Contradicciones entre el general García Reyes y el mayor Morán
Juan Manuel Venegas y Roberto Garduño En tanto que el general Domiro García Reyes insistió en que el mayor Héctor Eustolio Morán ``nada tuvo que ver en la campaña'' de Luis Donaldo Colosio, para los encargados de la investigación las posiciones de los dos militares ``se contradicen'' y según afirman funcionarios de la Procuraduría General de la República, Morán ``todavía tiene que aclarar diversos detalles'' en relación con los anónimos que presuntamente se recibieron, con amenazas al candidato presidencial.
Además, para la fiscalía especial resulta ``relevante'' determinar hasta dónde se siguieron ``las pistas de las amenazas''. Según las fuentes consultadas, Pablo Chapa Bezanilla ``no ha descartado'' que el equipo de seguridad de Luis Donaldo Colosio ``tuviera información de que el atentado contra el candidato estuviera preparado para llevarse a cabo en Michoacán''.
Las ``contradicciones'' de Domiro y los detalles importantes de la campaña que dice no recordar, así como las declaraciones del mayor Morán de haber ``recibido'' de García Reyes información sobre la campaña, ``obligan a la fiscalía a continuar las pesquisas sobre la actuación del equipo de seguridad de Luis Donaldo Colosio'', indicaron.
Según García Reyes, el mayor Morán su compadre no tuvo ``ninguna intervención en la campaña, por lo que resulta extraño que lo estén involucrando''. No obstante, reconoce: ``En alguna ocasión el mayor me mandó información y una carta sobre una supuesta amenaza contra Colosio y se le ordenó investigar, aunque nunca encontramos el domicilio a que hacía referencia la carta''.
Morán declaró ante el Ministerio Público que la información sobre los posibles atentados ``la recibí directamente del general García Reyes, quien me pidió investigar el asunto''.
La fiscalía no puede cerrar el caso en tanto existan esas contradicciones y mientras no quede claro hasta dónde se investigó lo de las amenazas y qué relación existe con la investigación que, al parecer, se le ordenó realizar en Micoacán a Morán, precisaron los funcionarios de la PGR.
A eso se debe, explicaron, la solicitud para ampliar el periodo de arraigo domiciliario al mayor retirado de Morán, porque se consideró que ``su testimonio resulta valioso y aún tiene datos que aportar. El militar tiene mucho que aclarar en relación con su posible conocimiento previo de los hechos en los que resultó asesinado el candidato presidencial del PRI''.
El equipo de investigadores del fiscal Chapa Bezanilla se concentra en ``desmenuzar'' las declaraciones de Morán, sobre todo las que hacen referencia a las dos amenazas anónimas contra Colosio e investiga, para confirmar, la versión de que el plan para asesinarlo estaba preparado para realizarse en Michoacán.
Según esas versiones que Chapa y su equipo no han descartado, el 18 de marzo de 1994, cinco días antes del homicidio, Mario Aburto se encontraba en Michoacán, preparado para asesinar a Colosio Murrieta en una gira que realizaría por ese estado.
Morán habría recibido instrucciones de trasladarse a Michoacán, toda vez que se tenían ``noticias'' del posible atentado. Sin embargo, a última hora le giraron instrucciones al mayor para cancelar su misión en tierras michoacanas.
Según las fuentes consultadas, debido a esas contradicciones y porque la línea de investigación se ``ha fortalecido'', Morán todavía tiene mucho que aportar y aclarar en torno a las hipótesis que se investigan y en relación con su posible conocimiento de ``detalles'' de lo ocurrido en Lomas Taurinas.