Antonio Gershenson
Recesión y recuperación

Se han mencionado cifras según las cuales la crisis ya ``tocó fondo'' y, aproximadamente desde el pasado octubre, el producto interno del país se empieza lentamente a recuperar. Sin embargo, es claro que la situación recesiva e incluso crítica sigue afectando a numerosos sectores de la economía nacional, por no hablar de la situación individual de la mayoría de los mexicanos.

De hecho hay un sector que en este caso ha sido prácticamente el únicoque no fue afectado por la crisis, salvo en algunos casos por muy poco tiempo: el sector exportador. Hasta el sector financiero, que en otras crisis había salido relativamente bien librado e incluso con ganancias, ahora cayó víctima, entre otras cosas, de su propia eficiencia para exprimir a cada vez más deudores hasta el punto de hacerles imposibles los pagos de sus crecientes deudas, dando lugar a la cartera vencida. No hubo en este caso cartera vencedora y numerosos acreedores cayeron junto con los deudores.

Incluso las empresas exportadoras vieron desplomarse sus ventas dentro del país. La mitad de las armadoras de coches llegaron al cierre temporal, en lo que reestructuraban sus operaciones para canalizar el grueso de su producción hacia el extranjero. De hecho, las empresas más beneficiadas fueron, dentro del sector exportador, las maquiladoras, que poco o nada dependen del mercado nacional.

Las actividades exportadoras, alentadas no sólo por los dólares caros que recibían por sus ventas al exterior sino por subsidios, por ejemplo en los precios de la energía, que en centavos de dólar eran y son hasta de la mitad que lo que pagan sus competidores del exterior, crecieron casi desde el principio de la crisis. Sólo en enero de 1995 el valor de las exportaciones mexicanas tuvo una reducción. Pero las empresas y en particular las fábricas cerraron por centenares. La gente perdió su trabajo por millones. El ingreso real de muchos que conservaron el suyo se desplomó.

Estos hechos no han desaparecido. El que sumando lo que unos ganaron y lo que muchos perdieron pueda, en un momento dado, resultar mayor que cero, no termina con la crisis. Claro, los sectores perdedores y el sector exportador ganador, no están aislados entre sí. Algo de trabajo se genera en el sector exportador, y sus integrantes compran a su alrededor una serie de mercancías, dando indirectamente trabajo a otros. Pero ese lento proceso, hasta la fecha, no ha alcanzado a la mayoría de los afectados. Eso explica la gran diferencia de ópticas, de lenguajes, de visiones de la realidad, entre, por un lado, declaraciones reiteradamente optimistas, por un lado, y por otro la desesperación de millones de mexicanos que siguen estando seriamente afectados por la realidad.

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