Que la estrella que hoy se agrega contenga el
águila y la serpiente
Carlos Monsiváis
América somos todos y no sólo lo que conocemos como Estados Unidos. Los de este continente y el componente latino, hispano, indígena y negro, mayoritario, no somos ``también'' americanos, sino somos y fuimos primero. El río Bravo parece que lo hicieron para detener los derechos de los americanos del sur hacia el norte, mientras por el mar y el cielo se extienden sin límites los intereses del norte hacia el sur.
Por siglos hemos luchado los americanos del sur contra las inequidades de los americanos del norte y su intención de apropiarse de toda América; por siglos los del sur hemos sido discriminados y asediados con gobiernos títeres, juntas militares y dictadores impuestos por el norte; por siglos se han hecho guerras de independencia, liberación nacional y en defensa de las soberanías nacionales; por siglos se han maquinado golpes de Estado, y en siglos se dividió en pequeñas naciones al sur latinoamericano, para debilitarlo, someterlo y excluirlo de América.
Del color de la tierra yo he nacidopor herencia mi idioma es castellanolos del norte dicen que soy latinono me quieren decir americano.(Canción América. Los Tigres del Norte)Cuando Hidalgo proclamó la independencia en 1810, la nación mexicana llegaba hasta Texas, Nuevo México, las Floridas, California, Arizona y Colorado, hacia el sur hasta Panamá. Cuando Bolívar luchaba por la independencia, su nación llegaba al Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Bolivia y en el cono sur; las naciones de O'Higgins y San Martín incluían a Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú y Chile; la América negra, carioca, amazónica, antillana, corsaria, portuguesa, francesa y holandesa, que configuraron más de siete colonias y que levantaron el otro ``sueño americano'' en el sur, convirtieron otra parte de América en una tierra de promesa. El Señor del Montecristo, en Río de Janeiro, ha sido el equivalente hemisférico de la Estatua de la Libertad en Nueva York, por eso recibe con los brazos abiertos a los inmigrantes del mundo que llegaron en busca de otro sueño americano.
A Bolívar, a Hidalgo, a San Martín, Sucre y O'Higgins, los imperios les dividieron sus independencias en pequeños países; había tanta historia en cada uno de ellos que todos se hicieron naciones, pequeñas naciones, debilitadas naciones. Los imperios siguen pensando que son los únicos que tienen derecho a estar unidos y con derecho a la ``soberanía''. Siendo la soberanía un derecho exclusivo de los imperios globalizadores, convirtieron a ésta en facultad de un pequeño círculo de políticos, hombres de negocios trasnacionales y administradores, que juran ante la Biblia, gobiernan para dios y se dicen puritanos. La única soberanía posible es la de ellos, la que controla los ejércitos y las economías imperiales; el sur dividido no tiene derecho más que para nombrarla y evocarla, pero nunca más el derecho de ejercerla. Cualquier intento de ejercer la soberanía es para ellos subversión, narcotráfico, comunismo, dictadura, amenaza, miedo, tomates, atún y aguacate, espaldas mojadas, indios en armas.
Si el que nace en Europa es europeosi el que nace en Africa es africanopor qué yo no he de ser americano,porque América es todo el continentey el que nace aquí es americano.(Canción América. Los Tigres del Norte)Pero algo pasó y no estaba en el cálculo del imperio:Hicieron tan débiles a las naciones al sur del río Bravo y lucharon tanto por dominarlas, que lograron dominar a los Estados nacionales controlando el vicio de vivir bajo el imperio del dólar y no de la propia tierra. Por la vía fantástica de las deudas lograron el sueño de la doctrina Monroe. La ``unidad'' de América se convirtió en pesadilla porque surgió forzada. Desde entonces nos unieron financiera, ahora militar (iremos a la próxima intervención como carne de cañón de los intereses de la globalización? mexicanos al grito de cuál guerra?) y tecnológicamente; nos unieron comercialmente y su ley destruyó nuestras industrias, es la ley que se impuso tan cruel como las bayonetas de las intervenciones del siglo pasado en todo el continente a través de los bancos mundiales, las Oeas, las Deas y las Onus. Preparar ministros de economía y hacerlos presidentes en cada país les fue más barato que todas las intervenciones militares.
México no es un socio ni un vecino: es un rehén. En México se divide América y estamos en el trance entre ser el sur y ser el norte. Más que el río Bravo, nos divide ya el trópico de Cáncer y ahí nace el norte y el sur económico. Esta división se ensancha si lo vemos a lo largo de la frontera cultural que abarca a todos los territorios perdidos por México en 1847 hasta el sur argentino. Cuál es nuestro destino? Qué significaría ser consecuentes con la integración que ya está en marcha?Carlos Fuentes aseguraba que todos los ciudadanos del mundo debíamos votar en las elecciones de Estados Unidos porque ellos se han abrogado el derecho de decidir por todos. Si decidiéramos en la situación norteamericana, muchas cosas podríamos mejorar y transformar, empezando por su sistema político para que el gobierno fuera electo por voto directo universal y secreto; registro de nuevos partidos para terminar con el partido de Estado bicéfalo; desligar los intereses económicos del Congreso y hacer que éste fuera representativo no sólo del territorio norteamericano, sino de todos los países integrados.
En el Congreso americano debería haber argentinos, colombianos, mexicanos, barsileños, peruanos, haitianos, para que cada uno defendiera sus territorios. Si estos representantes fueran por número de habitantes, estos serían mayoría, y en una democracia verdadera las minorías deben sujetarse a las mayorías. Este rumbo sería posible si siguiéramos la lógica de las consecuencias de la integración que ya existe en lo económico, lo tecnológico y lo militar; esta lógica no es descabellada si la comparamos con nuestra pretensión de ser una nación independiente.
No lejanos del absurdo y en virtud de que México y nuestros países de la América del sur que nace en el Bravo estamos ya integrados y sujetos a sus condiciones, esto plantea que cambiemos la debilidad en fuerza y vayamos a reclamar nuestro derecho a decidir en su propio territorio. Si hablan de México, México debe decidir y opinar sobre ellos y sobre el futuro todo de esta globalidad que nos impusieron sobre nuestro destino y nuestra historia.
PD. Supermiércoles este 20 de marzo a las 11:30 horas en las calles de Génova y Londres (Zona Rosa). Convención Electoral Americana de los partidos locales Partido Republicano Independiente (PRI) y el Partido Americano Nacional (PAN). No falte.