Sin cambios a fondo, el partido estará ``en dificultades'' en la próxima elección: Sobrino
Ciro Pérez Silva y Roberto Garduño Espinosa /I El rumbo económico que los gobiernos de Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León impusieron al país, descapitalizaron políticamente al PRI, señala Agustín Basave, encargado de elaborar una de las dos propuestas de reforma que se llevarán a la XVII sesión ordinaria de la Asamblea Nacional de ese partido a celebrarse entre junio y julio de este año.
Con el tiempo encima, los priístas reconocen que su partido no posee ahora los instrumentos para conservar el poder en las elecciones de 1997 y del 2000, si no lleva a cabo una reforma interna a fondo.
``Evidentemente con el PRI que hoy tenemos no sería suficiente para arribar al próximo siglo a una contienda electoral; incluso con el PRI que hoy tenemos, sin modificaciones a fondo, estaríamos en graves dificultades para 1997'', advirtió el coordinador nacional del Movimiento Territorial Urbano Popular de ese organismo político, Carlos Sobrino Sierra.
En entrevista, Basave asume que el PRI debe ser vigilante del buen desempeño de los gobernantes que lleva al poder, ``porque el costo político de los que se desvían lo paga el partido siempre''.
--¿El PRI ha perdido la participación de la sociedad?
--El PRI fue un partido (sic) que se adaptó a tiempo y aplicó la política económica en boga, la única viable en el mundo, aun cuando esta no coincidiera exactamente con sus postulados originales en la materia, y sin embargo, en los dos sexenios en que sucedió esto, el gobierno que aplicó esta política le exigió a su partido que lo apoyara, y éste apoyó esta política económica.
Conocedor de la situación interna del priísmo, Basave reconoce que el neoliberalismo fue y es para los últimos tres presidentes, la única política económica viable:
``Y si bien era la única política viable, fue también muy impopular y generó un alto costo social. El PRI gastó el capital político que acumuló durante muchos años, yo diría que en esos sexenios se descapitalizó políticamente al apoyar ese modelo económico que era ineludible... y que se llevó a sus extremos''.
Agustín Basave, quien preside también la Fundación Cambio XXI Luis Donaldo Colosio, apuesta al acercamiento con la gente como la fórmula de la capitalización política del PRI.
``Hay momentos en que la racionalidad económica no se convierte en racionalidad política, y esto es lo que sucedió en el caso de este modelo económico; es un modelo que todavía no ha dado resultados a nivel microeconómico, por lo que el partido tiene que tomar, desde luego, una posición clara en favor de la gente y tiene que exigirle al gobierno resultados en lo económico''.
--¿Qué peso tendrá el tema económico en la Asamblea Nacional?
--No creo que debamos caer en el error de convertirnos en un partido de oposición más, el PRI tiene que asumir la responsabilidad de ser lo que es: un partido en el poder. Debemos ser muy realistas, muy serios en nuestro análisis, no podemos caer en el recurso fácil de criticar sin proponer algo.
En la larga conversación, el político revela que la democratización interna va a generar mucha discusión en la XVII sesión de la Asamblea Nacional. Tanta, que da a conocer que en el seno de ese encuentro se presentarán dos propuestas, porque hay dos corrientes o grandes tendencias al interior del PRI.
``Una que quiere un cambio moderado y otra que quiere un cambio radical. Yo quiero que eso se refleje en propuestas y que los delegados votemos libremente por la opción que consideremos mejor. No debemos llegar solamente con una (propuesta) para decir sí o no''.
--¿Pero esto sería algo inédito?
--Sí, sería algo inédito. Fue una propuesta que yo le hice al Comité Ejecutivo Nacional.
--¿Se debe esperar a que ocurra la reforma política del Estado para reformar al PRI?
--Yo no creo que la reforma del partido y la reforma del Estado deban correr por autopistas paralelas, deben realizarse de manera simultánea. No creo que debamos esperar más para la asamblea y el proceso de reforma interna del partido, que hoy genera un ensimismamiento lógico. Ese vuelco del PRI sobre sí mismo lo hace a veces olvidarse de los problemas de la gente, y a la sociedad no le interesan mucho los detalles de cómo va a funcionar el Consejo Político, o cómo se van a elegir dirigentes o candidatos.
Basave acepta que la sociedad espera del PRI que le resuelva sus problemas, o por lo menos que le haga una oferta política para resolverlos, ``por eso los periodos de reforma no deben ser tan largos, porque tienden a alejarnos del compromiso de ofrecer una oferta y una propuesta a la sociedad. Yo creo que debemos concluir la reforma. Mi propuesta es que se haga a mediados de este año en la Asamblea Nacional, entre junio o julio''.
--El PRI está viejo, muchos lo dan por casi cadáver. ¿Qué le pasa a su partido?
--La gran virtud del PRI ha sido su capacidad de autorregeneración. Siempre ha habido un debate en el PRI o PNR o PRM, entre conservadores y renovadores, y siempre, para fortuna del partido, han ganado los renovadores. Ganaron en 1929, 1938, 1946 y 1990. Sin embargo, la inercia es fuerte y hay gente que confunde la conservación del poder con la conservación del status quo. Eso es un gravísimo error. Si no entendemos el llamado a la transformación profunda estamos en riesgo de perder el poder; creo que el PRI puede y debe transformarse. Si no lo hace se haría realidad el cliché de renovarse o morir.
El otro polo de la propuesta de reforma lo enuncia el senador Carlos Sobrino. Sobre la necesidad de correr paralelamente a la reforma política del Estado, el legislador opinó:
``Nosotros no creemos que el proyecto de reforma del Estado determine y haga que paralelamente el PRI construya su proyecto interno, nosotros no podríamos no arribar (sic) a un proyecto de partido nuevo y que pudiera dar respuesta a todo el bloque económico que agobia a la sociedad mexicana''.
Para Carlos Sobrino, el retorno al asambleísmo marcará ``favorablemente'' el futuro de su partido, visión que choca con la de Agustín Basave, quien advierte :
``Yo no creo en el asambleísmo, yo no creo en los universos decisorios muy grandes, yo creo en órganos representativos pequeños, donde se tomen decisiones democráticas. Creo que eso es el secreto del éxito de los partidos democráticos en el mundo. Son los órganos que toman las decisiones importantes, particularmente en la elección de candidatos y dirigentes. Es una democracia representativa''.
Los dos polos. Los conservadores y los renovadores priístas.