MURIO MARGUERITE DURAS
Ansa, Efe, Reuter, Dpa, Afp, París, 3 de marzo Marguerite Duras, enfant terrible y ``papisa'' del nouveau roman francés, murió hoy en su residencia parisina a los 81 años. Monstruo sagrado de la literatura gala, Duras obtuvo en 1984 el Premio Goncourt el galardón literario más prestigioso de su país con su novela de inspiración autobiográfica El amante, que se convirtió en un auténtico best-seller mundial y fue adaptada para el cine en manos del director Jean-Jacques Annaud. Margueritte Donnadieu, su verdadero nombre, adquirió fama mundial con Hiroshima, mon amour y fue autora de su guión cuando ésta se hizo película en 1959.
Amada y odiada sin medias tintas, y objeto de estudio en las universidades (unas 40 tesis al año estaban dedicadas a su obra), esta escritora gustaba de definirse sencillamente como ``una mujer de letras''. Y es que Duras dedicó la mitad de su vida a tejer, en sus libros, así como en sus películas y obras teatrales, una suerte de canto ininterrumpido sobre el silencio, la ausencia y los problemas de la comunicación entre los seres humanos, consigna la agencia Ansa.Durás se había convertido en una leyenda viva. Opinaba de todo, desde el futbol hasta las pruebas nucleares, lo que hizo que, a veces, se excediera en sus juicios, como ocurrió con el asesinato de un niño que ocupó durante años los espacios de la prensa, la radio y la televisión.
Sus obras, consideradas esenciales para comprender la evolución de la literatura francesa de la posguerra, están escritas en un estilo voluntariamente descarnado y minuciosamente objetivo que las han vuelto difíciles de leer para el gran público.
``Ya que soy una escritora no tengo historia, o mejor dicho sólo tengo historias en la escritura'', dijo recientemente.
En efecto, la vida de Duras se confundía con su obra: de su infancia en Indochina donde había nacido el 4 de abril de 1914 en Giadih, cerca de lo que entonces era Saigón, a la militancia de los años de la guerra de Argelia, pasando por el mayo francés del 68, el feminismo, y su ``renacimiento'' a principios de los años ochenta, después de nueve meses de un coma causado por un periodo de excesos, angustia y alcoholismo.
Empedernida fumadora y gran consumidora de alcohol, Duras contó esta dramática experiencia en Nueve meses de muerte antes de retornar a la infancia con El amante de la China del Norte, como una reacción a la película El amante, de la que renegaba.
Siguieron La lluvia de verano, publicado en 1990, y Yann André Steiner, Escribir y El mundo exterior.
Después de cursar el bachillerato en Saigón, a los 18 años Duras se marchó a París para estudiar Derecho, disciplina en la que se licenció en 1932. Dos años después comenzó a trabajar como funcionaria en el ministerio de las Colonias, en el que permaneció hasta 1941. Durante la Segunda Guerra Mundial fue deportada a Alemania en su calidad de miembro de la ``Resistencia''. De ese tiempo afirmaba haber salvado la vida al compañero de la misma red de resistencia, el ex presidente Franois Mitterand, a quien siempre apoyó.
Después de 1945, la intelectual de izquierda trabajó como periodista y defendió con entusiasmo el movimiento femenino.
En 1939 comenzó su carrera literaria con El imperio francés, a la que siguió Los imprudentes en 1943 y Le marin de Gibraltar y Un barrage contre le Pacifique, ambos de 1952. Con el segundo libro estuvo a punto de ganar el Goncourt, el mismo que obtendría 34 años después. En ese entonces, en el influyente diario Le Figaro, de derecha conservadora, se afirmó, según declaraciones de la propia Duras: ``Nunca le daremos el premio a una comunista''.
En cuanto a su afiliación al Partido Comunista, explicó: ``Sí, he sido comunista, y no es lo que más lamento. Lo que me asusta es cuando uno sale del partido, demora diez años en desvincularse'', diría hace algunos años. No obstante, ``la derecha, es el infierno'', sentenciaría transformando la frase acuñada por el escritor Jean Paul Sartre (``el infierno son los otros''). Tras el movimiento estudiantil de 1968, declaró sentirse ``liberada del PC, liberada de un montón de cosas''.
Al año siguiente, 1953, publicó Les petite chevaux de Tarquinia, y Moderato cantabile, en 1958.
Basándose en su infancia y adolescencia en la Indochina colonial, Durás escribió los libros El vice-consul (1965) y El amante. Esta última novela narra la tórrida historia de la relación amorosa entre una niña francesa pobre y el hijo de un rico propietario vietnamita. Vendió un millón y medio de ejemplares y fue traducida en 20 idiomas. Durás no participó en la adaptación de El amante al cine y llegó a renegar de la película en la que afirmaba no reconocer su novela. Su obra incluye más de 30 novelas, relatos y compendios.
Sus personajes, esencialmente mujeres, no tienen una identidad muy definida de forma que el lector ignora su edad o aspecto físico. En cuanto al escenario, es París y Trouville (costa normanda), pero también Calcutta, el Ganges o el Mekong.
Los críticos literarios definen su prosa como cortada y seca, con una sintaxis desconcertante por la inversión de las palabras, la repetición de las frases o su interrupción, y un frecuente uso de la tercera persona que otorga un tomo impersonal a sus escritos.
Autora de numerosas obras de teatro (Les journées entieres dans les arbres, Le navire Night, L'amante anglaise y Savannah Bay), películas y artículos periodísticos, esta pequeña mujer regordeta, con el rostro visiblemente marcado por el alcohol y la mirada viva tras sus gafas de présbitero, hablaba en la vida la misma lengua que empleaba en sus libros: ``Yo no me amo, amo sólo mi deseo'', decía en las raras entrevistas que concedía, en las que definía su deseo de escritura como una ``necesidad mortal'' que la devoraba. ``Soy presa de algo, pero es impúdico decirlo'', había confesado una vez en Apostrophes, el célebre programa televisivo literario presentado por Bernard Pivot.
Desde 1959 Duras escribió numerosos guiones para el cine y adaptaciones de sus obras que llevaron a películas como Hiroshima, mon amour, dirigida por Alain Resnais, y Une aussi longue absence, por Henri Colpi, que recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1961.
Ella misma dirigió filmes como India Song e Historia de amor que voces sin caras tratan de reconstruir, que la consagraron, y El camión, con Gerard Depardieu.
Les enfants, su última película en 1985, una comedia divertida y pesimista, representaba a un niño precozmente maduro que se negaba a ir a la escuela porque le enseñaban lo que no conocía. No obstante, para Duras el cine era ``un fenómeno secundario'' y llegó a declarar, no sin ironía, que hacía ``cine para ocupar su tiempo''.
Hace un par de años, salió a la venta una biografía de la escritora firmada por Frederique Lebellyye y titulada Duras o el peso de una pluma, en la que ella sin embargo no se reconoció, precisando que no tenía nada que ver con el libro. El mismo Le Monde había escrito en aquel entonces que ``Marguerite Duras puede estar orgullosa: ha quebrado una vez más un récord, esta vez no de ventas ni de insolencia o de transgresión, sino el del libro más absurdo escrito sobre un escritor''.
Dos imágenes perdurarán de Duras: la de una adolescente dulce y bella que seduce a un chino rico, conocida a través de la novela El amante, y la de una mujer de cabellos grises, que fumó y bebió demasiado, vestida con un jersey de cuello vuelto, con la cabeza hundida en los hombros, pero combativa y firme en sus ideas.
Su funeral se celebrará el próximo jueves en la iglesia parisina de Saint Germain des Pres, según fuentes de la familia.