En Guerrero, disidentes cercaron el palacio de gobierno y bloquearon la México-Acapulco
Corresponsales Decenas de miles de maestros de Guerrero, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Sinaloa y Jalisco se unieron ayer a la Jornada Nacional del Magisterio para exigir aumento salarial y rechazar las reformas a la ley del ISSSTE.
Provenientes de las siete regiones, más de 10 mil maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) se unieron a la protesta con una marcha al zócalo de Chilpancingo.
Molestos porque una comisión de la disidencia no fue recibida por el gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero, el contingente se dividió en dos: uno permaneció frente al palacio de gobierno para impedir la entrada y salida en las dos puertas, y otro, el más numeroso, bloqueó el paso en ambos sentidos de la autopista México-Acapulco.
La vía fue cerrada por lapsos de media hora, intercalados con quince minutos para permitir el paso de los automóviles. A partir de las siete de la noche el bloqueo fue total y hasta las 10 de la noche, en el sentido hacia Acapulco, la fila de automóviles llegaba hasta el municipio aledaño de Zumpango, ubicado a 17 kilómetros de Chilpancingo, según informó la Policía Federal de Caminos y Puertos.
Otro grupo del magisterio disidente rodeó el palacio de gobierno desde las dos de la tarde, colocó mantas en los accesos, pintó las fachadas y aseguró las dos entradas con cadenas y candados. Allí quedaron encerrados unos 700 empleados, funcionarios, visitantes, policías y periodistas, quienes, molestos por el encierro, emprendieron un duelo verbal en contra de los maestros, sin que pasara a mayores.
En Oaxaca, unos 30 mil integrantes de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), apoyados por miembros de organizaciones políticas y sociales de la entidad, marcharon por las principales calles para exigir a los gobiernos estatal y federal el cumplimiento a sus demandas laborales, económicas, políticas y sociales.
Durante la marcha, que culminó frente al palacio de gobierno, el contingente exigió un aumento salarial de 100 por ciento, rechazo a la privatización de Petróleos Mexicanos y a cualquier reforma a la ley del ISSSTE.
El secretario técnico de la sección, Claudio Flores Osorio, dijo que más de 60 mil maestros y personal administrativo dejaron de laborar en los 11 mil centros de trabajo, en tanto que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca sostuvo que más de un millón de estudiantes de todos los niveles educativos se quedaron sin clases.
Por su parte, unos 2 mil maestros de Puebla se posesionaron desde el mediodía del auditorio de la sección 23 del SNTE, a cuyo dirigente, Cutberto Cantorán, acusaron de haber negociado a sus espaldas un acuerdo con el gobierno del estado sobre un proceso de rezonificación acordado desde septiembre de 1995 y que hasta la fecha no se les ha hecho efectivo.
Los inconformes también acusaron a Cantorán de haber aceptado levantar el movimiento, que ya había durado dos meses, a cambio de un aumento de 10 días de aguinaldo --y no los 50 que los mentores exigían--, cuya fecha de pago se fijará aún por la dirigencia nacional del SNTE y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Provenientes de las regiones educativas de Puebla, Tehuacán, Ciudad Serdán e Izúcar de Matamoros, los profesores subrayaron que el acuerdo no resuelve el problema y obligaron a Cantorán a aceptar el próximo lunes la realización de una asamblea plenaria, en donde se decidirá si inician un paro indefinido de labores para exigir el pago de la rezonificación salarial.
Miles de maestros de Tlaxcala partieron del Zócalo de esa ciudad, marcharon por las avenidas centrales y convergieron otra vez en el zócalo donde efectuaron un mitin. Luego, el contingente magisterial se dirigió a la SEP para demandar un aumento salarial de 100 por ciento, que se agilice la ley estatal de educación y rechazar la reforma a la ley del ISSSTE.
En Culiacán, Sinaloa, cientos de maestros realizaron una manifestación en demanda de 100 por ciento de aumento salarial. En respuesta, el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE dijo que tales acciones son injustificables ante el inminente aumento salarial que se dará en mayo próximo.
Por último, los dirigentes de las secciones 16 y 47 del SNTE, Javier Gil Olivos y Ulises González, respectivamente, se manifestaron contra las reformas al ISSSTE y por la urgencia de ampliar los servicios que presta el organismos, así como una atención digna a jubilados y pensionados.
Consideraron que entre otros aspectos es prioritario luchar hasta alcanzar los seis salario mínimos, como salario profesional, así como la revisión del esquema de carrera magisterial e incremento en presupuestos.
Raúl García, Víctor Ruiz Arrazola, Víctor Hernández, Edgar Rodríguez, Gerardo Rico y La Jornada de Oriente.