Acusan a guardias blancas de destruir un templo en Chiapas
Juan Balboa, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 13 de marzo Un grupo paramilitar integrado por militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), conocido como Paz y Justicia, destruyó el templo católico El Señor de Tila, de la comunidad de Tzaquil, que pertenece al gobierno diocesano de San Cristóbal de las Casas, y mantiene amedrentados a más de siete comunidades de indígenas católicos de la zona, denunció hoy el párroco de Tila, Heriberto Cruz Vera.
En un documento dirigido al gobierno de Julio César Ruiz Ferro, el obispo de San Cristóbal de las Casas y presidente de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), Samuel Ruiz García, confirmó la destrucción del templo El Señor de Tila, uno de los santos más venerados por habitantes de Chiapas y Tabasco, que fue registrado ante la Secretaría de Gobernación el 3 de noviembre de 1993, con el certificado SGAR23493.
Ruiz García pidió a las autoridades evitar que las diferencias políticas se confundan con la libertad religiosa: ``no podemos quedarnos callados ante la destrucción de los lugares de culto y celebración de la Iglesia católica, y tampoco aceptar que se agredan verbal y físicamente a miembros de la Iglesia católica'', dijo.
Entrevistado por este diario, el párroco de Tila, Heriberto Cruz Vera, aseguró que por lo menos siete comunidadades de indígenas choles son hostigadas y amedrentadas constantemente por el grupo paramilitar priísta Paz y Justicia. Entre ellas, se encuentran Tzaquil, Usipá, Nuevo Limar y Masojá Grande.
El sacerdote dijo que en los últimos seis meses se han destruido hogares, terrenos de labranza y cafetales de indígenas que el grupo paramilitar considera subversivos. Señaló que existe un gran interés por dividir o expulsar a todos aquellos que no son militantes del partido oficial, y que ``el gobierno del estado no ha cumplido con las promesas ofrecidas a las comunidades expulsadas que decidieron regresar a sus tierras''.Samuel Ruiz García manifestó al gobierno estatal su profunda preocupación por lo que sucede en la comunidad de Tzaquil. Recuerda que han pasado 8 meses desde que se inició el conflicto, y hasta la fecha no se ha logrado una solución pacífica y benéfica para los indígenas.
``Los desplazados de Tzaquil han acudido a las autoridades municipales, tanto a las del periodo anterior como ante el actual presidente municipal de Tila, Carlos López Martínez, para solicitar su intervención, y se les facilite el retorno a sus hogares. En ninguna ocasión encontraron solución a sus demandas'', precisa.
Asegura que al frente de la agrupación Paz y Justicia se encuentran Sabelino Torres Matínez y Cristóbal Gómez Torres, el segundo, obrero de la Iglesia pentecostés.
``No deseamos que las diferencias políticas se confundan con la libertad religiosa'', subrayó, y exigió se facilite el retorno de las familias que huyeron de la comunidad de Tzaquil, la reconstrucción del templo católico destruido y el cese de las amenazas verbales y físicas a los católicos de las comunidades de Tila.
Cerca de ochocientos campesinos de los municipios chiapanecos de Salto de Agua, Tila y Sabanilla integran los grupos de Defensa Rural del PRI, que operan en esta zona del norte de Chiapas, con la anuencia de autoridades ejidales y municipales y de la propia policía de Seguridad Pública del estado, aseguran campesinos, organizaciones de derechos humanos y partidos políticos.