La Jornada 16 de marzo de 1996

Clama justicia en la Cámara la madre de Merle Yuridia Mondáin

Elena Gallegos e Ismael Romero La madre de la niña Merle Yuridia Mondáin, quien a los seis años fue violada y asesinada en Acapulco por Alejandro Braun Díaz, miembro de una acaudalada familia, acudió a la Cámara de Diputados a exigir justicia.

Casi una década después, la situación de este caso es muestra clara del sistema de justicia en México --lamentaron diputados de oposición que escucharon a la señora Luz María Segura viuda de Mondáin--, ya que mientras el homicida está libre, viaja como si nada a Acapulco y su familia vive tranquilamente en la ciudad de México, el señor Mondáin murió a causa de la depresión, su viuda e hijos están en la ruina y ya casi nadie se acuerda del terrible crimen.

La señora Mondáin señaló que pese a que existe orden de aprehensión en contra de Braun, la Policía Judicial se ha negado a ejecutarla. Ella misma, avisada por sus paisanos, ha tenido la ubicación exacta del asesino, ha pedido la intervención de la policía y como respuesta ha encontrado el silencio.

La historia es la siguiente: en octubre de 1986 la niña Merle Yuridia fue violada y asesinada por Alejandro Braun Díaz y su ayudante, José Refugio Cortés Juárez, de acuerdo con la sentencia que dictó el juez cuarto penal de primera instancia del distrito de Tabares.

La sentencia fue confirmada por el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Guerrero, al resolver el recurso de apelación interpuesto por los sentenciados. Estos recurrieron al amparo, mediante el juicio 198/88, ante el Tribunal Colegiado del vigésimoprimer circuito.

Este cuerpo determinó la libertad de Braun, en virtud de que el ministro visitador, Ernesto Díaz Infante, recibió 500 millones de viejos pesos por parte de Enrique Fuentes León, abogado defensor de Braun Díaz, y procesado por vínculos con varios cárteles de narcotraficantes.

A Díaz Infante lo jubilaron con pensión vitalicia, pese a que la familia Mondáin presentó una querella en su contra por el delito de cohecho. Sin embargo, durante el paso de Enrique Alvarez del Castillo e Ignacio Morales Lechuga por la Procuraduría General de la República (PGR), nada se hizo. Fue hasta que llegó Jorge Carpizo cuando se giró orden de aprehensión en contra del ministro de la Suprema Corte y los magistrados Eufemio Zamudio Alemán y Gilberto Arredondo (actualmente preso).

Estos últimos aceptaron que habían recibido 75 millones de viejos pesos cada uno, y que Fuentes León había dado a Díaz Infante, por parte de los Braun, 500 millones.

La familia Mondáin remató sus bienes para sufragar los gastos que originó la investigación, pero Díaz Infante huyó del país y Braun sigue libre.

La situación ocasionó que Jacques Mondáin Tommas, padre de la niña asesinada, cayera en una profunda depresión de la que ya no se recuperó. Su viuda sigue tocando puertas exigiendo justicia. Fue desalojada de su casa. Debe fuertes sumas a los agiotistas que le prestaron para financiar el frustrado proceso en contra de Braun y Díaz Infante.

``La vamos a ayudar'', ofrecieron los diputados Leticia Burgos, Cuauhtémoc Sandoval, Ramón Sosamontes y Jesús Ortega, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quienes señalaron que este caso refleja claramente lo que ocurre en el sistema de justicia en México.