La Jornada 15 de marzo de 1996

Creció 5 veces la cartera vencida de la banca comercial en 14 meses

Roberto González Amador y Víctor Cardoso, enviados, Cancún, Q.R., 14 de marzo Ante la aguda crisis económica y financiera del país, la cartera vencida de la banca comercial aumentó en sólo 14 meses cinco veces su monto, al pasar de 20 mil millones de pesos en diciembre de 1994 a más de 120 mil millones de pesos en febrero de este año, dio a conocer aquí el presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), José Madariaga Lomelín.

La 59 convención nacional bancaria que hoy empezó trabajos preparatorios tiene el signo del desconcierto provocado por una crisis que hace 16 meses se creía imposible.

Madariaga Lomelín envió ayer un informe a sus representados en el que da cuenta de una presidencia que la crisis se encargó de colocar en el centro de la tormenta social y económica.

La cartera vencida de la banca privada es superior en 119.3 por ciento al capital contable de las instituciones de crédito reprivatizadas el sexenio pasado, que en diciembre pasado se ubicó en apenas 54 mil 700 millones de pesos.

Los bancos, dice Madariaga en el informe de su presidencia como representante de los accionistas de las instituciones de crédito, tuvieron que recurrir a cinco programas distintos para renegociar los pasivos de sus acreditados. Pero, también, a tomar providencias para competir con los bancos extranjeros, que con sus recursos vienen a un mercado urgido de créditos. Además, las entidades del exterior llegarán a competir sin los problemas operativos y los altos costos de intermediación de sus pares mexicanos.

En conjunto, los cinco programas de restructuración de pasivos aplicados a lo largo de 1995 alcanzaron a renegociar adeudos por 445 mil 885 millones de pesos, una cantidad equivalente al 50 por ciento de la cartera de crédito del sistema bancario.

El programa de restructuración de créditos en Unidades de Inversión --una unidad de cuenta indexada al índice de precios-- ha permitido renegociar hasta el 2 de febrero pasado de 708 mil 352 empréstitos, con un monto total de 183 mil 78 millones de nuevos pesos.

Por medio del Programa de Apoyo Crediticio a Estados y Municipios, 14 entidades federativas han restructurado sus adeudos; hasta el 2 de febrero pasado se habían concretado 123 reestructuras, con un importe de 15 mil 379 millones de pesos.

En tanto, el Programa de Apoyo a la Planta Productiva, también al 2 de febrero, ha permitido la reestructuración de 11 mil 518 créditos, con un importe de 31 mil 807 millones de pesos.

A su vez, por medio del programa de apoyo a deudores de créditos para vivienda se habían operado hasta el 2 de febrero al amparo de estos acuerdos 196 mil 680 millones de créditos, con un importe de 50 mil 585 millones de pesos.

En el Acuerdo de Apoyo Inmediato a Deudores de la Banca se han reestructurado, al 31 de enero, un millón 669 mil 942 créditos, lo que representa un avance de 79.14 por ciento respecto de los 2 millones 110 mil créditos estimados por la banca como susceptibles de ser renegociados. El monto total de estas operaciones asciende a 165 mil 36 millones de pesos. Se han firmado 563 mil 454 cartas de intención.

Según el informe presentado por el presidente de los banqueros, los créditos restructurados por medio de este mecanismo, sumados a los más de 5 millones 337 mil que están al corriente, significa que 94.1 por ciento de los acreditados de la banca gozan actualmente de las tasas de interés preferenciales previstas en el ADE.

En el informe que se entrega a los miembros de la ABM, el Comité de Operaciones Internacionales apoya la propuesta de crear una nueva tasa de interés para créditos denominados en dólares, pues argumenta que la reglamentación del Banco de México no contempla las diversas variantes que se manejan en materia de comercio exterior, tanto a corto como a mediano plazo.

También presentan una serie de propuestas para fortalecer la capacidad de competencia de la banca mexicana frente a las instituciones de crédito provenientes del exterior, y que han empezado operaciones en México al amparo de la liberación del sistema financiero prevista en el Tratado de Libre Comercio.

La propuesta, que será entregada al Banco de México con el fin de que haga una serie de cambios a la reglamentación actual para que los empresarios exportadores puedan obtener financiamiento, plantea que la banca mexicana pueda otorgar préstamos bajo condiciones más atractivas a las empresas nacionales, de manera que puedan competir eficientemente en los mercados internacionales.

Pide que sea posible manejar en forma ortodoxa los financiamientos a las exportaciones desde un punto de vista crediticio y de sana práctica bancaria, además de que sea posible la ``bursatilización'' de las operaciones para reducir los costos de fondeo y capital.