La Jornada 11 de marzo de 1996

Asiste Figueroa a dos marchas espontáneas de apoyo en Guerrero

Raúl García y Maribel Gutiérrez, corresponsales Organizadas por el PRI local y el gobierno del estado de Guerrero, con la participación de empresarios, funcionarios locales y ``acarreados'', este domingo se realizaron manifestaciones ``de apoyo'' al gobernador Rubén Figueroa Alcocer en Chilpancingo y Acapulco, ambas con la presencia del mandatario.

En el puerto se registró una agresión a golpes de un grupo priísta contra miembros del Frente Cívico que en pleno ``acto ciudadano'' pidieron la salida del gobernador, a quien responsabilizan de los acontecimientos violentos en la entidad.

En las dos concentraciones los participantes lanzaron consignas en contra de la empresa Televisa por la difusión del video sobre la matanza en Aguas Blancas. En Chilpancingo, en conferencia que interrumpió abruptamente, Figueroa Alcocer agradeció el ``acto espontáneo de la sociedad civil'' y fustigó a ``los traidores y a los que engañan al pueblo''.

Por la tarde, en el zócalo del puerto turístico, el gobernador guerrerense se quedó inmóvil, dejó de prestar atención al contingente que lo apoyaba con pancartas y gritos en contra de Televisa, y fijó la mirada en un grupo del Frente Cívico de Acapulco, que en el quiosco de la plaza central exhibió una manta: ``Alto a la violencia. Fuera Figueroa de Guerrero''.

Frente al malecón hubo golpes y jaloneos de parte de un grupo de choque del PRI, que de inmediato se lanzó contra los del Frente Cívico. Los golpeadores corrieron hasta el quiosco para arrancar y destruir la manta, que pudo observarse varios minutos desde todos los puntos de la explanada.

La marcha vespertina ``de ciudadanos'', encabezada por la esposa del gobernador, Silvia Smutny, fue convocada por agrupaciones de hoteleros, comerciantes, transportistas, industriales y jóvenes ``en defensa de Acapulco'' y de Figueroa. En varias mantas se leía ``Televisa manipuladora'', y una se pedía la ``destitución de la presidenta municipal de Atoyac''.

En el zócalo el contingente llegó a unas 12 mil personas. Algunos agitaban globos blancos y carteles, y gritaban: ``Televisa, entiende, Figueroa no se vende'', ``No somos uno ni somos cien, Televisa cuéntanos bien'', ``Figueroa, amigo, el pueblo está contigo'', y muchas veces ``Fi-gue-ro-a''. Eran pocos los activos, quizá una décima parte del total reunido, mientras la mayoría permanecían quietos y callados.

Hablaron dirigentes hoteleros, de las células empresariales del PRI, de transportistas, de la Canacintra. Junto a ellos, en el templete, aparecieron los diputados federales del PRI René Juárez Cisneros y Antonio Pizá Soberanis, la senadora Guadalupe Gómez Maganda, y la diputada local Maricela Ruiz Massieu, hermana del extinto ex gobernador José Francisco.

Uno de los oradores, Ramiro Reyna, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, dijo que ``no es justo que por estas campañas de difamaciones no se ocupen cuartos de hoteles, no lleguen los trasatlánticos, que se nos vayan grandes inversiones tan necesarias''.

A mitad del acto y sin que estuviera anunciado, llegó Figueroa. Cruzó el contingente rodeado de guardaespaldas y acompañado por el alcalde Rogelio de la O Almazán y del coordinador del Congreso local, César Flores. Los porristas arreciaron los gritos de apoyo, y el gobernador saludaba levantando la mano.

Todo terminó cuando en lo alto del quiosco aparecieron unos 20 integrantes del Frente Cívico de Acapulco y extendieron la manta que pedía la salida de Figueroa. ``El progreso de un pueblo no se construye con la sangre de los campesinos'', decía el lienzo que luego quedó hecho pedazos.

