La Jornada 7 de marzo de 1996

Precaria relación entre viejos y nuevos panistas en BC y Chihuahua

Mireya Cuéllar, Néstor Martínez y corresponsales /IV Viejos y nuevos panistas conviven en Baja California y Chihuahua, bajo un equilibrio forzado. Se mueven en el filo de la navaja.

Desde el gobierno bajacaliforniano, Héctor Terán Terán, un hombre de la vieja guardia que no tiene conflicto para entenderse con el neopanismo, buscó conciliar a las distintas corrientes internas del panismo local.

Su ánimo conciliador lo dejó muy claro cuando al tomar posesión, en octubre pasado, repartió las posiciones de gobierno con criterio de inclusión. Mantuvo en puestos clave, como la Secretaría General de Gobierno al ruffista Rodolfo Valdez, y jaló a sus compañeros de lucha como Salvador Morales, su jefe de asesores, y a Fortunato Alvarez, un viejo panista y ex vendedor de seguros -como Terán- a quien encargó la dirección del ISSSTE bajacaliforniano.

Para molestia de algunos nombró director de la Promotora Estatal para el Desarrollo a Francisco Javier Medina Velasco, miembro del Foro Doctrinario, quien fue suspendido durante tres años de sus derechos partidistas por manifestarse en contra de las concertacesiones.

En Baja California, viejos y nuevos panistas tienen en su mayoría un origen empresarial. Terán Terán y Eugenio Elourdy, alcalde de Mexicali, son empresarios y tienen muchos años de militar en ese partido. Elourdy es el concesionario de la Ford en la localidad.

Salvador Rosas Magallón, símbolo del panismo bajacaliforniano durante décadas, murió recientemente. Su grupo está disminuido y desgastado tras seis años de choque frontal con los neopanistas que llegaron con Ruffo.

El extinto dirigente acusaba a Ernesto Ruffo de gobernar más como el PRI, que como los viejos panistas habían soñado.

Más allá de viejos y nuevos panistas, un buen número de ex presidentes de las cámaras locales como la Canacintra, Canaco y Coparmex, llegaron al poder de la mano de Ruffo y Terán.

El secretario de Gobierno, Rodolfo Valdez Gutiérrez, quien también fue funcionario de Ruffo, ocupó la gerencia de la Canacintra local y la dirección del periódico Novedades, propiedad de Mario Hernández Maytorena. Es compadre de Francisco Pérez Tejada, quien fue el candidato del PRI a la gubernatura y perdió con Terán.

Carlos Fernández Ruiz, ex secretario de Desarrollo Económico con Ruffo y ahora coordinador de gabinete con Terán, fue dirigente de Canacintra y Coparmex en Ensenada.

Los nuevos panistas de Baja California -como Ruffo- vienen de la costa, de Ensenada y Tijuana. En la capital, Mexicali, hay antecedentes de un panismo fuerte desde 1968, cuando le disputaron la alcaldía al PRI y luego de varios conflictos se formó un concejo municipal.

Si bien se encuentran disminuidos, en el gobierno estatal no faltan los representantes de organizaciones derechistas como Pro Vida, el Opus Dei o DHIAC. Actualmente están refugiados en el Instituto de Servicios Educativos y Pedagógicos. Se incrustaron ahí desde el sexenio pasado, cuando Ruffo nombró a Rafael Ayala López, ex presidente de la Asociación Nacional de Padres de Familia, como responsable de Educación en el estado.

Uno de los funcionarios de la administración teranista, que llegó con Ruffo señaló que, los viejos panistas, más que llegar al poder querían ser la conciencia crítica del país. Advirtió que al poder está llegando una clase media de empresarios y profesionistas pragmáticos, ``gente con cierto éxito en la sociedad'', les llamó él.

La vieja guardia chihuahuense vuelve por sus fueros

A pesar de los neopanistas, el panismo tradicional retomó a principios del año pasado las riendas del partido a nivel estatal.

Tras la última derrota del PAN en el estado, en la que perdió varias alcaldías, el gobernador Francisco Barrio se vio obligado a incluir en su gabinete a conocidos panistas como César Chavira, para darle un perfil más negociador y con sensibilidad social.

