La Jornada 12 de marzo de 1996

Resolución sobre Guerrero en ocho días, o el PRD dejará la reforma

Rosa Icela Rodríguez El Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (CEN del PRD) advirtió ayer que se retirará de la mesa para la reforma del Estado y de la mesa de coyuntura si en una semana el gobierno federal no emite una resolución al genocidio en Guerrero.

El anuncio lo hizo la dirigencia nacional, luego de efectuar ayer una fuerte discusión y análisis en la sede perredista, en los que ganó la posición de ``reconsiderar'' la participación en las mesas ``porque carecen de eficacia y no hay soluciones prontas al asunto''.

Tres exigencias básicas: que salga el gobernador Rubén Figueroa de ``circulación política de manera urgente por la impunidad con que opera'', atraer al fuero federal el caso Aguas Blancas y que se detengan las amenazas contra los dirigentes perredistas en Guerrero.

Así lo dieron a conocer en conferencia de prensa los dirigentes Jesús Martín del Campo, Alejandro Encinas, Samuel I. del Villar y Nuria Fernández, quienes consideraron un peligro para la seguridad de los dirigentes perredistas en Guerrero la espera de cuatro semanas determinada por la Suprema Corte de Justicia, y responsabilizaron a Rubén Figueroa de cualquier riesgo a la vida de los perredistas de aquella entidad.

Encinas y Martín del Campo fueron ``facultados'' por su partido para presentar esas propuestas ante la mesa de coyuntura que se efectuó anoche, de manera que se canalicen hacia la solución de los conflictos.

Samuel I. del Villar subrayó que el PRD acordó la retirada no sólo de la mesa de coyuntura, sino de todas las del diálogo, si no se da la solución del genocidio de Guerrero, al tiempo que Nuria Fernández sostuvo que a la fecha han sido asesinados 426 perredistas, 87 de ellos en Guerrero, y denunció las amenazas del domingo pasado contra el senador Félix Salgado y la alcaldesa de Atoyac, María de la Luz Núñez.``Círculo perverso de la impunidad''Previamente a las palabras de los dirigentes, Porfirio Muñoz Ledo, presidente nacional del PRD, dijo que su partido tiene extrema preocupación por el asunto de Guerrero, porque cada día que pasa es mayor la pérdida de vidas humanas y las amenazas a las personas. Pareciera, afirmó el dirigente, que el gobierno federal no se ha dado cuenta de lo que está ocurriendo, que es una fascistización del gobierno de Guerrero y una especie de reacción perversa, en el sentido de que al no ser tocado Rubén Figueroa se siente alentado. ``Es el círculo perverso de la impunidad''.

El líder perredista reconoció no saber ``cuál sea el estado del diálogo entre el gobierno federal y Figueroa. Debe haberlo, yo no creo que se hayan interrumpido las llamadas telefónicas, lo que explica la permisibilidad para que el PRI convocara a un mitin de acarreo en Guerrero y que continúen las amenazas y las bravuconadas de Figueroa''.

Enseguida advirtió: ``Si el gobierno (federal) no entiende que este asunto no solamente es grave, muy grave para México, sino que es urgente, podemos llegar a un verdadero Estado de excepción en Guerrero y en el país''.

Luego hizo ``un llamado imperioso al gobierno (federal) para que se ponga un alto a las matanzas de Guerrero y que no espere hasta que haya el informe y la opinión de la Suprema Corte para actuar, (pues) puede ser sumamente riesgoso: Figueroa tiene la pistola desenfundada, no se puede esperar la decisión tres o cuatro semanas''.

Muñoz Ledo insistió en demandar la desaparición de poderes y atraer el caso hacia el fuero de la Procuraduría General de la República.

Por la noche, el diputado Cuauhtémoc Sandoval, Encinas y Martín del Campo se reunieron con el subsecretario de Gobernación, Natividad González Parás, para plantearle los acuerdos del CEN y que se instale la mesa de coyuntura, cuestión que se decidirá en la mesa central del próximo jueves.