El apartamiento de Rubén Figueroa del gobierno de Guerrero ha permitido la parcial restauración de un orden social roto no sólo por la matanza de Aguas Blancas, sino también por los repetidos hechos de violencia que ahí se han escenificado, entre los cuales destacan los asesinatos por motivos políticos de 84 perredistas y luchadores sociales (Maribel Gutiérrez, La Jornada, 13 de marzo, p. 6), crímenes cuya investigación y punición deberían figurar infaltablemente en las demandas del partido en que militó la mayoría de ellos y en el que a veces parecieran haber sido olvidados.
Por supuesto, la justicia no podrá ser satisfecha sino cuando el feroz gobernador con licencia sea exhaustivamente investigado y, si hubiere lugar, enjuiciado por su presunta participación en los violentos hechos, igual que otros de sus colaboradores sobre quienes recaen graves sospechas, destacadamente el ex secretario general de Gobierno, Rubén Robles Catalán. En el país de leyes que proclama el presidente Ernesto Zedillo, el castigo a los excesos cometidos desde el poder no puede ser la sola separación del cargo, sino también el ejercicio de la acción penal. De lo contrario, la impunidad seguirá reinando, anulando la justicia y erosionando la confianza social.Guerrero es uno de los dos grandes asuntos políticos que, por su desmesura, han empañado el panorama nacional. El otro es Tabasco. En un caso se ha dado un gran avance al suprimir el principal obstáculo, el gobernador, que impedía llegar a la verdad, si bien es obvio que no puede darse aún por cerrado. En el otro, el protagonista del escándalo electoral mejor documentado de México permanece en su puesto y, en el colmo de la trabucación de valores, ha sido convertido en un antihéroe muy festejado por amplias franjas del priísmo más dinosáurico y antidemocrático.
Sobran razones para concluir que Roberto Madrazo Pintado El moretón de sus mocedades, como nos ha contado Germán Dehesa no debe, no puede seguir en la gubernatura de Tabasco, aunque en mala hora el presidente Zedillo haya afirmado que gobernarían juntos hasta el año 2000. En circunstancias en que existen signos de estar México en la antesala de la democracia que nunca hemos tenido, vale precisar, pues lo habido es una simulación y no una realidad democrática, la permanencia de Madrazo en el poder erosiona la credibilidad del gobierno ya de por sí escasa y nos conduce a un primitivismo político que muchos suponíamos superado, ese en el que militan políticos como Carlos Hank y gobernadores como Manuel Bartlett. Como en el caso de Figueroa, el costo de no actuar en el llamado Tabascogate es demasiado alto incluso para un régimen que parece haber entrado en su fase terminal.Independientemente del escándalo electoral, en Tabasco hay reinvindicaciones pendientes que el todavía gobernador, pese a los fondos federales que le han sido entregados, no acierta a resolver. Una de ellas es la serie de demandas presentadas y reiteradas por los tabasqueños afectados por la industria petrolera, decenas de los cuales hubieron de pagar con cárcel afortunadamente temporal su movimiento de resistencia civil. Otra es la larga protesta de los trabajadores de limpia que, inconformes por haber sido desposeídos de su empleo, incluso han llegado, algunos, a la huelga de hambre, recurso último de quienes ven cómo se les cierran todas las puertas. Buen termómetro para medir la temperatura social tabasqueña es el multitudinario mitin presidido ayer domingo en Villahermosa por Andrés Manuel López Obrador.
Dicho de otro modo, a fuerza de conflictos, Tabasco está presente en la agenda nacional, aun cuando hasta ahora no haya sido esgrimido como motivo de abandono de las discusiones para la reforma política por parte del Partido de la Revolución Democrática. En este caso, el papel de la Suprema Corte de Justicia será de suma importancia, pues está pendiente su resolución sobre la controversia constitucional planteada por Madrazo y encaminada a evitar la investigación que ha iniciado la Procuraduría General de la República sobre la denuncia presentada por un grupo de legisladores y dirigentes perredistas encabezados por López Obrador.
Es posible que la Corte sobresea la demanda presentada por el aún gobernador tabasqueño, y es de esperarse que cuando eso ocurra, si ocurre, la PGR continúe sus indagaciones, para lo cual será necesaria la salida de Madrazo de la gubernatura, ya que de otro modo se convertiría en un gran obstáculo para las pesquisas. O es necesario verter la sangre de mexicanos inermes, como en Guerrero, para hacer posible la defenestración de un gobernador?