ESPAA: VICTORIA DE PIRRO

Con una participacin electoral sin precedentes, que demuestra la polarizacin del pas, la derecha logr la mayora relativa en las Cortes (el Parlamento), pero an es minora en el pas.

La inestabilidad en Espaa se acenta no solamente porque el Partido Socialista Obrero Espaol e Izquierda Unida alcanzan, en conjunto, el 46 por ciento de los sufragios sino, sobre todo, porque controlan por completo el movimiento sindical y la protesta popular en un momento en que el desempleo y la crisis econmica no van a disminuir sino a agravarse.

Si tenemos en cuenta que el Partido Socialista ha sido desde el poder un freno a la movilizacin social y, ahora, desde el llano, perdidas todas las poltronas oficiales y el poder que mantenan calmos a sus miembros-funcionarios, se radicalizar y seguir una firme lnea opositora, es probable que surja en los hechos un frente de izquierda que har dura la vida al gobierno del Partido Popular, en caso de que ste logre constituirlo desde su posicin de primera minora.

Adems, no es nada seguro que los diputados de Herri Batasuna sigan desertando del Parlamento y reduzcan as el quorum necesario para gobernar, pues esta vez debern ofrecer a sus electores una muestra superior de la resistencia a ese centralismo estatal a la franquista que ostenta, orgullosa, la derecha que ha ganado las elecciones.

Por su parte, los aliados que Aznar necesita para tener mayora en el Parlamento catalanes, vascos, canarios y gallegos son todos ellos autonomistas y anticentralistas. En todo caso, de brindarle apoyo parlamentario al PP, lo ms que ste obtendra sera una nfima mayora de escaos sujeta a la merced de cualquier ausencia o diferencia.

De modo que los vencedores en las urnas no son, en realidad, triunfadores. La eleccin del domingo fue solamente una vuelta en una larga pelea que se anuncia difcil e incierta porque regiones enteras de Espaa no han apoyado al Partido Popular, porque los votos que ayer fueron minoritarios en las urnas pueden ser maana mayoritarios y decisivos en el campo econmico y social, porque el revanchismo franquista, que confluy en el voto por Aznar, podra provocar serias reacciones populares, y porque los grandes financieros e industriales, que apoyaron a la derecha, seguramente pedirn la inmediata aplicacin de su plan, que incluye la eliminacin de muchos derechos laborales y propone despidos masivos en los servicios y la burocracia, lo cual arrojara lea al fuego del descontento social.

Lo ms probable es que Espaa siga el camino francs, con una derecha acotada por las movilizaciones y el descontento social y con dificultades para gobernar; o el camino italiano, con una izquierda dividida en sus propuestas polticas pero unificada en el ejercicio de la oposicin.

La paradoja de Europa es que al gran capital financiero lo sirven mejor los europestas socialdemcratas y que el mejor modo de hacer pasar una poltica de derechas es tener un gobierno que diga ser de izquierdas, mientras que, en cambio, cuando gobiernan en primera persona las derechas polticas y sociales, la situacin se sincera y se desgarran los velos que enmascaran la realidad.

Por todo lo anterior, es difcil que la Espaa que acaba de salir de las urnas logre la estabilidad poltica a corto plazo.