La Jornada 13 de marzo de 1996

Reportan incursión de tropas y vuelos rasantes en cañadas de Chiapas

José Gil Olmos, enviado, Altamirano, Chis., 12 de marzo Después de un año de haber ingresado a la cañada de Livingston en busca de la dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hoy tropas del Ejército federal realizaron nuevas incursiones con movimiento de soldados transportados por helicópteros. Habitantes de la región aseguraron que un millar de militares se instalaron en pequeñas comunidades indígenas ubicadas entre las montañas.

Por su parte, fuentes de la Séptima Región Militar informaron que el movimiento de tropas obedece a futuras labores sociales que realizarán en Altamirano.


Tensión en Chiapas, helicópteros del Ejército federal
realizaron ayer varias maniobras sobre el ejido Morelia.
Foto: Frida Hartz

Durante todo el día, con un lapso de una hora en promedio, cuatro helicópteros realizaron viajes desde el cuartel en Altamirano hacia la cañada que comunica este municipio con Las Margaritas, transportando los soldados. Se observó que los vuelos eran rasantes, aún más el de una aeronave oscura que pasó por el Aguascalientes que construyen tzeltales y tojolabales cerca del ejido Morelia.El reingreso de las tropas hacia la región ha ocasionado miedo entre las comunidades, que plantean la posibilidad de un nuevo éxodo a las montañas como el realizado en febrero del año pasado, cuando huyeron buscando un refugio más de 6 mil tzeltales y tojolabales de la zona de conflicto.

Según los habitantes de este municipio, la reaparición de los militares comenzó desde el jueves pasado, cuando al mediodía una camioneta de redilas que transportaba a poco más de 40 indígenas se volcó cerca del ejido Venustiano Carranza a una hora y media de la cabecera municipal por un camino de terracería, con un resultado de decenas de heridos, cuatro de ellos de gravedad.

Por la tarde de ese día 12, vehículos militares artillados, con tropa y un par de ambulancias se internaron por el camino hasta el rancho Yaxolob, a media hora del lugar del accidente. Para entonces, los heridos habían recibido las primeras atenciones en Venustiano Carranza y rechazaron la asistencia militar. Las unidades y los soldados retornaron e ingresaron al Aguascalientes donde tomaron fotos del lugar, que para entonces se encontraba vacío.

De acuerdo con un reporte de las comunidades, los soldados que ingresaron al lugar iban armados y ``apuntaban'' a pesar de que se encontraba vacío. El Aguascalientes de Altamirano, es uno de los que anunció el EZLN el fin de año pasado como parte de la propuesta ``cultural y de encuentro'' con la sociedad civil, en sustitución del primer Aguascalientes construido cerca del ejido Guadalupe Tepeyac, municipio Las Margaritas, y ocupado por tropas militares desde el 10 de febrero del año pasado.

Este nuevo ``espacio para la sociedad civil'' tiene una extensión de hectárea y media, se encuentra ubicado a un costado de la carretera que comunica con la cabecera municipal de Altamirano y, según el proyecto de los indígenas tzeltales y tojolabales, tendrá un auditorio de 40 metros de largo por 14 de ancho, además de una explanada, letrinas, biblioteca, cocinas, dormitorios y hortalizas.

En los trabajos de construcción, iniciados hace mes y medio, participan 50 comunidades tojolabales y tzeltales de los municipios Las Margaritas, Chanal y Altamirano. Uno de los encargados de coordinar las labores comunitarias, rechazó las versiones militares de que este será un cuartel zapatista.

``No es un lugar de entrenamiento militar zapatista, será un centro cultural para toda la región, para la sociedad civil nacional y de otros países; es nuestra propuesta de paz al diálogo, aunque creemos que el gobierno está tratando de provocar otra vez la guerra y eso nosotros lo vemos mal'', dijo uno de los indígenas encargados del Aguascalientes.

El indígena tzeltal advierte la inconveniencia de que la nueva incursión militar en Altamirano, se realice mientras las delegaciones del EZLN y el gobierno federal sostienen el diálogo en San Andrés Larráinzar.

``Así no se puede tomar en serio el diálogo. Se han firmado papeles, pero con la entrada de los militares vemos que es una provocación del gobierno porque no toma en serio el diálogo. No tenemos esperanza que se logre la paz''.Por ello exigió al gobierno federal ``que no siga echando miedo'' con la entrada de las tropas a la cañada de Livingston, que han provocado nuevos temores entre las comunidades y las posibilidades de un nuevo éxodo hacia las montañas, como el de febrero del año pasado, cuando huyeron más de 6 mil indígenas ante la entrada del Ejército federal en busca de la dirigencia del EZLN.

De acuerdo con la información de los indígenas, los helicópteros fueron usados para trasladar a cerca de mil soldados a las comunidades San Luis Potosí y Puerto Rico ``con el pretexto de dar despensas'' a la población.

En estas comunidades a las que se llega sólo caminando los soldados se instalaron, sobre todo en esta última. Los incesantes vuelos de los cuatro helicópteros cruzando las cañadas fueron vistos por los enviados. Tres de las naves eran de gran tamaño, tipo Bell de color verde y negro, y la última más pequeña iba siempre adelante.

En una de ellas, cada vez que pasaba por el Aguascalientes, se alcanzaba a ver un titilar de luces en su interior, a manera de un flash de cámara fotográfica de largo alcance.

Las naves provenían del cuartel de Altamirano y se dirigían a las cañadas de Livingston, cruzando las montañas donde se ubican decenas de comunidades indígenas empotradas.