Empezaron los golpes y jaloneos contra los opositores, entre ellos señoras ricas de Acapulco, empresarias, defensores de derechos humanos y ecologistas. La agresión se detuvo porque entre los dos bandos quedaron interpuestos reporteros con cámaras y grabadoras, algunos de los cuales recibieron golpes que iban dirigidos a los que protestaban.

La violencia disminuyó cuando hablaron con los golpeadores el dirigente del PRI en Acapulco, César Varela Blanco, el diputado local priísta Humberto Salgado Gómez, y el director de Gobernación municipal, Alfredo Baqueiro, mientras los opositores, en ademán pacífico, levantaban las manos, pero sin moverse de la escalinata. Cuando todos se retiraban, los priístas todavía persiguieron a los miembros del Frente Cívico, quienes se refugiaron en la Catedral de la Virgen de la Soledad.

En Chilpancingo

Por la mañana se había realizado la marcha ``de la sociedad civil por la paz'' en la capital guerrerense, que organizada por el PRI y el gobierno del estado reunió a 7 mil personas en apoyo al gobernador, y contra dos únicos objetivos: Televisa y el senador del PRD Félix Salgado Macedonio.

Ahí se escucharon los mismos gritos que luego se repetirían por la tarde. Al senador Félix Salgado lo dibujaron en carteles con bolsas de dinero en las manos y una capa de Televisa, y le exigieron, en coro: ``Macedonio, mitotero, ya vete de Guerrero''.

El mismo gobernador continuó con la hostilidad que algunos de los manifestantes entre ellos la esposa de un secretario estatal, mostraron hacia el corresponsal y el camarógrafo de Televisa en Chilpancingo, a quienes insultaron: ``Pinche prensa vendida'', ``ni parecen de Guerrero''.

Al final del mitin que Figueroa observó desde el balcón del palacio de gobierno, un numeroso grupo de reporteros lo siguió a su despacho. Pablo Obregón, corresponsal de Televisa, preguntó:Cuál es su impresión sobre esta movilización, qué significa para usted?Para mí es un gran aliento, un gran estímulo para mi vida como funcionario público y gobernador del estado. Yo siempre he actuado con una gran limpieza, con un gran sentido patriótico, con un gran sentido revolucionario, respondió, tranquilo primero, detrás de su escritorio, pero fue levantando la voz y fijando la mirada en el reportero de Televisa. Prosiguió:``La historia juzgará a los que mienten, a los traidores y a los que hicieron la revolución, que fueron mis mayores, en contra de los farsantes de este país, que existen muchos, pero en Guerrero hay hombres. Hombres valientes, no cobardes!``Ahí cortó el intento de entrevista y se retiró furioso, con los ojos inyectados, entre gritos de ``Viva Figueroa'' de sus colaboradores y familiares. Cuando casi abandonaba su oficina alcanzó a decir: ``Fue muy emotivo, estoy muy emocionado por el trabajo del pueblo, a mí lo demás me preocupa muy poco; me interesa la reacción del pueblo, de mi estado.

``Todos vinieron espontáneamente, la gente de la sociedad civil a manifestar su sentir. Cuando uno tiene el respaldo del pueblo no necesita más. Muchas gracias'', interrumpió, todavía retando con la mirada al corresponsal de Televisa.

A pesar de que el PRI y el gobierno estatal intentaron simular un acto ``espontáneo'', fue notorio el acarreo y el uso de recursos del erario. Trabajadores del ayuntamiento instalaron el presídium en el zócalo y la ciudad se quedó sin transporte porque la mayoría de las camionetas y muchos taxis fueron contratados por los dirigentes priístas para traer a los militantes.Mil 500 en AtoyacPor la mañana, en la cabecera municipal de Atoyac, grupos ciudadanos y empresariales de este municipio y de Zihuatanejo, Petatlán, Tecpan y San Jerónimo, se manifestaron en apoyo al gobernador Rubén Figueroa.

El contingente de unas mil 500 personas ocupó la plaza donde los perredistas habían anunciado su manifestación, pero no se encontraron porque el PRD cambió la hora del mitin para evitar algún altercado.