En Jalisco, dhiacos por convicción, panistas por conveniencia
Mireya Cuéllar, Néstor Martínez y corresponsales /V y última En Jalisco gobierna la ultraderecha; en la zona conurbada de Monterrey, en Puebla, en Oaxaca y en Tuxtla Gutiérrez lo hace el empresariado.
Y entonces el panismo...?La vieja guardia tiene focos rojos en Jalisco.
El grupo Zapopan, que aglutina a ex dhiacos y personajes con antecedentes en el MURO, ha ocupado cargos en el gobierno del estado y en numerosas alcaldías; los doctrinarios están atrincherados en el Congreso y en la estructura partidista.
Ese grupo, que encabezan el actual secretario de Gobierno estatal, Raúl Octavio Espinoza, y el alcalde de Zapopan, Daniel Ituarte, se alió a finales de 1994 con otras corrientes afines incrustadas en el panismo local como la de César Coll para sacar adelante la candidatura de Alberto Cárdenas a la gubernatura y la del propio Coll a la alcaldía de Guadalajara.
Ya en el gobierno, Cárdenas y Coll se olvidaron de sus compañeros de partido.
La alcaldía de Guadalajara, con César Coll a la cabeza, está catalogada como ``la cueva de los dhiacos''. José de Jesús Gómez Espejel, coordinador de asesores del munícipe, es un conocido militante de Desarrollo Humano Integral A.C. (DHIAC), al igual que el alcalde. Coll y sus funcionarios alcanzaron fama pública a nivel nacional cuando prohibieron el uso de minifaldas a las empleadas de la Dirección de Obras Públicas.
Daniel Ituarte, el alcalde panista de Zapopan, es un caso aparte. En la década de los sesenta participó activamente en grupos de derecha radical. Está hoy aliado con el secretario de Gobierno. Fue militante del MURO y estuvo detenido por su participación en la colocación de una bomba en el diario El Día.
En la contraparte, entre los panistas tradicionales están los diputados del Congreso local que al mismo tiempo controlan el comité estatal de Acción Nacional. El dirigente estatal del PAN, Tarcisio Rodríguez Martínez, es también líder del Congreso.
Si bien el ex dirigente nacional del DHIAC, Fernando Guzmán Pérez Peláez, ocupa una curul, se dice que ya asimiló muy bien la doctrina panista. El legislador comentó a este diario que el DHIAC ya no existe orgánicamente en Jalisco y que ahí ``murió de muerte natural'' porque buena parte de sus miembros encontraron en el PAN un canal de participación política.
Los empresarios, rumbo al poder
Nuevo León es el mejor ejemplo del binomio PAN-empresarios. Los dueños del dinero y sus empleados de alto nivel controlan el PAN: acaparan las candidaturas y los comités más importantes. Se preparan para gobernar su estado en 1997. Tienen el apoyo del periódico más influyente de la región.
Ya en 1994, el PAN ganó la capital y los municipios conurbados, donde se concentra el mayor número de votantes.
Raúl Monter, directivo de Confía Grupo Financiero, es el dirigente del comité estatal. Fernando Canales Clariond, Rogelio Sada Zambrano y Jorge Lankenau, entre otros, son los accionistas mayoritarios del mismo grupo.
El senador Mauricio Fernández Garza, dueño de Pigmentos y Oxidos, accionista de Alfa y Vitro, entre otras empresas, antes fue alcalde de San Pedro Garza García. Es hijo de un prominente panista que se sumó a ese partido desde su juventud, el empresario Alberto Fernández Ruiloba.
Fernando Canales ya fue candidato según muchos, lo despojaron de su triunfoen 1985, frente al priísta Jorge Treviño Martínez. Había sido diputado federal de mayoría, electo por el primer distrito con cabecera en Monterrey, donde marcó una tradición: sólo grandes empresarios contienden por ese territorio. Así lo sucedieron los priístas Alberto Santos de Hoyos, Javier Lobo Morales y Benjamín Clariond Reyes.
