La Jornada 7 de marzo de 1996

La ofensiva de Hamas, en apoyo de la derecha israelí

Reuter, Ap, Afp, Ansa y Dpa, Ramallah, 6 de marzo La cúpula de la organización extremista Hamas decidió la ola de atentados terroristas con el fin de ayudar a la derecha israelí a recuperar el poder político en Tel Aviv, porque si ésta ``triunfa en los comicios, no habrá más proceso de paz'', informó hoy un militante de ese grupo acusado de preparar tres de los cuatro ataques que causaron la muerte a más de 50 personas desde el 25 de febrero.

Las acciones emprendidas por las fuerzas del orden israelíes y palestinas contra los grupos extremistas opuestos a los acuerdos de paz permitieron la detención, el domingo pasado, de Mohammad Abu Warden --miembro del brazo armado de Hamas, quien fue sentenciado a cadena perpetua este miércoles, por haber preparado tres de los cuatro ataques-- y de un ciudadano árabe-israelí acusado de transportar al terrorista suicida que el lunes hizo explotar una bomba en Tel Aviv.

Aunque la policía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP, que controla las autonomías en la franja de Gaza y Cisjordania) sigue realizando redadas en busca de miembros de Hamas y su brazo armado Izz El Deen Al Qassam, así como de Jihad Islámica y durante esta jornada se posesionó de mezquitas controladas por los radicales y allanó la Universidad Islámica de Gaza, bastión de los integristas, el primer ministro israelí, Shimon Peres, exigió al presidente palestino, Yasser Arafat, la detención de los jefes de Izz El Denn al Qassam.

Peres informó que proporcionó a Arafat ``una lista de 13 terroristas buscados, y algunos fueron detenidos, pero los jefes circulan aún en libertad y queremos verlos tras las rejas''. Al respecto, el líder palestino declaró a la prensa en Gaza, que tomaría ``medidas muy grandes y duras'' contra el grupo.

Sin embargo, reiteró que los terroristas islámicos fueron ayudados por extremistas de derecha israelíes. Arafat explicó que Hamas tiene relación con activistas israelíes de ultraderecha, como Avishai Ravi --quien resultó ser un informante del Shin Beth, servicios de seguridad internos israelíes-- e Yigal Amir, asesino confeso del primer ministro Yitzhak Rabin.

El presidente palestino se preguntó dónde habían obtenido los explosivos los terroristas suicidas de Hamas, o quién les había dado informes del ejército israelí y documentos militares falsos o les había enseñado a preparar bombas. Sostuvo que líderes de Hamas y de Jihad se encontraron cinco veces con los responsables del asesinato de Rabin en el hotel Falastin, de Gaza.

Las autoridades israelíes informaron que el Shin Beth detuvo el lunes a un árabe-israelí, cuyo nombre no fue dado a conocer, acusado de estar implicado en el último de los atentados, ocurrido ese día en Tel Aviv, y quien transportó directamente desde la franja de Gaza al kamikaze palestino autor de la explosión. El ciudadano israelí reveló haber recibido mil 100 dólares por ``el servicio'', pero negó saber que su pasajero intentaba perpetrar el atentado. Desde el primer atentado, el 25 de febrero, Israel clausuró la entrada de palestinos a su territorio.

El domingo, los servicios policiales de la ANP detuvieron a Mohammad Abu Wardeh, de 20 años originario de Ramallah, acusado y sentenciado por haber preparado los ataques ocurridos entre el 25 de enero y el 3 de marzo en Jerusalén y Ashkelon.

Wardeh, en declaraciones a la radio palestina, admitió ser miembro del brazo armado de Hamas, informó reclutado a los tres terroristas suicidas que cometieron los ataques y admitió que los mismos eran un error y que habían afectado al pueblo palestino, por lo que apeló al ala militar de su organización a ``abstenerse de cualquier acción militar''.