Javier Corral, el dirigente del panismo estatal, y el alcalde de Ciudad Juárez, Ramón Galindo, iniciaron el año pasado una lucha discreta pero intensa, en contra de los representantes de DHIAC y del MURO, que se habían incrustado en la estructura del comité y de la alcaldía. Hay quienes en el PAN hablan incluso de una red antidhiac.

El anterior comité estatal del PAN en Chihuahua, estuvo presidido por Jorge Manzanera, conocido militante de DHIAC y ex empleado de Enrique Terrazas, secretario de Desarrollo Económico de Francisco Barrio. Cuando Manzanera perdió frente a Corral, Carlos Castillo Peraza le dio cabida en el CEN y le asignó la cartera de Asuntos Electorales.

Manzanera hacía mancuerna con Manuel Espino, su secretario general en el comité, quien es actualmente diputado federal y fue militante activo del MURO. Espino tiene también antecedentes en el Grupo Yunque, a cuyos miembros se les conoció como Los Ratones, por una vieja costumbre de forzar puertas y sustraer documentos en los tiempos de mayor actividad de la ultraderecha mexicana, según dijo una fuente confiable de ese partido. Cada 12 de diciembre, Espino manda publicar en la prensa local un artículo que exalta a la virgen de Guadalupe.

Al llegar al PAN, Corral desmanteló la estructura que ellos habían creado, quitando hasta a las secretarias. Eso le valió fuertes críticas y un pleito abierto con la ex dirigencia. Incluso, Corral organizó el año pasado un seminario denominado La vigencia del solidarismo, que era la filosofía defendida por Efraín González Morfín.

Para algunos viejos panistas todavía es una incógnita el porqué Carlos Castillo Peraza -quien fue duramente criticado por el sector más derechista del PAN, cuando intentaba llegar a la presidencia de ese partido- le dio entrada a Manzanera en su comité.

En Ciudad Juárez, Ramón Galindo tuvo que enfrentar en la estructura del municipio al grupo que les dejó Francisco Villarreal, el ex alcalde que logró fama nacional al instalar su propia caseta de peaje en el puente internacional Paso del Norte, en protesta porque la Federación no les entregó los recursos fiscales que les correspondían. En la comuna de Villarreal, Oscar Ibañez, un ex dirigente local de DHIAC, era el secretario del ayuntamiento.

Villarreal es heredero de una gran fortuna económica y vive de sus rentas. Estudió filosofía en Canadá y La Sorbona de París. En aquel 1986 de grandes movilizaciones -cuando Barrio buscó la gubernatura por primera vez- Villarreal no era panista. Sin embargo, en representación de la llamada ``sociedad civil'' hizo una huelga de hambre en la plaza pública de Ciudad Juárez, en protesta por el ``fraude''. Lo acompañó Víctor Manuel Oropeza, un periodista que sería asesinado años después, en condiciones no aclaradas.

Guillermo Villalobos Madero, un hombre que fue 23 años director ejecutivo de la Coparmex en Chihuahua, y quien desde ahí sostuvo en 1986, un férreo combate al ``fraude'', dijo a la periodista Olga Leticia Moreno: ``Yo conozco el intento de Francisco Barrio en el PRI. Conozco muchos otros casos de empresarios por la vía de ese partido, y te puedo hablar de actuales funcionarios que les ha sido muy fácil hacerse de muy buenos negocios, simple y sencillamente por compadrazgos con gente del gobierno''.

El año pasado, Villalobos dobló la página de su vida dedicada al Centro Empresarial de Chihuahua, se afilió al PAN y hoy es diputado local por ese partido.

En una entrevista con La Jornada, Villalobos Madero dijo que él es actualmente el único de los siete diputados locales del PAN, con origen en una cámara empresarial.

En términos generales, dijo, ``es la clase media profesional y empresarial'' la que está llegando al poder en Chihuahua. ``Es un mosaico demasiado complejo'', añade quien tiene fama pública en Chihuahua de pertenecer a DHIAC, pero que personalmente asegura que sólo participó hace años en algunas actividades de dicho organismo, sin que ello implicara militancia.

