Rentables, sólo 5 de 35 autopistas concesionadas
Víctor Cardoso Cinco autopistas concesionadas podrían ser retomadas este mismo año por el gobierno federal ante el fracaso económico. Ellas serían las carreteras Durango-Yerbanis, Gómez Palacio-Cuencamé-Yerbanis y otras localizadas en Campeche, Zacatecas o Chiapas.
Mientras se toma una decisión definitiva respecto a si se retiran las concesiones o se dan facilidades a los empresarios para sacar adelante los proyectos, para el presente año el gobierno federal, por medio de Caminos y Puentes Federales de Ingresos (Capufe), transferirá más de mil 500 millones de pesos a las autopistas privadas con problemas económicos. Con ello, en el periodo 1989-1996 se habrán transferido un total de 10 mil 196 millones de pesos.
Durante una plática en el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), el director de Capufe, Francisco Javier Alejo López, insistió en su posición de que el gobierno retome las autopistas operadas por particulares. Esa opinión, dijo, ``en lo fundamental coincide con la del secretario de Comunicaciones y Transportes''.
Indicó que algunos proyectos carreteros ``van a salir por sí solos'' de sus problemas económicos derivados de las altas tasas de interés, reducido tránsito vehicular y plazos de recuperación relativamente cortos, pero otros, la mayoría, ``no van a salir de ninguna manera en manos privadas''.
``Si alguien perdió en algún proyecto, pues tiene que asumir las pérdidas, eso es lo que se ha hecho en todos lados y a lo largo de toda la historia; creo que sería malo para todos que se le regalara dinero fiscal a alguien'', comentó sobre las transferencias gubernamentales a las autopistas privadas.
Sin embargo, con base en la cláusula de garantía de aforos establecida en los títulos de concesión otorgados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) el sexenio pasado (52 en total a empresarios, gobiernos estatales e instituciones fiduciarias), esa dependencia tendría que retomar las concesiones en 30 de las 35 autopistas operadas por particulares, pues sólo cinco de ellas superan los cuatro mil vehículos diarios, considerado como el número mínimo para que la mayoría de los proyectos fueran rentables.
Actualmente esa garantía de aforo se discute en el segundo proceso de reestructuración financiera que se lleva a cabo en torno de las autopistas concesionadas.
Las 35 concesiones otorgadas a particulares involucraron inversiones globales --hasta octubre de 1995-- por más de 62 mil millones de pesos, de los cuales 46 por ciento (unos 28 mil 500 millones) fueron financiados por el sistema bancario nacional; 24 por ciento (casi 15 mil millones) fueron aportados por los propios beneficiarios de la concesión; 14 por ciento (8 mil 680 millones) fueron créditos no bancarios; el gobierno federal hizo aportaciones por 13 por ciento del total (unos 8 mil millones) y algunos gobiernos estatales participaron con tres por ciento (alrededor de mil 860 millones de pesos).
De acuerdo con los registros de aforo de los propios concesionarios, los únicos tramos con un tráfico superior a 4 mil vehículos son: Constituyentes-La Venta-La Marquesa (18 mil 884); Peñón-Texcoco (13 mil 507); Ecatepec-Pirámides (13 mil 403); Guadalajara-Zapotlanejo (11 mil 444) y Chamapa-La Venta (8 mil 291).
En dos más apenas se rebasa la circulación de 3 mil automotores al día; 11 se sitúan entre 2 mil y 2 mil 971 automotores y nueve entre mil y mil 885.
Otras siete concesiones no rebasan los mil vehículos de aforo diario: La Tinaja-Cosoleacaque (892 vehículos); Mérida-Cancún (822); Gómez Palacio-Cuencamé-Yerbanis (801); Torreón-Saltillo (757); Gómez Palacio-límites del estado de Durango (707); Mexicali-Tecate (707); libramiento de Manzanillo (441), y Durango-Yerbanis (398).