La Jornada 11 de marzo de 1996

Becerra Acosta: en México, dictadura de régimen, no de partido

Braulio Peralta y Angélica Abelleyra/ II y última Aunque el periodismo es su medio natural, heredado, Manuel Becerra Acosta trata de conducir la charla hacia la literatura. Pero sólo por segundos lo logra. ``Lectura difícil verdad?", señala respecto a Ni Romeos ni Julietas. ``Pero no me busco la lectura difícil. Yo quisiera que fuera tan fluida como una bonita telenovela. No es que se quiera eso, la dificultad, sino que se expresa así aunque se intente ser más claro y no hacerle trampa al lector. Ni siquiera se intenta jugar con el lector''.

Cuándo regresa al periodismo?Y a qué periódico?El que usted proyecta.El que estamos proyectando ahí va... Lo que sucede es que falta toda la parte que es obra de infraestructura. Lo editorial está hecho y el resto no me incumbe: la administración, el financiamiento, la participación de socios. Yo me atengo a una acción periodística, a mi profesión.


Manuel Becerra Acosta,``No me busco la lectura
difícil. Yo quisiera que
Ni Romeos ni Julietas
fuera tan fluida como una telenovela''.
Foto: Víctor Mendiola

Y qué periódico quiere hacer?Se puede decir eso así tan fácil?Pensamos que diría: Quiero hacer algo entre Reforma y La Jornada.

Nada de eso. Son dos buenos periódicos. La Jornada es uno que, sobre todo en los acontecimientos nacionales, da muchísimo de sí. La sección cultural me gusta por el tratamiento que hace de lo informativo: crean sus propias noticias alrededor del mundo cultural. Pero La Jornada tiene un desorden, una falta de organización. Por qué dividir los asuntos en diez, en catorce notas? Por qué no considerar al pobre lector y darle una información breve? Igual, eso no le quita lo bueno como periódico. Reforma, en cambio, es un diario lleno de servicios, y atractivo en su propuesta, pero todos sabemos que reprueba en lengua. Y quizás la reprobada sea no con cinco sino con cuatro. Reforma olvida el lenguaje como La Jornada olvida el orden, el método. Además, cada quien dice lo que quiere. Está bien la libertad mientras no sea un atentado contra el lector, contra la facilidad de lectura... Bueno, yo nunca pensé que hablaríamos de periodismo. Prefiero hablar de literatura.

Pero si el periodismo usted no lo deja. En Ni Romeos ni Julietas aparece de filo, hay un personaje que es columnista y el tema está presente en la novela y en su vida.Pero la novela en lo absoluto es mi vida. Claro que mi vida es el periodismo y lo seguirá siendo, amamantado por padre y abuelo y por la mujer de mi padre, que es mi madre, una apasionada del periodismo. Eso no desaparecerá jamás, pero en Ni Romeos ni Julietas son personajes que no soy yo.

En toda novela existe siempre el alter ego.

Sí, eso es inevitable. Pero es muy diferente tener la intención de hacer autobiografía a que haya brotes autobiográficos impensados, fuera de la intención... Y sí, hay periodismo en esta novela, y creo que será muy difícil que en alguna novela mía no haya algo de periodismo. Es mi segunda agua. La primera es la piscina, aquélla de la literatura.

El escritor está sujeto a la crítica. Cómo le ha ido con la crítica literaria y qué espera? Qué tanta objetividad puede haber en torno de un hombre público, periodista como es su caso?Puede ser peligrosísimo. Puede ser que haya una modificación tal vez inconsciente a favor de un crítico o de los críticos o de la crítica. Es peligrosísimo, como peligroso es ignorarla. No creo que haya solución dada ni que haya una receta.De pronto, el tuteo entra en escena:Cómo te sientes en el regreso?Que cómo me siento? Impotente ante los problemas nacionales e internacionales. Esa es la palabra. Acaso la novela, con el tiempo, pues sí sirva. Pero qué resuelve de lo que es imperioso: la situación del país, el mundo, las crisis internacionales? Ponerse a pensar en todo eso y no escribir es colgarse de un árbol [...] Este es un trance dificultoso, incluso para las horas diarias. Si no estuviera el hacer diario sería para morirse. Qué se hace? Irse a Chiapas, por ejemplo? Ojalá de allá viniera un reflujo. Y no lo digo de broma. Chiapas mismo ya no es Chiapas mismo. Ha sido algo muy benéfico para la sociedad mexicana y para los desesperanzados.