-Hay quienes dicen que con el PAN está llegando al poder una parte de la derecha...

-La derecha pudiera ser una corriente de opinión en favor de un mayor respeto a la tradición jurídica mexicana; de limitar el poder público; de defender la propiedad privada; de reducir la intromisión del Estado en la vida privada de los particulares. Si esa es la concepción, estoy de acuerdo en que el PAN es de derecha. Pero si es la visión del rico explotador que quiere que no existan disposiciones jurídicas de carácter social, pues bastantes antecedentes hay de que Manuel Gómez Morín fue uno de los que concibieron el IMSS.

De su extracción empresarial, apunta que las cámaras son hoy en día ``semillero político no sólo del PAN, sino también del PRI''.

Morelia no es la excepción

En la capital michoacana también gobierna un empresario.

Salvador López Orduña, actual alcalde de Morelia, ya había sido candidato al cargo en 1989, pero fue hasta esta ocasión cuando llegó al gobierno.

Basado en una incipiente estructura del partido pero con el fuerte apoyo de una parte del empresariado de Morelia y de la candidatura al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, López Orduña logró romper la alternancia en el poder que se había dado entre el PRI y el PRD.

Aunque el edil tiene trabajo partidista desde 1988 y fue incluso presidente del Comité Directivo Estatal, es mejor conocido por su trayectoria como empresario.

Entre otros cargos es fundador y ocupó la presidencia de la Asociación de Industriales de Michoacán y presidente de la Canacintra de Morelia.

Los problemas de gobernar

Más allá de viejos y nuevos panismos, en Yucatán los problemas del PAN llegaron con el ejercicio del poder. Lo disputan los dos grandes grupos: el que encabeza el senador Benito Rosell Issac y el de Ana Rosa Payán Cervera, la dirigente estatal. Los escenarios del conflicto son la comuna de Mérida y el comité municipal de esa capital.

Ana Rosa Payán, quien además de dirigente estatal es la coordinadora de la fracción panista en el Congreso local, y el alcalde de Mérida, Patricio Patrón Laviada, son discípulos de uno de los dos viejos dirigentes del panismo yucateco, Roger Cicero Mackinney. Con él y varios diputados como Arturo Novelo, forman un grupo que pretende colocar en los puestos de mayor importancia a sus allegados.

Del otro lado están Manuel Fuentes Alcocer, Claudio Coello, Luis Felipe Mena Salas, Luis Correa Mena y Miguel Gutiérrez Machado, quienes son encabezados también por un viejo panista, Benito Rosell Isaac, que pretenden lo mismo.

En el estado de Sinaloa, las diferencias entre panistas son más agudas que en Yucatán. Ahí, a raíz de los triunfos obtenidos en noviembre pasado -ganaron varias presidencias municipales, entre ellas Culiacán, Mazatlán y Los Mochis- se desató una serie de pugnas internas que ya cobraron la cabeza del ex secretario general del Comité Directivo Estatal, Andrés Joya Hutton.

Este último dijo a La Jornada que la disputa empezó por el control de los comités municipales, donde los panistas con vieja trayectoria están desplazando a los nuevos militantes. Acusó a Rafael Morgan Ríos, de tener un ``severo control'' sobre el partido y de descalificar a los nuevos panistas acusándolos de tener ``algo de priístas y de organizar grupos internos, pero no sectorizados, que pretenden introducir otras ideologías que no comulgan con los estatutos de Acción Nacional''.

A manera de ejemplo sobre los desplazados, el ex secretario general habló de sí mismo y del recién electo y luego destituido presidente municipal de Los Mochis, Héctor Manuel Romero, quien no fue ratificado en su cargo porque presuntamente contaba con antecedentes penales. Esta situación fue avalada por el CEN del PAN, a través de Federico Ling Altamirano. (Colaboraron: Antonio Heras, Mexicali; Luis Boffil, Mérida, y Edgar Rodríguez, Culiacán)