En México la impartición de la justicia ha sido un factor de relativa eficiencia y de abiertos fracasos, porque se han encontrado vías alternativas para resolver los problemas de la aplicación de la ley y del Estado de derecho. Qué pasa con la justicia en México en las últimas semanas?Hasta hace muy poco en el país había condiciones que hacían un poco más soportable esta situación de justicia deficiente para la sociedad; había ciertas recompensas sociales, gestoría, gasto público y el hecho de la selectividad, es decir, no todo el mundo estaba al mismo tiempo frente a un problema con la justicia. Para el común de los ciudadanos que ha tenido que internarse en algún tipo de relación con las instituciones encargadas de la impartición de la justicia policías, ministerios públicos, jueces, burocracia es como un pasaje por el infierno; para grupos privilegiados resulta más tolerable, porque el recurso económico acolchona los ``trámites''. Era el México de los medios de información controlados completamente, con un sistema de partido de Estado, con una oposición marginal y una sociedad civil subordinada. Hoy estamos en una situación de frontera, la impartición de la justicia sigue siendo muy deficiente en términos generales, pero las condiciones sociales y políticas del país han cambiado. En el centro estas inercias se ha desarrollado una crisis con tres polos: casos importantes que siguen pendientes, una justicia que se quiere seguir manejando como en el pasado, y la necesidad de construir nuevos marcos de referencia que respondan a los reclamos de un país que quiere transitar a una etapa más civilizada.
Esta crisis se ha agudizado por los cuatro casos que se han posicionado en el centro de escenario político del país. Han cobrado tal importancia que lo que suceda con ellos puede determinar, en parte, el futuro del sistema político en su conjunto: 1) Errores propios de la Procuraduría General de la República y los laberintos de la justicia estadunidense han dificultado el camino para acabar de resolver el expediente de Raúl Salinas y José Francisco Ruiz Massieu, porque cinco veces la última fue el pasado 28 de febrero Estados Unidos ha negado la extradición de Mario Ruiz Massieu, pieza clave en el caso. 2) Una serie de intereses poderosos se atravesaron en la solución del complicadísimo caso de Luis Donaldo Colosio el cual está a escasos 18 días de cumplir el segundo aniversario sin una resolución satisfactoria, pero la dinámica de las investigaciones, las expectativas de la sociedad y la salud de la vida pública del país han depositado en este proceso uno de los emplazamientos más importantes para el ejercicio de la justicia. 3) El caso de los 237 millones de pesos de la campaña priísta de Madrazo en Tabasco ha llevado a una controversia constitucional entre el estado y la federación, lo cual ha creado un conflicto que sigue pendiente. 4) La matanza de Aguas Blancas en Guerrero ha entrado a una fase definitoria; por una parte un video transmitido por televisión mostró al país un aberrante asesinato colectivo de 17 campesinos a manos de fuerzas de seguridad, y por la otra, el fiscal especial exculpó al gobernador Figueroa; posteriormente, por presiones de la oposición y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el caso se volvió a abrir en la mesa de coyuntura de la secretaría de Gobernación.
En estos casos hay diferentes lógicas para entender su ubicación y su significado. Todos los conflictos anteriores se pueden vincular al mismo nudo: la descomposición del sistema de partido de Estado en el contexto de una sociedad civil más diversificada y plural, y con un marco internacional de mayor integración y dependencia con Estados Unidos. Hay que separar los dos bloques de problemas: por una parte, la relación con Estados Unidos y por la otra la descomposición política del sistema. A medida que avanza la integración económica de México hacia el norte de su frontera crecen los vínculos conflictivos, entre los que destacan la relación de dependencia financiera, la migración y el narcotráfico. La reciente ``certificación'' de buena conducta que el Departamento de Estado le otorgó a México tuvo una respuesta ambigua del gobierno mexicano; por una parte se hicieron algunas declaraciones patrióticas sobre la soberanía, pero por la otra, se buscó y aceptó en los hechos la carta de buena conducta. El mismo día de la certificación tuvo lugar un operativo combinado del ejército y la PGR en el Distrito Federal y en Tijuana para profundizar la lucha contra el narco; se hizo un gran espectáculo, pero los resultados fueron un fracaso. En el operativo de Tijuana pudimos ver, gracias al programa de Ricardo Rocha del 3 de marzo, cómo se cometieron brutales violaciones a los derechos humanos en contra de la familia Cazares, y después resultó que había sido un error. En este eje se puede ubicar el caso de Mario Ruiz Massieu, y se le puede comparar con el de García Abrego para sacar conclusiones optimistas. La relación con Estados Unidos se vuelve cada vez más desafiante para México.
El otro bloque problemático tiene que ver con la conflictiva etapa de incertidumbre por la que atraviesa México, la cual tiene dos puntas visibles, la lucha a muerte entre grupos priístas, en donde se ubican los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu, y la otra, es el destape público de los viejos estilos de hacer las cosas en el sistema político, los cuales se vuelven intolerables para la sociedad; si no se hubieran conocido los archivos de las finanzas del PRI tabasqueño o si no se hubiera difundido el video sin edición de Aguas Blancas, Madrazo y Figueroa seguirán tan campantes.
La justicia mexicana se encuentra desafiada por fuerzas poderosas dentro del país y por la complicada red de laberintos jurídicos estadunidenses. Y los mexicanos nos encontramos agraviados porque estos casos siguen sin resolverse.
P.D. No resulta un poco ridículo Santiago Oñate al decirle a la oposición que se ha terminado la protección presidencial, cuando su partido ha vivido toda su vida de ella? Es curioso ver las vetas partidistas del presidente Zedillo, porque cuando acude a celebrar el 67 aniversario del PRI hace un discurso en el que su interlocutor principal es el PAN.