Los bancos no causaron la crisis de deudores; siguen políticas oficiales, dice Madariaga
Víctor Cardoso y Roberto González, enviados, y David Sosa, corresponsal, Cancún, Q. R. 15 de marzo El presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), José Madariaga Lomelín, deslindó al sistema bancario de cualquier responsabilidad con los problemas de los deudores porque, entre otras razones, se maneja dentro de las políticas económicas que el Estado establece; ha sido también presa de la crisis, igual que el resto de las empresas; las tasas de interés son determinadas por causas propias de la economía, como liquidez, inflación, confianza y mercados internacionales, entre otros, ``pero no por la banca''.
En su discurso en la inauguración de la 59 Convención Bancaria, apuntó que el sistema bancario requiere de clientes con éxito y estables, para hacer mejor negocio, y con los que mantenga una relación cercana de seguridad y confianza.
Ante el presidente Ernesto Zedillo, Madariaga Lomelín apuntó que la crisis económica ha dejado al país una pérdida material inmensa pero reparable. La realidad dice que una parte importante de la riqueza del país se perdió y que rehacerla hoy es más complicado que ayer y el tiempo apremia, apuntó.
Para ello, llamó a la participación de todos los sectores del país a participar en la construcción de un ambiente democrático que sustente la actividad económica.
``El desarrollo al que aspiramos, que supone una economía de mercado abierto y libre empresa, sólo es posible dentro de un marco político que implique democracia, pues en este ambiente en el que las reglas del juego necesariamente las establecen los participantes, es en el que las distorsiones se reducen al mínimo y, por tanto, los conceptos de productividad y competitividad dejan de ser buenas ideas para convertirse en ejes de la actividad cotidiana'', dijo el banquero.
Asimismo, señaló que la banca ``se encuentra en el límite de subsistencia''. Sin embargo, apuntó que la visión de largo plazo de los hombres de empresa les hace percibir en la banca mexicana un buen negocio, rentable, creciente y seguro.
Hizo mención de que la capitalización de la banca ascendió en 1995, sumados a los compromisos para este año, a 35 mil 500 millones de pesos.
Dijo que la necesidad de esos recursos se derivaron de que la captación, durante 1995, disminuyó 18.9 por ciento, en tanto el financiamiento lo hizo 25.1 por ciento.
Además, añadió, el problema de la crisis se ha reflejado fundamentalmente en la dificultad de pago de deudores y la cartera vencida se incrementó de 53 mil 500 millones de pesos, en diciembre de 1994, a 137 mil millones en diciembre de 1995.
Frente a ello, reconoció que el Ade ha tenido una cobertura de 80 por ciento de la meta al 31 de enero de 1996, y las Udi han tenido un alcance de 63 por ciento.
Al respecto, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Héctor Larios Santillán, consideró que el Ade ha tenido un ``razonable éxito'' porque los bancos han mostrado una buena disposición para renegociar los adeudos. Como es natural, dijo, los bancos no están interesados en embargar los bienes que los deudores han dado en garantía, pues su negocio no es convertirse en vendedor de bienes raíces o de automóviles.
Por su parte, Carlos Abascal, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), desestimó que la salida al problema de los deudores sea la suspensión de pagos, y agregó que es una situación en la que todos los sectores deben participar