La Jornada 9 de marzo de 1996

Decide hoy AN líder y estrategia para el 2000

Mireya Cuéllar y Néstor Martínez En la embriaguez del triunfo, más que un nombre, el PAN definirá hoy buena parte de la estrategia que lo conduzca a la mayoría del Congreso el año entrante y a Palacio Nacional en el 2000.

Felipe Calderón Hinojosa y Ernesto Ruffo Appel, encarnan en el fondo el mismo proyecto; la diferencia es de eficacia política.

Ambos deberán mostrar sus mejores prendas para convencer al Consejo Nacional que son la figura idónea, en un escenario de aparente ruptura de la alianza política con el gobierno, que iniciaron durante el salinismo.

La moneda está en el aire. Los cálculos previos de los panistas advierten que no hay nada escrito. Hablan de la existencia de una franja de ``indecisos'', más o menos el 10 por ciento de los consejeros (alrededor de 25), que podría definir la elección en el último momento.

El decimosexto presidente nacional será electo mediante el voto secreto de los 272 consejeros. Se prevé que, por lo apretado de la contienda, el triunfador surja finalmente después de más de una ronda de votación.

Calderón Hinojosa, michoacano de 33 años, se ha convertido en el candidato de gran parte de la vieja guardia panista, en tanto que el bajacaliforniano Ruffo Appel (43) encabeza los intereses de los llamados neopanistas, en particular de los grandes empresarios del norte.

Uno de los candidatos, el de Michoacán, conoce a fondo la doctrina y las entrañas del partido; el otro cuenta con la importante experiencia de haber sido gobernador de Baja California.

El primero de los dos aspirantes que obtenga este sábado las dos terceras partes de los votos de los consejeros presentes, será el nuevo presidente del PAN.

Los apoyos

Desde que se inició la contienda, una vez que el actual presidente panista ratificó en enero su decisión de no buscar la reelección, las corrientes internas comenzaron a definirse en torno a sus abanderados.

Calderón aglutinó al llamado panismo histórico. Avalaron su registro consejeros con apellidos de pedigree: María Elena Alvarez de Vicencio, María Teresa García de Madero, Hiram Escudero, Alvaro Fernández de Cevallos, Gonzalo Altamirano Dimas, Tarcisio Rodríguez Martínez y Juan Miguel Alcántara Soria, entre otros. Tomó la palabra Gabriel Palomar y Silva, considerado una institución dentro de Acción Nacional.

Quedó claro que Calderón es el candidato de muchos de los foristas que no abandonaron el PAN y de buena parte de quienes hace tres años llevaron a Castillo Peraza a la presidencia del partido blanquiazul.

Eso ya se había perfilado poco antes, durante el acto en el que Calderón anunció que estaría en la contienda. Ahí estuvo José Angel Conchello junto a Margarita Zavala (la esposa de Felipe), y en el efectuado en el CEN.

El dirigente estatal del PAN en Jalisco, Tarcisio Rodríguez, no esperó a que el michoacano oficializara su decisión de participar. Desde antes anunció que Calderón era el candidato de todos los consejeros nacionales de ese estado.

En el Distrito Federal -la delegación más numerosa- la balanza parece estar en favor de Calderón. Sólo las consejeras Carmen Segura y Cecilia Romero, se han manifestado abiertamente por Ruffo. De hecho, la trayectoria política de Felipe Calderón es más reconocida en esta capital, donde ya fue asambleísta, y no en su natal Michoacán, donde contendió por la gubernatura.

Yucatán es otra de las delegaciones felipistas. La encabeza el senador Benito Rosell Isaac.

Por su parte, Ruffo trae amarrados la mayor parte de los votos de Nuevo León, aunque María Teresa García de Madero, fue una de los diez consejeros que dieron a Calderón la firma para que se registrara como candidato.

