La Jornada 9 de marzo de 1996

México, ``en la antesala del totalitarismo'': Servitje

Raúl Llanos Samaniego La pasividad de los mexicanos, la abstención política y el ``quietismo social'' nos han llevado al ``estatismo'' y a la ``hipetrofia política'' en la cual el Estado todo lo planea, todo lo controla, todo lo provee, y esto es la antesala del totalitarismo, sostuvo el empresario Lorenzo Servitje.

Al participar en la 68 Asamblea de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el presidente honorario vitalicio del Grupo Industrial Bimbo afirmó que el ``quietismo social'' es el culpable de que no se corrijan muchos de los males que nos aquejan, y por eso ``nos abruman la incertidumbre y la frustración''.

Consideró que la mayoría de la gente, desgraciadamente, rehuye toda responsabilidad social; en su interior considera ilusos, y aun necios, a aquellos que se preocupan por los demás.

Ante un auditorio de aproximadamente 600 empresarios de la Coparmex, Servitje Sendra expresó que, luego de analizar la realidad mexicana en sus diversos aspectos, concluye que ``algo no está funcionando''. Con la carga encima de la incertidumbre y la frustración ``nos preguntamos el porqué de un sinnúmero de tensiones, conflictos y problemas no resueltos''.

En su opinión, la ciudadanía es débil ante el poder público; no se protesta si las leyes se violan; casi nadie se preocupa de las grandes diferencias en el ingreso y la riqueza; poca gente se inclina por ayudar a los más necesitados; las actividades se dejan a unos cuantos. En síntesis, ``prevalece la cultura de lo mío y lo demás no importa''.

Esto es el llamado ``quietismo social'', es decir, que la gente todo lo espera del Estado, todo lo pide y, sin embargo, le da lo menos posible. ``La anemia social es la que origina la hipertrofia política'', puntualizó.

Para Servitje, ante esa pasividad de los individuos surge, como fenómeno compensatorio, el ``estatismo'', que es el Estado que crece y se desorbita ante la apatía de los habitantes, y se apodera de funciones y actividades que no le corresponden.

``El Estado, que por una voluntaria minoría de edad de los ciudadanos todo lo planea, todo lo controla, todo lo provee. El totalitarismo, fase final del estatismo, tiene sus raíces en el quietismo social'', aseveró.

El empresario mencionó que en los últimos 50 años se ha elevado a la categoría de ``artículo de fe'' la idea de que el gobierno es el que debe resolver los problemas sociales, a tal punto que ``mucha gente considera prácticamente inmoral y ciertamente inútil que una necesidad social sea afrontada por algún medio que no sea un programa gubernamental''.

Apeló aquí a la solidaridad y subsidiaridad de los mexicanos para que los grupos menores hagan lo más posible en la solución de su problemática, y los mayores y el Estado sólo lo necesario, ya que, según dijo, de esta manera se combatirá el ``quietismo social''.

Para lograrlo, explicó, se nos abre el camino de promover el desarrollo pleno de las personas y los grupos que nos rodean. ``No sólo pugnar por que cada uno haga la parte que le toca, sino también que cada día haya más líderes y guías sociales en los distintos campos de la actividad'', remarcó.

Finalmente, Servitje Sendra indicó que los empresarios son líderes sociales; por ello ``tenemos la capacidad de hacer mucho, no sólo en el ámbito económico. Somos los primeros responsables del desarrollo social''