Otro empresario, Rogelio Sada Zambrano ex director de Vitro y accionista de Confía fue candidato a gobernador en 1991. Inmediatamente después buscó y consiguió la alcaldía de San Pedro.
Los llamados doctrinarios de los noventa a quienes dos décadas atrás se consideraba la derecha pro empresarial del PANtuvieron el poder hasta 1979, año en que José Angel Conchello le peleó la gubernatura a Alfonso Martínez Domínguez.
Uno de los pocos panistas de tradición que volvió a los reflectores es Jesús Hinojosa Tijerina, quien hace dos décadas fue alcalde del municipio conurbado de San Nicolás de los Garza y se retiró de la política para dedicarse a la empresa. Hace cuatro años volvió a ocupar la misma silla, y antes de que concluyera su mandato fue postulado por Monterrey, plaza que ganó en la Sala de Segunda Instancia.
En Ciudad Guadalupe el alcalde es Jesús María Elizondo González, un comerciante que por años fue vocero del sector privado regiomontano y ocupó la presidencia del Consejo Cívico de las Instituciones de Nuevo León. No se le conocía militancia hasta que el PAN lo postuló en 1994.
Fernando Margain Berlanga es el alcalde de San Pedro Garza García. Es uno de los dueños del Grupo Margen. Su padre fue Ricardo Margain, ideólogo del sector privado regiomontano, quien en septiembre de 1973 responsabilizó al ex presidente Luis Echeverría de alentar la violencia que costó la vida al capitán de empresa Eugenio Garza Sada.
En San Nicolás de los Garza, Cadereyta y Santa Catarina, los alcaldes sí poseen amplia militancia en el PAN, y son los escasos bastiones de los llamados doctrinarios.
Oaxaca es panista?La capital de Oaxaca es quizás el mejor ejemplo de lo que la investigadora y especialista en el PAN Soledad Loaeza dice respecto a ese partido: ``Hoy más que nunca el PAN es una federación de notables locales (...) el principal canal de participación de los ciudadanos insatisfechos y pragmáticos, cuya única identidad clara es el antipriísmo o, en todo caso, el antigobiernismo''.
Pablo Jesús Arnaud Carreño, el alcalde que llegó al palacio municipal con las siglas del PAN, es un empresario con inquitudes políticas que en 1995 fundó, junto con algunos priístas, panistas y perredistas, el grupo Participación Ciudadana para el Cambio A. C., una organización que se autoproclamaba de la ``sociedad civil'' y que impulsó hasta el último momento la propuesta de que se otorgara registro a candidatos independientes para los comicios del 12 de noviembre de 1995.
Como no lo logró, Participación Ciudadana para el Cambio integró una comisión que se encargó de evaluar las condiciones de cada partido político con presencia en el municipio y la posibilidad de que uno de éstos aceptara como candidato a un miembro suyo.
Los primeros contactos fueron con el PRI. Pronto desistieron de su propósito cuando se toparon con que el presidente del Comité Directivo Estatal, David Palacios García, ya tenía el visto bueno de su sobrino, el gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, para postularse como candidato a alcalde.
La siguiente puerta que tocaron fue la del PRD. La propuesta de Participación Ciudadana para el Cambio a los perredistas consistió en postular a César Mayoral Figueroa, ex rector de la Universidad Autónoma Bénito Juárez y reconocido cirujano plástico en el sureste mexicano. Las pugnas internas del PRD impidieron que se concretara la candidatura.
La otra opción era Acción Nacional. Ahí hubo resistencias iniciales de los viejos panistas porque no querían participar con ``jugadores prestados''. Sin embargo, finalmente aceptaron.
Para poder ofrecerle al panismo un aspirante que no chocara con sus concepciones ni con los empresarios que lo apoyan, la agrupación propuso al comerciante Pablo Arnaud Carreño, quien siendo cuñado del ex gobernador Jesús Martínez Alvarez y primo hermano del secretario de Finanzas del actual gobierno, Enrique Arnaud Viñas, podría tener el apoyo de las familias priístas que por generaciones han tenido el control político y económico en la capital.
