Neopanistas, 4 de 5 gobernadores postulados por Acción Nacional
Mireya Cuéllar y Néstor Martínez /II Llegaron para gobernar.
Ellos no saben lo que es la talacha en política. Tuvieron a la vieja guardia para que se las hiciera.
Todos son empresarios, pragmáticos e ignorantes de la doctrina del partido que los postuló. Se les identifica como neopanistas. Y son o han sido los gobernadores de Acción Nacional.
Ernesto Ruffo llegó al PAN meses antes de ser alcalde de Ensenada, en 1986.
Francisco Barrio era candidato independiente a la alcaldía de Ciudad Juárez, cuando el PAN lo ``agarró'' en el camino, en 1983.
Carlos Medina Plascencia ingresó a Acción Nacional en 1985 para ser regidor de León.
Alberto Cárdenas se convirtió al panismo en 1988, atraído por el carisma de Manuel J. Clouthier.
Sólo el actual mandatario de Baja California, Héctor Terán Terán, es un panista de viejo cuño: está por cumplir 45 años en Acción Nacional.
Paralelamente a su actividad política, el gobernador bajacaliforniano se dedicó a la venta de seguros. A él, el dicho popular de que ``la tercera es la vencida'' le queda a la medida. Ganó la gubernatura en 1995, pero ya había sido candidato en dos ocasiones anteriores.
A sus 65 años, Terán Terán le ha dedicado casi toda su vida al PAN. Tenía 20 cuando ingresó a ese partido y pasó prácticamente por todas las posiciones antes de obtener la gubernatura. Ha procurado gobernar conjuntamente con nuevos y viejos panistas.
Empezó su militancia en Nuevo León, como dirigente juvenil. Luego se fue a Baja California, y allí emparentó con una de las familias de amplia tradición panista: los Corella Gil Samaniego.
Al igual que Ruffo, Héctor Terán estudió administración de empresas en el Tecnológico de Monterrey.
Vicente Fox tiene 53 años de edad. Es administrador de empresas egresado de la Universidad Iberoamericana. Fue gerente y luego presidente de la Coca-Cola casi 15 años (de 1965 a 1979) y después encabezó la empresa familiar, Grupo Fox (1979-88). Pasó por Harvard, donde obtuvo un diplomado en ``alta gerencia''.
Es uno de los empresarios a los que convenció personalmente Manuel J. Clouthier para que se animara a recorrer los caminos de la política, en 1988. Aceptó entonces ser candidato a diputado federal, y ganó.
Tres años después contendió por el gobierno estatal y, según el currículum oficial de Acción Nacional, ``su búsqueda de la gubernatura de Guanajuato hizo posible que el ingeniero Carlos Medina Plascencia (PAN) ocupara el cargo desde el 26 de septiembre de 1991''.
El actual gobernador guanajuatense dejó fuera de su gabinete al panismo tradicional.
A los 33 años, Ernesto Ruffo renunció a la administración de la Pesquera Zapata para convertirse en candidato del PAN a la alcaldía de Ensenada. Había sido presidente de la Coparmex local. Se formó como administrador de empresas en el Tecnológico de Monterrey, donde fue contemporáneo de Carlos Medina Plascencia aunque en otra facultad y de Luis Donaldo Colosio.
Estudió cursos de especialización en finanzas, ingeniería hidráulica, ingeniería mecánica, mantenimiento naval y administración, en Estados Unidos, Noruega y Sudáfrica.
El hoy aspirante a presidir el PAN nació en San Diego como buena parte de la clase media alta fronteriza, situación que le causó numerosas críticas desde el centro del país cuando fue candidato a gobernador; sin embargo, allá, en un estado de inmigrantes, el hecho no tuvo mayor importancia.
En 1989 estuvo muy cerca de desistir de la candidatura del PAN al gobierno de Baja California, debido a que no sentía el apoyo del Comité Ejecutivo Nacional ni fluía el dinero para la campaña. Manuel J. Clouthier lo convenció de que continuara y se encargó de conseguirle los recursos económicos entre el empresariado local y nacional.
Desde hace 10 años (hoy tiene 43), Ruffo ha gobernado con las siglas del PAN de la alcaldía brincó a la gubernatura y pretende, por primera vez, obtener un lugar en la estructura interna del partido: la presidencia nacional.
La fecha de su ingreso al PAN es casi un misterio: en su currículum se indica que es militante desde 1982; en el comité estatal de Baja California la fecha que tienen registrada es 1984, y en el CEN del PAN se dice que llegó en 1985.
Allá en Baja California se le reconoce militancia panista desde el momento en que lo postularon como candidato a la alcaldía de Ensenada.
