Zedillo ``planeó la estrategia'' contra la oposición, acusa Diego Fernández
El panista Diego Fernández de Cevallos acusó al presidente Ernesto Zedillo de haber ``planeado toda una estrategia'' contra la oposición, porque es un presidente que ``no conoce la democracia''.
Entrevistado en el canal 40 de televisión, el ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional aseguró que lo único que espera el presidente Zedillo de los partidos opositores es ``que le digan sí a todo''.
Por otra parte, legisladores y dirigentes panistas censuraron la actitud del Presidente de involucrarse en la confrontación PRI-PAN. Dijeron que ésta no corresponde a su investidura y convinieron en que si Santiago Oñate ``no puede con el mandado, pues que lo ayude otro priísta, pero no el titular del Ejecutivo''.
El presidente Zedillo ``partidiza'' con sus declaraciones la primera magistratura del país, ya que en lugar de atender los grandes problemas nacionales se involucra en ``los pleitos de los partidos''. Cancela así todo lo que ofreció en materia de modernización y democracia y convierte su discurso de la ``sana distancia'' en una ``gran mentira'', agregaron.
Sus expresiones, afirmó el senador Luis Felipe Bravo Mena, parecen las de ``una disputa personal''; en tanto, la diputada Cecilia Romero dijo que se trata de ``andanadas callejeras que nos colocan en posibilidades cada vez más lejanas de regresar a la mesa de la reforma electoral''; por su parte, Rodolfo Elizondo mostró preocupación por el endurecimiento hacia su partido.
El PRD también criticó la postura de Zedillo, pero dijo que el PAN comete un grave error al querer usar su participación en el diálogo para la reforma del Estado para presionar y obtener la satisfacción de sus intereses particulares. Los perredistas señalaron que se mantendrán en la mesa de negociación, pero descartaron que ello signifique que ese partido será para Zedillo lo que fue el PAN para Carlos Salinas.
En el PAN hubo coincidencia en calificar de ``facciosas'' las declaraciones del presidente Zedillo y del líder priísta Santiago Oñate. El Ejecutivo, señaló Bravo Mena, ``se atrinchera en su postura de defender el federalismo, sin construir una democracia''.
El presidente nacional del PRI, Santiago Oñate, declaró por su lado que ese partido mantendrá su actitud contestataria ante una oposición acostumbrada a decir lo que le parece del Revolucionario Institucional y subrayó que el conflicto con el PAN no retrasará la reforma político-electoral, porque ésta no es sólo interés de los partidos, sino de numerosos grupos de la sociedad.
Porfirio Muñoz Ledo, dirigente nacional del PRD, reaccionó también al discurso pronunciado el domingo por el presidente Zedillo y dijo que a su partido ``no le queda el saco''. Puntualizó que su organización ha sido y es la principal impulsora de la reforma, con el fin de tener procesos electorales limpios, equitativos y, sobre todo, democráticos.
En Zacatecas, mientras tanto, Ernesto Ruffo, aspirante a la presidencia nacional del PAN, señaló que las declaraciones de Ernesto Zedillo y de Santiago Oñate durante el 67 aniverario de la fundación del PRI ``sólo siembran más desconfianza en la actual coyuntura para la reforma del Estado''.
El ex gobernador de Baja California dijo que bajo este clima será difícil que el PAN regrese a la mesa de negociaciones y subrayó que es ``muy preocupante'' que el Presidente de la República, sin desconocer su ascendencia priísta, asuma una postura parcial, pues su labor es la de garantizar la libre participación política de los mexicanos. Sus opiniones, indicó, ``parcializan la responsabilidad del poder Ejecutivo''.
Jesús Ortega Martínez, coordinador de la diputación federal perredista, afirmó en Saltillo, Coahuila, que las expresiones contra Acción Nacional pueden ser el principio de un rompimiento de la alianza entre el gobierno y el PAN, establecida durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Indicó que sería una ``torpeza'' considerar el enfrentamiento PAN-PRI como un pleito de familia, pues ``nosotros observamos la existencia de profundas diferencias cualitativas en la práctica política''.
Por su parte, el gobernador panista de Guanajuato, Vicente Fox, sostuvo que ``el Presidente de la República y el secretario de Gobernación lo único que buscan es ganar tiempo para resarcir los daños causados al sistema y, de este forma, seguir en el poder''.
Añadió que ``ahora sí ya salió el peine'', pues ambos funcionarios comienzan a hablar de la necesidad de mantenerse en el poder a través de estrategias electorales de carro completo y al mismo tiempo hay retrasos en la reforma del Estado y en la reforma política; ``así se repite la historia sexenal'', dijo.
Mientras tanto, la dirigencia del PAN en el Distrito Federal llamó a redefinir la posición de ese partido frente al gobierno durante la próxima reunión de Consejo Nacional.
Gonzalo Altamirano Dimas señaló que el discurso presidencial del domingo ``estuvo plagado de un lenguaje agresivo que pasa a los hechos'' y lamentó que Zedillo, ``lejos de colocarse como el presidente de los mexicanos y garantizar su imparcialidad ante irregularidades en procesos electorales con autoridad moral para resolverlos, adopte una actitud facciosa para que el PRI siga en el poder a costa de la democracia y la legalidad''.
Los pronunciamientos priístas, principalmente los del primer mandatario, ``forman parte de un marco general de endurecimiento en contra del PAN, como lo demuestran las declaraciones insultantes del dirigente nacional del PRI en contra de Diego Fernández de Cevallos, al llamarlo forajido electoral y prófugo de la justicia''.
Las declaraciones de Oñate Laborde, líder del PRI, hicieron hincapié en que los dirigentes panistas tienen que comprender lo que son los actos partidarios. Por ejemplo, expuso que a ellos nunca los han reconvenido por sus críticas contra los priístas.
``Aquí se había pretendido una suerte de relación unilateral, en donde todo el mundo podría decir lo que le pareciera del PRI y éste simplemente debía escuchar a diestra y siniestra. Estamos en una posición en la que vamos a contestar esas conductas'', advirtió.
Ruffo Appel dijo que observa un presidencialismo que se arropa en el corporativismo priísta y que endurece su postura ante la posibilidad de perder el poder, razón de existir para el PRI. Las actitudes de Zedillo y Oñate sólo apuestan a la desconfianza y alejan puntos de acuerdo, agregó.
``Sería muy saludable que lográramos tener reglas electorales y de entendimiento general para favorecer la vida política del país'', acotó.
En esta capital, Ramón Sosamontes, del PRD, consideró que el gobierno de Zedillo está cayendo ``en un tobogán'' que lo puede llevar a cancelar la reforma del Estado. Dijo que sus declaraciones denotan que cree que ya se recompuso la relación de los grupos dentro del sistema y que pueden mantenerse en el poder, y negó categóricamente que su partido se vaya a convertir en lo que fue el PAN para Salinas.
(Rosa Elvira Vargas, Elena Gallegos, Ismael Romero, Rosa Icela Rodríguez y Angel Amador, David Brondo y Manuel Carrillo, corresponsales)