La semana pasada, Arnaud Carreño ratificó a la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) su intención de no afiliarse al PAN: ``Esta decisión podría tomarla en unos tres años''.
Puebla, gobernada por empresarios
En la capital poblana gobierna actualmente el hijo del fundador del PAN en esa entidad; sin embargo, Gabriel Hinojosa Rivero ingresó a ese partido apenas el año pasado, justo para que lo postularan como candidato a la presidencia municipal.
Empresario de formación, a Hinojosa Rivero se le considera un ``pragmático'' porque como reconoce él mismo no quisiera convertirse en un idealista.
Esa tesis la hizo valer cuando integró su equipo de gobierno: de los 12 funcionarios de primer nivel, sólo dos eran ajenos al sector empresarial. La mayoría de éstos fueron miembros de la Coparmex o del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) poblano.
Y aunque el alcalde insiste en que su equipo de directores se eligió con base en su capacidad, ``sin privilegiar a un grupo determinado'', lo cierto es que su selección se orientó hacia su relación con las cúpulas empresariales locales, en particular con Jorge Espina Reyes y Antonio Sánchez Díaz de Rivera.
Todos los nuevos funcionarios son egresados de instituciones educativas privadas, principalmente de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), y carecen de experiencia en el gobierno. Mucho menos poseen trayectorias panistas.
Una nota publicada en La Jornada de Oriente el 14 de febrero pasado señala que de los 12 directores nombrados por Hinojosa hasta ese entonces, sólo Humberto Aguilar Coronado y José Antonio Díaz García han sido ajenos a la actividad empresarial.
Cuestionado sobre la notoria presencia de empresarios en su gabinete, Hinojosa responde que ``el ayuntamiento no será botín político'' y sostiene que su selección se debió a la honestidad y capacidad probada de ellos.
Como en otras regiones del país, el panismo tradicional de Puebla se quedó mirando. Actualmente, en el PAN poblano conviven dos corrientes fundamentales: la que representa Francisco Fraile, orientada bajo la idea de que ``Acción Nacional va a gobernar para todos'', y la que en los años setentas gestó el arzobispo Octaviano Márquez y Toriz, que promovía un proyecto para que la capital fuera gobernada por empresarios, egresados de la UPAEP.
Esta segunda corriente ha tenido un importante avance durante los últimos años, apuntalada por la llegada de Ana Teresa Aranda a la presidencia estatal del PAN. La ex dirigente de la Asociación Cívica Fermenina (Ancifem) ha sido una fuerte promotora del ingreso del empresariado a las filas de Acción Nacional.
En 1989, cuando Ana Teresa fue candidata a la alcaldía de Puebla, un grupo de empresarios formó un comité de financiamiento presidido por Héctor Vera Arenas y Venustiano Cervantes, que recaudó dinero no sólo para cubrir los gastos de campaña, sino para cambiar, incluso, la imagen física de la aspirante.
Empresarios impulsaron el triunfo de AN en Tuxtla
Exitoso hombre de empresa que cree ciegamente en la caridad institucionalizada, miembro de los Legionarios de Cristo, Enoch Araujo Sánchez es el presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez.
Panista y empresario de toda la vida, Araujo es una persona cercana a los neopanistas del norte del país y mantiene un ``liderazgo moral'' dentro de la dirigencia estatal de su partido, lo que le ha permitido mantener el equilibrio entre las corrientes internas.
Su nombre está ligado principalmente a la actividad empresarial y de servicio a la comunidad. Enoch Araujo aceptó el cargo de contralor general del gobierno del estado durante la breve administración de Eduardo Robledo Rincón.
Durante su campaña por la alcaldía, que empezó a mediados del año pasado, lo apoyó la mayoría de los empresarios tuxtlecos, incluyendo priístas, según afirman sus estrategas. A estos apoyos, se dice, se debió en gran parte la sorpresiva victoria del PAN en Tuxtla Gutiérrez.
(Con la colaboración de: David Carrizales, NL; La Jornada de Oriente; Juan Balboa, Chiapas, y Víctor Ruiz, Oaxaca)