso y la riqueza. En lo político, por el predominio del sistema caciquil: existen áreas (la Sierra, la Tierra Caliente, la Costa Grande y la Costa Chica) en las que imponen su ley personajes o familias que concentran el poder y que, con frecuencia, responden a los intereses de quien ``gobierna'' sexenalmente desde Chilpancingo.
Un ejemplo de lo anterior se tiene en la denominada Costa Grande, que comprende de Acapulco a cerca de la desembocadura del río Balsas; además de reunir una importante porción de la riqueza del estado, tiene un potencial económico de suma importancia. En efecto, dispone de suficientes corrientes de agua para irrigar decenas de miles de hectáreas aptas para una agricultura intensiva; de lagunas litorales que pueden ser fuente importante de explotación pesquera; de mercados de gran consumo, como Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo. En fin, posee elementos que permitirían convertir esa región en un centro con enormes posibilidades de desarrollo.
La Costa Grande es el centro productor de copra más importante del estado y contribuye notablemente a la producción nacional. En su parte serrana sobresale el cultivo del café. Aunque también se siembra maíz, ajonjolí, frijol, arroz y algunos frutales, la mayor parte de la vida económica, social y política de la región gira en torno a la copra y el café y al control de su comercialización. Pero en todos los casos, hay escasa tecnificación de las siembras, rendimientos bajos, uso escaso de insumos mejorados, poco extensionismo y divulgación agrícola. A ello se añaden sistemas de crédito y de mercado que no estimulan al productor y, por el contrario, lo empobrecen.
La educación que se imparte no es satisfactoria, tanto por lo que toca a maestros y escuelas como por la cantidad de alumnos que abandonan sus estudios luego de cursar unos cuantos años de primaria. Los más pudientes logran completar estudios profesionales generalmente en otras partes del estado o en la ciudad de México. Pero la mayoría de quienes concluyen una carrera no regresan a prestar sus servicios a la región. La elevada deserción escolar se debe principalmente al bajo ingreso de las familias, que obliga a los hijos a trabajar como jornaleros al lado de sus padres durante ciertas épocas del año o a migrar en busca de empleo. Existen también deficiencias en los servicios de salud especialmente en las áreas rurales. Son comunes la gastroenteritis, la bronconeumonía, la bronquitis y la avitaminosis, que causan bajas originadas, principalmente, por la insalubridad y la deficiente alimentación.
En la Costa Grande la comercialización de los productos agropecuarios conlleva problemas que repercuten desfavorablemente en la mayoría de los pobladores. Descansa en una bien integrada madeja de intermediarios, comerciantes y acaparadores, suficientemente conocidos. Muchas veces compran la producción ``al tiempo'' y pagan siempre el precio más bajo posible. La escala de control se inicia con los intermediarios, pasa luego a comerciantes locales y remata con los grandes acaparadores. Estos últimos son los que más se benefician del proceso.
Ha habido varios intentos por destruir dicho sistema político-económico, que impone su ley desde hace muchos años. Tal es el caso de la lucha emprendida en la década de los cincuenta por ejidatarios y pequeños propietarios por conducto de las asociaciones locales de productores de copra. Y a mediados de los setenta, vía el apoyo que del gobierno recibieron los cafeticultores para organizarse y eliminar a los intermediarios. Sin embargo, no han logrado todos sus objetivos. Por el contrario, en varias ocasiones violentamente se ha cortado el avance democrático. En otras, no ha habido necesidad de llegar a la represión: el control ejercido por diversas dependencias responsables de las actividades económicas impone sus directrices en todos los ámbitos, incluido el electoral.
No falta quien califique de notable el esfuerzo oficial por dotar de obras de infraestructura a centros urbanos y a los poblados principales, mejorar las vías de comunicación, extender los servicios de salud, educación, agua potable y alcantarillado. Sin negar el efecto de la inversión pública en dichos rubros, ello no quiere decir que se cubran las necesidades de una región que todavía se distingue por el atraso, especialmente en el sector rural. Donde a fines del siglo sigue imperando, como en el resto de Guerrero, la injusticia y la impunidad; la represión y la violencia desatadas desde el gobierno.
La masacre de Aguas Blancas y otros hechos sangrientos recientes, y el intento por encubrir a sus verdaderos responsables, evidencian la necesidad de establecer formas democráticas, de cambiar los postulados y el contenido de los programas para sacar del atraso a la Costa Grande. Los puestos en marcha hasta hoy, han fracasado. Sólo sirvieron para afianzar el dominio de la estirpe de caciques de Huitzuco en todo Guerrero. Es la forma de entrar al nuevo milenio?