Canaco: se perdió en un año lo recuperado en 12
Patricia Muñoz Ríos/I Los mexicanos se empobrecieron en un año lo que tardaron casi dos sexenios en recuperarse económicamente, pues sus niveles de consumo se redujeron prácticamente a la mitad en sólo 12 meses; han tenido que sustituir productos normales de consumo por similares más baratos o incluso prescindir de ellos, disminuyó el número de consumidores y estos tienen ahora menos que gastar.
Además, se mantendrá ``achicado'' el mercado nacional hasta 1997 y ni siquiera en esa fecha la población habrá recuperado su nivel de poder adquisitivo de finales de 1994; se cancelaron para la mayoría las posibilidades de inversión y ahorro, como son la construcción o la adquisición de bienes muebles e inmuebles, diagnosticó el nuevo presidente de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México (Canaco), José Santos.
Puntualizó el dirigente que según el análisis de organismo, la economía se encuentra en un periodo de estanflación y que si el año pasado fue de sacrificio éste será de ``resistencia'' para todos los sectores.
Acarca de la situación del sector dijo que a los 3 mil comercios cerrados el año pasado --tan sólo en esta ciudad-- se añadirán más en 1996 ya que el ``mercado quedó muy grande'' para los ahora pocos consumidores, por lo que se mantendrán frenadas las inversiones.
Sobre la posibilidad de que se registre un fenómeno de desinversión --huída de las empresas extranjeras por la caída del mercado--, respondió que esto no se avisora pero ``definitivamente los grandes planes de expansión por toda la República que tenían están cancelados por el momento''.
El dirigente empresarial expuso que en sólo un año hubo un drástico empobrecimiento de la población, que prácticamente debió reducir su nivel de consumo al 50 por ciento del que tenía antes de la crisis. Esto significa que los resultados de dos años que se tomaron para recuperar la economía de los particulares, se vinieron abajo en unos cuantos meses.
La prueba es que las ventas cayeron en promedio a la mitad en la gran mayoría de las ramas comerciales, e incluso en algunas la contracción real fue mayor llegando hasta el 80 por ciento, como en los casos de la industria de la construcción o venta de automóviles, lo que significa que se cancelaron las posibilidades de ahorro e inversión inmediata de la población.
En su opinión se trata de una de las peores etapas económicas de que se tenga memoria, en la que el poder adquisitivo de los trabajadores tuvo tal desplome que significó un empobrecimiento para la mayoría de la población.
Estudios de la Canaco demuestran incluso que por la crisis, las personas han tenido que dejar de consumir muchos productos que ya eran normales en su dieta, además de que han tenido que sustituir otros o bien comprar los más baratos en los casos en que no pueden prescindir de ellos, como son frijol, leche, papel, aceite, galletas o sopas.
``Nos hicimos más pobres de la noche a la mañana con esta contracción, pero además el desempleo propició que hubiera menos consumidores, y la inflación que los consumidores que hay gasten menos. Es un doble efecto negativo'', indicó.
Hizo ver que a pesar de que se esperan mejores perspectivas en el mediano plazo y se prevé el ensanchamiento del mercado interno, la recuperación del poder de compra no se dará en el mismo lapso.
En lo inmediato 1996 será sumamente difícil, ``de resistencia'', pues las empresas tendrán que sobrevivir con márgenes prácticamente nulos de utilidad, y se tendrá que hacer un mayor esfuerzo de productividad y eficiencia para salir adelante.
En este año seguirá habiendo cierres de empresas, aunque no en las proporciones de 1995, y la gran mayoría tendrá que conformarse con sobrevivir pues aunque se empezará a registrar una muy discreta recuperación en las ventas en la última parte de 1996, seguirá el sacrificio, aseguró.
Dadas las perspectivas económicas que se tenían en 1994, el sector comercio se ensanchó fuertemente y se expandió con la construcción de plazas comerciales, la entrada de tiendas de autoservicio y de otros sectores del extranjero, y el endeudamiento para capitalización al que recurrieron muchas de estas empresas, todo lo cual creó una oferta mucho mayor del comercio, por lo que este sector se encuentra sumamente rebasado y sus inversiones no se han recuperado ni se recuperarán en el corto plazo.
Por ello la caída fue más severa. Tan sólo en el Distrito Federal se detectó la desaparición de cerca de 3 mil establecimientos comerciales, todo lo cual constituye una pérdida enorme de empleos, y la paralización de las inversiones ya que ``nos preparamos para una demanda grande y nos quedó muy grande el saco''.
--¿No irá a haber desinversión extranjera, compañías que se vayan del país?
--No, lo que han hecho estas tiendas es frenar su inversión, tenían planes agresivos de expansión en toda la república que ahorita están detenidos.
Acerca de las previsiones de ventas y utilidades para el presente año, comentó que la curva de caída quedó en un punto de inflexión ``y no creo que descienda más, pero sólo podremos esperar una muy discretísima recuperación''.