El 12 de febrero, el bajacaliforniano se registró avalado también por importantes figuras: Raúl Monter Ortega, el dirigente estatal en Nuevo León; Humberto Rice García, de Sinaloa; Jorge Zamarripa Díaz, de Aguascalientes; Ana Teresa Aranda Orozco, de Puebla; el gobernador de Baja California, Héctor Terán Terán; María del Carmen Segura Rangel, del Distrito Federal, y José González Morfín, de Michoacán, entre otros.

Ruffo recibió un gran número de apoyos públicos para que se presentara a la contienda. Incluso él mismo asegura que Luis H. Alvarez, el ex dirigente nacional del PAN, ya le prometió su voto.

Públicamente, Ernesto Ruffo recibió el apoyo de los cuatro gobernadores panistas: Héctor Terán Terán, Francisco Barrio Terrazas, Vicente Fox Quesada y Alberto Cárdenas Jiménez, además del ex mandatario Carlos Medina Plascencia.

También lo apoyan los dos consejeros que hace tres años perdieron la presidencia nacional frente a Castillo Peraza: Rodolfo Elizondo y Alfredo Ling Altamirano. De hecho, este último declinó su anunciada candidatura en favor del bajacaliforniano. Se especula incluso que Rodolfo Elizondo sería el secretario general del CEN, en caso de que Ruffo gane. El Negro, como le llaman sus amigos, conoce bien las entrañas del blanquiazul.

Cabe recordar, a manera de ejemplo, que hace tres años, el Consejo Nacional tuvo que ir hasta una tercera ronda de votaciones para elegir al nuevo presidente panista. En esa ocasión, Carlos Castillo ganó la primera, pero no alcanzó el 66 por ciento de los votos que se requiere; en la segunda ronda fue Ling Altamirano quien tuvo ventaja, aunque tampoco logró las dos terceras partes de los sufragios.

Antes de iniciar la tercera ronda, Elizondo retiró su candidatura y sus votos se dividieron entre los otros dos aspirantes. Castillo Peraza consiguió entonces un apretado triunfo.

Representan lo mismo: González Luna

Mauro González Luna, un panista ``de toda la vida'' que salió en 1992 con los llamados ``foristas'', dice que las diferencias entre Ernesto Ruffo y Felipe Calderón, son sólo de apariencia.

``La bandera doctrinaria es sólo un disfraz de Calderón para encandilar a los ilusos. El fue de los cómplices de toda esa línea neopanista. Fueron partícipes de esa claudicación, de ese cambio de rumbo, Luis H. Alvarez, Carlos Castillo y el propio Felipe Calderón, quien en esa época era un joven allegado a Castillo Peraza...''.

De Ruffo, el diputado González Luna afirma que es el ``típico exponente del neoliberalismo panista. Es pragmático y prosalinista, pero lo considero más auténtico, si es que cabe el término autenticidad''.

El Consejo, una ``junta de notables''

Integrado por 272 miembros, de los cuales 250 son electos por la Asamblea Nacional y 22 tienen carácter de ex oficio -cuentan con pase automático-, el Consejo Nacional representa a la crema y nata del panismo de todo el país.

Su estructura está conformada por los presidentes de todos los comités directivos estatales, por los coordinadores de las dos fracciones parlamentarias, por el coordinador nacional de los diputados locales, por los ex presidentes nacionales del partido, así como por muchos de sus militantes más ``notables''.

No todos los estados cuentan con el mismo número de consejeros nacionales. El tamaño de la delegación se determina en función del número de votos obtenido en la última elección de cada estado y en la cifra registrada de militantes activos. De esta manera, el Distrito Federal es la delegación más numerosa, con 34 puestos, y la menor es Campeche, con un solo consejero.

Una vez determinado el número de consejeros que corresponde a cada entidad, los consejos estatales hacen sus propuestas a una comisión dictaminadora de la Asamblea Nacional, que revisa cada uno de los casos -con derecho a veto- y hace la propuesta final al pleno de la propia Asamblea para que la ratifique.

Es por esto que no es una exageración afirmar que el Consejo Nacional es un selecto grupo de panistas notables.