Indicó que el objetivo de la campaña terrorista de Hamas era ayudar al bloque derechista israelí Likhud, que se ha opuesto al proceso de paz, a ganar las elecciones del 29 de mayo. ``Ellos (la cúpula de Hamas) decidieron escalar y emprender más operaciones militares debido a las elecciones en Israel. Ellos creen que las operaciones militares ayudarán al Likhud y si la derecha triunfa en las elecciones no habrá más proceso de paz''.

El martes un tribunal palestino en Cisjordania encontró culpable a Wardeh de haber preparado tres de los cuatro ataques, que causaron en total la muerte de 57 personas y este miércoles fue sentenciado a cadena perpetua con trabajos forzados; Arafat autorizó la sentencia.

Tras el primer atentado. la popularidad del primer ministro laborista Shimon Peres comenzó a bajar en las encuestas. Al ser preguntado sobre la detención del árabe-israelí relacionado con el ataque del lunes y las declaraciones de Wardeh, el primer ministro dijo no estar sorprendido porque ``cuando se hacen las paces, hay riesgos que asumir''.

Asimismo, Peres se pronunció a favor del destierro de los terroristas, aunque ``hay que proceder en conformidad con la ley'', y descartó la conformación de un gobierno de unidad nacional para enfrentar la crisis. Reiteró que la salida de las tropas de la ciudad cisjordana de Hebrón no se producirá hasta que la OLP enmiende su carta constitutiva y elimine la cláusula que llama a la destrucción del Estado de Israel.

Sobre la oferta de Hamas de desarmarse ante la ANP, reiterada este miércoles por la directiva del grupo, Peres rechazó tomarla en serio. ``Todo es sólo papel y falsificación. No negociamos con papeles, sino con hechos. La cabeza de la ola de terror se encuentra en Gaza... y será posible cortar la cabeza'', declaró Peres al reiterar la exigencia a Arafat para que detenga a los líderes extremistas; hasta el momento la ANP ha detenido a más de 400 militantes islámicos en los territorios bajo su control.

La lucha internacional

Peres aseguró que su gobierno está actuando a nivel internacional ``con el fin de que se corten los fondos a los integristas'', y según fuentes de seguridad palestinas Wardeh habría recibido instrucciones a través de mensajes en código de líderes de Hamas en el exterior; según la televisión israelí los supervisores de Wardeh tenían su base en Damasco.

El primer ministro informó que el presidente Bill Clinton quiere convocar a una conferencia de jefes de Estado de Medio Oriente para estudiar la cooperación contra el terrorismo y que ya han anunciado su disposición el rey Hussein de Jordania y el presidente egipcio Hosni Mubarak.

La Casa Blanca indicó a su vez que Clinton discutirá el jueves con Hussein de Jordania la presencia en Ammán de miembros de Hamas, mientras el Departamento de Estado solicitó a Jordania, Siria y otros países donde el movimiento integrista tiene oficinas a clausurarlas. En forma paralela, el Pentágono anunció que enviará 30 aviones de combate a Jordania a mediados de abril para reforzar sus defensas cerca de la frontera con Irak e Irán. Teherán ha sido señalado por Tel Aviv por apoyar a los terroristas islámicos, pero Irán rechazó las acusaciones y acusó en cambio a Israel y Estados Unidos de terrorismo.

Mubarak, por su parte, acusó a ``algunos países'', a los que no identificó, de apoyar ``los atentados terroristas'' en Israel y destacó que esas naciones ``y potencias se alegran por la suspensión del proceso de paz'' y ``favorecen los ataques contra Shimon Peres''.

En todo caso, el gobierno francés convocó hoy a la cancillería a los embajadores de Irán y Libia para expresarles ``la reprobación de Francia, después que esos dos países se congratularon por los atentados'' ocurridos en Israel y se informó que en las próximas horas París suspenderá todo contacto político con Irán.

Finalmente, los países de la Unión Europea analizarán las medidas a tomar contra Irán, aunque sin llegar a aislar al régimen islámico como lo solicita Estados Unidos. El tema será tratado durante una reunión informal de los cancilleres de la UE el sábado y domingo en Palermo, Italia, indicó la jefa de la diplomacia italiana, Susana Agnelli.