Con Huejotzingo, AN busca darse nueva imagen, afirma Bartlett
Puebla. Pue., 15 de marzo A través de la mentira, la infamia, la injuria y la retórica, el Partido Acción Nacional busca una nueva imagen e inventa para ello el problema de Huejotzingo, afirmó ayer el gobernador de Puebla, Manuel Bartlett, quien reiteró la soberanía del estado, la vigencia del Estado de derecho, el carácter inconmovible de un fallo de autoridad competente en última instancia y exigió del PAN actos de tolerancia, respeto y legalidad.
En el salón Gobernadores del palacio de gobierno, Bartlett Díaz leyó un texto de 27 cuartillas, en el cual indica: ``Diversos voceros del PAN, me dispensaron los más variados calificativos, algunos de los cuales rebasan los límites de la civilidad y la educación''.
En el texto, en el que al final reitera su invitación para dialogar con Acción Nacional y los demás partidos, Bartlett da su versión de lo ocurrido desde la elaboración de la Ley Estatal Electoral, hace un recuento de los pasados comicios locales y del surgimiento del conflicto poselectoral de Huejotzingo y explica su relación con el PAN.
Comenzó narrando que, en 1994, se abstuvo de usar su derecho de iniciativa para reformar la Ley Estatal Electoral, quedando esta labor en manos de una comisión plural del Congreso local, en la cual participó el PAN, partido que además aprobó esta legislación. El mandatario poblano recordó que Acción Nacional aceptó las normas y las modalidades que regirían los comicios locales del año pasado y, ya iniciada la campaña, ese partido inició una movilización por la democracia, consistente en demandar la impresión de un listado de electores con fotografía, lo cual fue desleal, reiteró. Explicó que era improcedente la petición del PAN, pues fue presentada de manera extemporánea y tardía, al plantearla diez semanas antes de los comicios, situación que era ``sobre todo innecesaria, ya que diversas elecciones locales y federales se habían desarrollado ya a satisfacción de todos, sin dichos listados''. Finalmente, la Comisión Estatal Electoral (CEE) acordó no aceptar esa exigencia.Tal decisión provocó que Acción Nacional adoptara inopinadamente una línea de confrontación y de violencia verbal. ``En realidad fue un pretexto para romper con el clima de diálogo y tratar de impedir que el gobierno federal consolidara la reforma democrática. El PAN anunció el fraude, ocupó el Zócalo de Puebla e inició una resistencia civil retórica''.
Días después el Congreso del estado, por solicitud de la Comisión Estatal Electoral, removió a una consejera ciudadana propuesta por el PAN, dijo el mandatario, quien aclaró que la CEE es autónoma, en ella no interviene el Ejecutivo, ``no obstante, invocando dicha remoción, el PAN imputó al gobierno del estado una voluntad fraudulenta e intensificó la confrontación''. Más tarde intentó federalizar esa controversia con una campaña de desinformación sistemática, quiso internacionalizar y federalizar el conflicto buscando la intervención del Congreso de la Unión, el Instituto Federal Electoral (IFE) y el gobierno federal.
``Defendí mi derecho constitucional de expresar libremente mis preferencias políticas, en el marco de la ley, y denuncié el propósito de vulnerar la autonomía de los poderes locales y conculcar los derechos constitucionales de los poblanos'', indicó Bartlett, al mencionar que aclaró a la Secretaría de Gobernación federal y el IFE, lo que realmente ocurría en Puebla.
``Contra el fraude anunciado y las predicciones violentas del PAN, la jornada electoral fue limpia, pacífica y reconocida como excepcional por su legalidad. Los nuevos organismos electorales condujeron la elección sin tacha. El PAN obtuvo triunfos significativos. Aunque perdió por un amplio margen la elección legislativa estatal, calificó las elecciones de logro democrático sin precedente''.
El gobernador ponderó que cuando se elaboró el Código Electoral de Puebla, fue a petición del PAN como se plasmó en el artículo 200 que ``si las actas indican cualquier discrepancia entre las personas o lugares previamente establecidos y lo realmente ocurrido, la votación de las casillas es nula''. Después de los comicios del 12 de noviembre de 1995, el PAN presentó 26 recursos de inconformidad ante el TEE, el PRI 20, el PRD 24, entre otros partidos. En los casos de Tepeaca, Acatzingo, Ajalpan y San Gabriel Chilac, el PAN aplicó e invocó las causales incluidas en el artículo 200 del Código Estatal Electoral.
