La Jornada 11 de marzo de 1996

La Helms-Burton, parte de un viraje de EU al fascismo, afirma la tv cubana

Josetxo Zaldúa, enviado, La Habana, 10 de marzo Si los efectos buscados por la promulgación de la ley HelmsBurton llegaran a cumplirse, el recrudecimiento del bloqueo económico y comercial de Estados Unidos contra Cuba, que ya lleva 36 años, "limitaría aún más nuestra capacidad de acción en el mercado internacional", reconoció hoy Ricardo Cabrisas, ministro de Comercio Exterior de Cuba, quien denunció que las leyes de Estados Unidos "no pueden ser universales".

Paralelamente, el noticiero nacional de televisión difundió este domingo un comentario editorial que calificó a la HelmsBurton --a ser promulgada este martes por el presidente Bill Clinton, tras su aprobación en el Congreso estadunidense-- como "una ley imperial conceptualmente fascista".

El análisis advirtió: "tenemos un panorama peligroso para la humanidad por el poderío militar de Estados Unidos y porque la línea divisoria que separa a la derecha estadunidense del fascismo es tan tenue que es difícil de precisar".

El editorialista estimó que la citada ley "es una de las primeras expresiones de lo que puede ser este planeta en el año 2000 si desde ahora todas las naciones, especialmente las del Tercer Mundo, no establecen mecanismos de apoyo mutuo y no marchan y defienden una posición de unidad que impida que el matonismo de las grandes potencias se convierta en la base de las relaciones internacionales".

En lo que los analistas locales consideran se trata de "la apertura de un nuevo frente en la política internacional" cubana, el editorial hecho público este mediodía por la televisión nacional alertó a los países sobre los riesgos de aceptar la extraterritorialidad de la HelmsBurton: "Hoy somos nosotros, pero mañana puede ser cualquier país".

De igual modo, el editorialista advirtió sobre los peligros implícitos en la posibilidad de que "esas fuerzas ultrarreaccionarias" --las que promueven la derechización de la política estadunidense al modo del republicano Pat Buchanan-- lleguen a controlar el poder en Estados Unidos.

"Entonces el fascismo podría hacerse realidad en ese país, con todas las consecuencias que ello tendría para el mundo, porque a través de la educación, la ideología y su idiosincrasia tratarían de imponer por la fuerza sus intereses".

Tras rechazar que esta hipótesis sea alarmista, el editorial oficialista precisó que la HelmsBurton no es un hecho aislado, sino que se vincula con una política global, interna y externa, apadrinada por algunos círculos políticos y empresariales de Estados Unidos: "Hay que vincular lo que nos afecta (HelmsBurton), con esa idea encaminada a acabar con la seguridad social, con las leyes antimigratorias en diferentes estados, con el racismo, la xenofobia, con la proliferación de organizaciones de extrema derecha perfectamente armadas y entrenadas, cuyo discurso se parece demasiado al de los senadores republicanos". La iniciativa HelmsBurton que será promulgada por Clinton en el estado de Florida, reducto del más genuino anticastrismo, refuerza la llamada ley Torricelli, vigente desde 1992, según la cual Estados Unidos puede y debe retener la ayuda económica directa a las naciones que mantengan operaciones comerciales u otorguen préstamos a Cuba. También establece la aplicación de multas de hasta 50 mil dólares a las personas que violen las licencias, reglas, ordenanzas o regulaciones del acta una vez que sea aprobada.

Hasta ahora, Clinton opuso tenaz resistencia al tercer capítulo de la HelmsBurton, relacionado con la posibilidad de presentar demandas judiciales contra quienes comercien o trafiquen con propiedades confiscadas en Cuba a ciudadanos estadunidenses o a cubanos naturalizados estadunidenses.

El derribo de dos avionetas de la organización anticastrista Hermanos al Rescate por aviones cubanos de combate Mig, el pasado 24 de febrero, hizo cambiar de opinión al gobernante demócrata que, al parecer, quiere los votos del influyente lobby anticastrista de Miami para asegurar su reelección ante el casi seguro candidato republicano a la presidencia, Robert Dole.

La ley de EU no puede ser universal

En declaraciones al semanario dominical Juventud Rebelde, órgano de prensa de las juventudes comunistas, el ministro de Comercio Exterior de Cuba, Ricardo Cabrisas, explicó que la HelmsBurton es un instrumento "que recurre al chantaje y a la intimidación a los gobiernos y empresarios del mundo para impedir que establezcan vínculos con Cuba, desestimular la participación en programas de inversiones y crear nuevas dificultades a la vida económica de nuestro país. Por extensión, y de manera fehaciente, pretende introducir aún mayores obstáculos al comercio internacional y al cumplimiento de las reglas establecidas por la OMC (Organización Mundial de Comercio)", dijo.

Según Cabrisas, las acciones propuestas por la mencionada iniciativa contribuyen a incrementar los obstáculos al comercio internacional "y entronizan la discriminación entre los miembros de la OMC, en total oposición a los principios y objetivos que los miembros estamos comprometidos a observar y defender".

El ministro recordó que los perjuicios de más de tres décadas de bloqueo estadunidense contra la isla representan una pérdida acumulada de unos 40 mil millones de dólares. Cuba "tiene una economía pequeña y con un alto grado de interdependencia respecto del mercado internacional, lo que multiplica el impacto negativo" de acciones como la HelmsBurton.

"Esta realidad se patentiza en algo tan sensible como la salud de nuestro pueblo, al limitarnos, con sus acciones, el acceso a medicamentos y equipos médicos de los cuales Estados Unidos son productores exclusivos. Las operaciones de exportación e importación de los rubros principales de Cuba, tales como el azúcar, el níquel, el petróleo, se han mantenido permanentemente bajo estricta observación para entorpecerlas y, si fuese posible, impedirlas. Eso ha sido una constante, y mantiene toda su vigencia", dijo.

Los principales exportadores de productos de níquel o que contengan níquel, cuyo destino sea el mercado estadunidense, están obligados a certificar que los mismos no contienen ni una pizca de níquel cubano: "Semejante práctica es común también en el azúcar, sobre el cual además pesa el impedimento del acceso directo a la Bolsa de Nueva York. Esas acciones sobre nuestros principales renglones de exportación conllevan que el país vea aminorados sus ingresos por exportación", reseñó Cabrisas, quien, sin embargo, destacó la oposición al recrudecimiento del embargo que han manifestado la Unión Europea, Canadá, Rusia y México, entre otros.