Como periodista de oficio qué observas en el país? Qué sientes con el fin del salinismo, el principio del zedillismo, los asesinatos?Hablan del salinismo y del comienzo del zedillismo. Eso no es cierto. Hay un solo régimen. No nos engañemos. Son gobiernos de un régimen, sin reelección, con intentonas de reelección de tiempo en tiempo, como indudablemente la tuvo Salinas y como la quiso tener fugazmente Echeverría y desde luego Alemán. Pero es el mismo régimen con un sistema que no ha cambiado. Si nos ponemos a ver no por estadísticas sino lo que nos dan de carreteras, apoyo a la industria, más escuelas, infraestructura, vemos que también nos convertimos en una gran tienda donde todo se compra: Corea, Taiwán...

Le das entonces la razón a Vargas Llosa cuando dice que el PRI es la ``dictadura perfecta''?No. Vargas Llosa se equivoca. El partido nunca ha gobernado México. Ese partido es una entelequia con cuerpo burocrático poderoso cada sexenio. Vargas Llosa no tiene razón. La mayoría de los mexicanos creen deveras en un Estado-partido y no es verdad. Hay un partido, sí, pero lo maneja el Presidente. Eso sí que es un fenómeno: un dictador sexenal. Unos más, otros menos, con el prurito escondido o deslizado y que se hace visible de reelegirse. Este es el régimen que tiene un sistema que va cambiando y que hornea cada sexenio a grupos de multimillonarios. No tiene nada de popular, no tiene ningún apoyo. Lo que pasa es que no tenemos leyes vigentes, no tenemos jueces. Ya sabemos lo que es el Legislativo, aunque están ahí los partidos. Al final de Miguel de la Madrid hubo impugnaciones en la Cámara en su informe. Qué cambio radical ha habido? Ninguno! Necesitamos una Constitución pero no para leerla sino para hacerla efectiva.

``Lo que creo es que hay una inmensa tristeza popular. En la televisión, en el cine, cuando no es la miseria aguda no hay nada excepto no ser oído. Porque no nos hacen caso, así como no nos hace caso la prensa internacional salvo que suceda algo escandaloso''.

Una frase de Manuel Becerra Acosta: ``No existe periodismo con rencor''. La ratificas?Claro. No hay periodismo con rencor. Ni con odio. No hay periodismo con odio y ni siquiera con enamoramiento claudicante.

Pero sí con filosofía...Dicen que sí.

Suponemos que no lo será para los que no son idealistas.El idealismo es el refugio de la irrealización. No hay idealismo si se actúa, se entrega y se hace. Madero no fue un idealista, fue un realizador, menospreciado. Menosprecian a Madero porque no controló a una cámara demócrata, independiente, que lo agredía junto con caricaturistas, reporteros, editorialistas, analistas, pontificadores. El los dejó hacer y por eso creyeron que era un tonto con p. No es cierto: es un héroe, un héroe digno de una tragedia griega que no está escrita. Eso sí me encantaría hacerlo pero requiere tal investigación, tal tiempo, que deberíamos heredarlo a nuestros hijos. Sin demagogia, sin lágrimas. Las lágrimas las pondrá el espectador, no el escritor. El escritor no debe llorar. Nunca, jamás. Escritor que llora, lector frustrado.Y el periodista?El periodista es más serio, más riguroso, más objetivo y menos adornador. El periodista tiene que ser la plena sencillez. Sí, la sencillez es bella y es la cualidad que más adorna al periodista.

En todos estos años que has estado ausente se ha modificado mucho la estructura de los medios: Internet, la computadora, la realidad virtual y la propia televisión. Cómo ves esta era en los medios, que algunos pronostican como el fin de la era de Gutenberg?Eso del fin de Gutenberg es una falacia muy lejana en el acuñamiento de la frase. Gutenberg tiene la vida asegurada para siempre porque él no es la imprenta solamente, es la comunicación que se da a quien la recibe. Eso es todo: puede ser por la televisión o será por telepatía cuando acabemos de usar de manera más fecunda los poderes de nuestra mente.

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