La Jornada 5 de marzo de 1996

En Tel Aviv, un nuevo atentado: 13 muertos

Afp, Reuter, Efe, Ansa, Ap, Pl y Xinhua, Tel Aviv, 4 de marzo Al menos 13 personas murieron y más de 125 resultaron heridas esta tarde al estallar una carga explosiva en un concurrido centro comercial de esta capital. El ataque fue reivinicado por el grupo Ezedim al Kassem, brazo armado de Hamas, como respuesta a la declaración de guerra hecha el domingo por el primer ministro israelí Shimon Peres.

Horas después, Peres anunció la creación de un Estado Mayor especial antiterrorista, el restablecimiento de la legislación de emergencia para tomar medidas de excepción, incluso en Cisjordania y la franja de Gaza, y la imposición de una ``zona de seguridad'' de dos kilómetros de profundidad a lo largo de su frontera con Cisjordania.

El ataque de este lunes, el tercero en menos de una semana, fue reivindicado por Ezedim al Kassem, brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y se produjo a las 15:45 hora local, cuando un joven hizo estallar la carga explosiva que llevaba consigo en un concurrido centro comercial de Tel Aviv.

El presidente palestino, Yasser Arafat, condenó el acto suicida y propuso estrechar la cooperación con Israel para destruir las infraestructuras de las ``organizaciones ilegales'', a fin, dijo, de erradicar definitivamente al terrorismo.

Ante más de 10 mil personas congregadas en la ciudad de Gaza, Arafat resaltó la importancia de detener cuanto antes la violencia para garantizar el cumplimiento de los acuerdos de paz firmados con Israel, en septiembre de 1993, poco después de haber decretado el estado de emergencia en las zonas autónomas de la franja de Gaza y Cisjordania.

Dos horas después de esta explosión, el primer ministro israelí, Shimon Peres, reunió a su gabinete para definir las acciones a seguir en contra del terrorismo, que en la última semana ha costado la vida a casi 60 personas.

Peres y los miembros de su gabinete dispusieron la reactivación de la legislación de emergencia, con el fin de crear un estado mayor encargado de coordinar la lucha contra el terrorismo y que contará con ``plenos poderes" para operar "en cualquier lugar''.

El nuevo organismo será encabezado por Amy Ayalon, jefe de los servicios de seguridad israelíes internos (Shin Bet) y entre sus atribuciones figura la detención, sin previa orden de arresto, de personas sospechosas de haber participado en acciones antiisraelíes.

Aunque Peres no lo precisó, miembros de su gabinete confirmaron que el nuevo organismo actuará en Cisjordania y la franja de Gaza, a pesar de que los acuerdos de paz palestinoisraelíes estipulan que esas tareas competen exclusivamente a la policía palestina.

Peres reconoció que con estas medidas su gobierno sólo dejará de violar una ley: ``la que nos impone dar seguridad a nuestro pueblo'', y se mostró confiado en que su país superará esta ``nueva guerra'', de la misma manera en que ha triunfado en otras anteriores.

El gobierno de Tel Aviv dispuso desde el domingo pasado que sus tropas retornaran a los alrededores de varias ciudades y poblados palestinos de Cisjordania, de los que habían terminado de retirarse a comienzos de este año, para bloquear temporalmente esas localidades, a fin de que no puedan infiltrarse en territorio israelí miembros de grupos armados palestinos radicales.

Las autoridades israelíes anunciaron además el establecimiento de una ``zona de seguridad'' de dos kilómetros de fondo a lo largo de los 360 kilómetros de la frontera con Cisjordania.

Trascendió que los palestinos no tendrán derecho a ingresar a la ``zona de seguridad'', que será patrullada permanentemente por el ejército de Tel Aviv y dentro de la cual sólo se permitirá que vivan los actuales residentes palestinos, a quienes se concederá una autorización especial.

Aumenta el asedio a Hamas

Unos mil soldados israelíes cercaron e irrumpieron posteriormente en el campo de refugiados de Al Fawar, cercano a la ciudad cisjordana de Hebrón, donde detuvieron a unos 20 presuntos militantes de Hamas.

En el mismo sitio, tapiaron las viviendas de las familias de dos presuntos miembros de esa organización --que cuenta con un amplio apoyo popular en los territorios ocupados--, quienes supuestamente participaron en sendos atentados suicidas ocurridos el 25 de febrero y en los cuales perecieron 28 personas.

Durante las últimas horas, la policía palestina detuvo en la franja de Gaza a unos 120 militantes de grupos islámicos opuestos al proceso de paz, con lo que asciende a más de 470 el número de detenciones, declaró a Afp un miembro de Hamas que pidió el anonimato.

En tanto, unos 4 mil agentes de seguridad israelíes fueron desplegados en Jerusalén en prevención de que se produjeran nuevos ataques, mientras en Tel Aviv varios miles de derechistas israelíes se manifestaron violentamente frente a la sede del Ministerio de Defensa, cuando sesionaba el gabinete.

Por otro lado, las divisiones en el interior de Hamas quedaron nuevamente evidenciadas con la petición de la dirigencia política de esa organización de que su brazo armado suspenda las acciones armadas antiisraelíes.

Un presunto miembro de Ezedim al Kassem anunció poco antes que el atentado de este lunes fue en respuesta a la ``declaración de guerra'' que Israel formuló la víspera y aseguró que sus correligionarios emprenderán acciones similares hasta conseguir la aniquilación del Estado israelí.

En otros asuntos, fuentes militares israelíes confirmaron la madrugada de este martes que cuatro soldados israelíes murieron y ocho resultaron heridos en enfrentamiento con un comando de Hezbollah, en Manara, en la frontera entre Líbano e Israel.