Francisco Barrio es contador egresado de la Universidad Autónoma de Chihuahua que, antes de ingresar a la política, en 1983, trabajó en el Infonavit de ese estado, en el área de sistemas del ayuntamiento de Ciudad Juárez durante gestiones priístas, y en el Grupo Bermúdez.A su ex jefe, Jaime Bermúdez, Barrio le entregó la alcaldía en 1986, sólo que este empresario, uno de los más ricos del estado dueño del equipo de futbol Cobras y de varios parques industriales que alquila a las maquiladoras llegó al cargo apoyado por el PRI.
El gobernador de Chihuahua se define como un hombre sumamente católico. En Ciudad Juárez era conocida su participación en el grupo religioso Los Carismáticos y en 1986 tuvo todo el apoyo de la Iglesia para denunciar ``el fraude''.
Sobre Barrio, Jaime Bermúdez dijo en una entrevista con la periodista chihuahuense Olga Leticia Moreno: ``Cuando estaba trabajando conmigo y me dijo que se iba a dedicar a la política traté de disuadirlo, y cuando vi que lo que yo le dijera no iba a influir en su decisión, lo que le pedí fue: 'Por favor, Francisco, no se lance por el PAN; hágalo como candidato independiente o láncese por cualquier otro partido, pero no se lance por el PAN'. Y lo hizo, no se lanzó por el PAN, pero después el PAN lo agarró''.
Alberto Cárdenas Jiménez sorprendió al país, primero con su llegada a la candidatura del PAN y luego con su triunfo en Jalisco.
Dice su curriculum vitae: ``Tiene una gran experiencia en el campo, debido a que ha desarrollado proyectos exitosos en cultivos de maíz y papa, así como en la silvicultura, además de comercializar los productos de la tierra en Jalisco, Colima y otras partes de México, con lo que ha generado empleo y beneficios para sus trabajadores''.
El gobernador de Jalisco es ingeniero de profesión. Ingresó al PAN en 1988. Además de sus actividades empresariales impartía cátedra en varias instituciones educativas, como el Instituto Tencnológico de Ciudad Guzmán, municipio donde fue alcalde (1992-1995). Antes de concluir su periodo como edil pidió licencia para participar en la contienda por la gubernatura.
Se le vincula con la extrema derecha jalisciense, específicamente con el grupo Desarollo Humano Integral AC (DHIAC) porque algunos de los funcionarios de su gobierno pertenecieron a esa agrupación. Sin embargo, quienes le conocen dicen que no tiene relación con las posturas ultraconservadoras que han asumido algunos panistas tapatíos.
El denominador común de Barrio, Ruffo y Cárdenas es que no son panistas de pedigree. Para ser candidatos a la gubernatura tuvieron que ganarle la postulación a panistas de gran tradición.
Barrio, el símbolo de los Bárbaros del Norte, dejó en el camino a Luis H. Alvarez, quien encarna al panismo histórico no sólo de Chihuahua, sino del país. Ruffo tuvo que ganarle a un viejo panista tijuanense y eterno aspirante: José Francisco Flores Barrera, del grupo del legendario Salvador Rosas Magallón, recientemente fallecido, quien en los últimos años de la administración Ruffo fue el más duro de sus críticos.
Otro panista tradicional, Gabriel Jiménez Remus, coordinador de la fracción en el Senado y a quien todos daban como seguro ganador en la contienda interna, perdió ante el inexperto alcalde de Ciudad Guzmán, Alberto Cárdenas.
Carlos Medina Plascencia es parte del grupo de gobernadores sui generis que floreció en el régimen salinista. No contendió en las urnas, pero el Congreso local de Guanajuato lo nombró gobernador interino. Un interinato que duro cuatro años.
Llegó hasta esa posición como resultado de una negociación cupular entre el PAN y el presidente Carlos Salinas de Gortari, luego del conflicto poselectoral que derivó en la dimisión del priísta Ramón Aguirre.
En 1985 se convirtió en miembro activo del PAN era socio adherente desde 1976 y en 1986 obtuvo la candidatura a la alcaldía de León y ganó.
De piloto de autos de carreras, Medina pasó a ser el prototipo del empresario panista. De 1980 al 82 fue presidente de la Asociación de Proveedores de la Industria del Calzado; consejero de Coparmex y vicepresidente del Centro Empresarial de León, de 1983 a 1985; consejero de Banpaís y del Banco Internacional, presidente del Consejo de Administración de la empresa familiar (zapatera). Actualmente tiene también una empresa que da asesoría a los gobiernos panistas (gobernadores y presidentes municipales) sobre administración pública.Se graduó como ingeniero químico en el Tecnológico de Monterrey y son conocidas sus idas al cerro del Cubilete. ``Dios, mi familia, mi patria, mi partido'', en ese orden, han sido las prioridades de Carlos Medina Plascencia, según él mismo ha confesado.