Dejar la banca a las fuerzas del mercado, recomienda Summers
Víctor Cardoso y Roberto González, enviados, y David Sosa, corresponsal, Cancún, Q. R. 15 de marzo El subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence H. Summers, afirmó que si México quiere establecer bases firmes para un desarrollo sostenido deberá ampliar la apertura de su mercado interno, acelerar su programa de privatizaciones, aplicar una mayor disciplina fiscal, evitar el proteccionismo bancario y dejar al sistema financiero a las fuerzas del libre mercado.
Al participar en la 59 Convención Bancaria, en una estancia que duró sólo dos horas, el funcionario estadunidense también señaló la necesidad de profundizar en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, en los delitos que derivan de esa actividad ilícita, como el lavado de dinero, y aplicar castigos ``severos'' a los narcotraficantes.
Ofreció que su país, independientemente que un demócrata o un republicano gane la Presidencia, continuará apoyando el rescate de la economía mexicana por cuestiones de seguridad e ``iluminación'' de sus intereses nacionales, y de ninguna manera como actos de caridad. ``Nosotros tenemos que perseverar'', dijo.
En su exposición, hecha ante el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, y la plana mayor del sistema financiero nacional, Summers ``recomendó'' a las autoridades mexicanas un programa de cuatro puntos ``críticos'' que, según sus consideraciones, debe aplicar el gobierno mexicano para que su economía crezca más vigorosamente y se expandan los índices de bienestar de su población.
Consideró ``prioritario'' sentar las condiciones para un entorno macroeconómico sólido basado en una estricta disciplina fiscal sin incurrir en las ``tentaciones'' de beneficios de corto plazo, y alcanzar una tasa adecuada del ahorro mediante reformas al sistema de pensiones y liberación financiera.
Como segundo punto, Summers mencionó ``confiar'' más en las fuerzas del mercado, liberar las barreras a la inversión extranjera y continuar con un programa acelerado de privatización que pueda movilizar los capitales internos y atraer a los foráneos.
``A pesar de la turbulencia, México ha seguido adelante en sus privatizaciones y no sólo ha mantenido sus compromisos para levantar las barreras a la inversión extranjera, sino que los ha rebasado, como en los servicios financieros'', dijo.
El tercer punto que Summer ubicó prioritario en materia económica para México consiste en establecer y llevar a cabo reformas al sistema financiero, porque en el pasado se dio demasiado énfasis a la cantidad de lo prestado y ``demasiado poco énfasis en la calidad de los préstamos''. Señaló que la solución de los problemas del sistema bancario no puede ser responsabilidad del sector público.
``La protección excesiva de los depósitos puede tener consecuencias graves, serias y muy profundas. Un sistema que de hecho cubre casi la totalidad de las responsabilidades y los pasivos del banco elimina los incentivos para los prestamistas y para los depositantes. Sería importante que México empiece a aclarar cómo y cuándo levantará la protección, que lleva consigo riesgos morales excesivos'', dijo.
Al final de las ``sugerencias'', Summers hizo referencia a la necesidad de un gobierno moderno y efectivo, un sistema que garantice el Estado de derecho que refuerce la propiedad y, por ejemplo, reformas a la Ley de Bancarrota, que ``ya no está de acuerdo'' con las necesidades de la economía moderna de México.
También es una prioridad, añadió, que el gobierno funcione de una manera honesta y justa, que combata eficazmente la corrupción y castigue severamente a quienes se encuentran involucrados en el narcotráfico y los delitos que conlleva.
Sostuvo que al realizar todas esas reformas y manteniéndose en el camino de una reforma democrática basada en el mercado, el ejemplo de México será profundamente importante en el mundo