Esas mismas causales son las que también utilizó el TEE en el caso Huejotzingo, en donde los resultados de siete casillas fueron anulados porque la votación fue recibida en lugares distintos a los aprobados por el organismo electoral, en cuatro más debido a que los sufragios fueron recibidos por personas distintas a las autorizadas. Por tanto ``el punto es jurídicamente incontestable''.
El mandatario señala: ``Conviene reiterar que el Tribunal es autónomo, que el gobierno del estado se abstuvo de intervenir en sus deliberaciones y en la mayoría de los casos resolvió en contra del PRI''. El 10 de febrero de 1995, el PAN hizo público un manifiesto en el que asegura que el Tribunal actuó con ligereza, dolo y mala fe, revirtiendo el resultado de la elección de Huejotzingo. Pero de inmediato ``sesgó calumniosamente su argumento y declaró sospechosa esa actitud invocando una mentira colosal. Se expropiaron en ese municipio dos mil 700 hectáreas para la construcción del aeropuerto internacional, cargo doblemente falso, ya que el aeropuerto internacional fue construido hace muchos años y desde entonces no se ha expropiado un solo metro cuadrado''.
Después del 15 de febrero, en que tomaron posesión los nuevos alcaldes poblanos, Bartlett consideró que el PAN tomó una actitud de ``golpismo, provocación, violencia y confrontación''. Sin embargo, el ``exabrupto del PAN'' no impidió el desenvolvimiento del trabajo legislativo del estado ni de los 217 ayuntamientos de la entidad, ``incluido Huejotzingo'', donde la única anormalidad era una toma ritual de la presidencia municipal.El ex secretario de Educación aseguró que pueden identificar las líneas de ataque del PAN, en tres periodos. En el primero hubo un repudio local a la decisión del TEE. Los panistas realizaron en la casa de magistrados del tribunal ``piquetes de violencia verbal y acoso físico en las entradas, llamadas telefónicas injuriosas y amenazadoras y presiones violentas contra los magistrados''.
En el segundo, el problema de Huejotzingo fue federalizado. El PAN se retira de la mesa de negociación del diálogo nacional. ``Emprende una campaña de terror, violencia verbal sistemática contra las autoridades y funcionarios de Puebla; campaña de presiones en los medios; mentiras reiteradas a pesar de desmentidos públicos y probados; coacción a anunciantes; acción sistemática de desinformación en estaciones de radio y televisión, y satanización de adversarios. En suma, la acción orquestada de un conjunto numeroso de personas unidas en orden y para un fin, como define el diccionario Espasa el término falange''.
En la tercera etapa de lucha del PAN, Bartlett manifiesta que se percibe la lucha de facciones por encarnar la línea dura dentro de las elecciones internas de Acción Nacional. En este periodo fue cuando un reducido contingente amenazó con bloquear Casa Puebla; 40 personas quisieron obstaculizar los accesos a palacio de gobierno y el blanquiazul pretendió fabricar un desalojo con gases y palos; se multiplicaron los insultos personales al gobernador y su familia.
``El PAN no ha dudado en acudir a un esquema perverso: fabricar sobre la base de falsedades, el enfrentamiento entre la línea retrógrada y autoritaria del gobernador y la línea democrática y reformadora del presidente de la República, para cuestionar el orden legal, el federalismo y las resoluciones conforme a derecho''. En este esquema, ``el pretexto inverosímil es Huejotzingo'', sólo así se explica que sobre la base de ``un fallo local apegado a derecho, inatacable, se desencadene un artificio escandaloso de dimensión nacional''.
En la estrategia del PAN, ``ganar la mayoría legislativa en 1997 es prioritario. Entonces, la reforma democrática queda subordinada a ello. Ante el riesgo de que todas las fuerzas partidistas capitalicen la reforma electoral, el PAN abandonó la negociación en 1995''.
En 1996 se han consolidado acuerdos firmes, ante el avance de la democracia, logrados gracias a la perseverancia del presidente de la República. Pero el PAN prefirió abandonar la mesa del diálogo para asumir una posición democrática, por lo que Bartlett afirma que Acción Nacional ``convierte a los participantes en la negociación en rehenes de su propia posición, capitaliza en su favor los logros construidos por todas las fuerzas y despliega una línea táctica de denuncia y desinformación para conmover el ánimo de las fuerzas democráticas''.