Arnoldo Kraus
El crimen como cotidianidad*
(Segunda y última parte)

Con la venia que otorga la lectura un siglo después de cualquier idea u obra pseudocientífica como supone ser la de Julio Guerrero, La génesis del crimen en México. Estudio de psiquiatría social, 1901, rescato algunas nociones que tienen la dualidad quizás sea más correcto denominarlas ``hiriente dualidad'' de ser lejanas y a la vez actuales. Aclaro que algunas pudiesen parecer absurdas si no son leídas, como ya antes lo dije, usando las gafas de la época:* El estudio de las causas que determinan el crimen debe hacerse... no sólo en las circunstancias personales del criminal, sino en los fenómenos generales de la destrucción que pueden afectar al espíritu, o al alma de una sociedad.

* Háse notado por ejemplo que el número de lesiones y riñas que en el Distrito Federal es enorme, disminuye cuando llueve, y aún llega a desaparecer en una súbita tranquilidad del espíritu (Informe del procurador de Justicia en 1895 sobre la Criminalidad en el Distrito Federal).

* (Acerca del Arte de Gobernar) La consecuencia fatal fue que los gobernantes mexicanos, tanto en la Unión como en los Estados, conocieron siempre muy poco de nuestros fenómenos sociales.

* (Estado civil y crimen)... En las cuestiones del estado civil el fiasco ha sido completo... las leyes del estado civil son tan ineptas para fijar las condiciones legales de un individuo en México, como lo serían para reglamentar las corrientes del aire o las lluvias de meteoritos.

* (Otras causas de inestabilidad/crimen)... Si se reflexiona que los gobiernos impotentes son factores corruptos de la moral pública pues inducen a sacrificar toda consideración de civismo en provecho personal... quebrantan en definitiva las relaciones civiles.

* (Gobierno totti potencial, individuo inerme agresividad)... el compadrazgo tiene en nuestra sociedad una firmeza de solidaridad superior a los lazos civiles de la familia... (funciona el compadrazgo)... en lugares donde hay riesgos de vejaciones y crímenes por parte de las autoridades, pues como la civilización del país no es uniforme... es necesario ampararse contra los atropellos gubernamentales... unidos por el compadrazgo.

* En efecto, la inseguridad que durante setenta años reinó en la República, concentró la gente en las ciudades, destruyó muchos pueblos... hay un exceso de población en el Distrito Federal.

Qué es lo que debería escribirse en un texto contemporáneo acerca del crimen en la ciudad de México? Sería suficiente rescatar párrafos como los anteriores y actualizarlos? En la víspera del quiebre del siglo e inicio del tercer milenio, nuestra ciudad ha endurecido sus rasgos; el crimen, en todas sus formas habita la capital. Vislumbremos algunos motivos.

Aun cuando se piensa que existe un fuerte nexo entre factores sociales y criminalidad como también lo comenta el autor, la naturaleza de tal interrelación no es del todo clara. Se dice, por ejemplo, que las tasas de criminalidad son más elevadas en países desarrollados, siendo el blanco en la mayoría de los casos, el ser humano, mientras que en las naciones subdesarrolladas la mayoría de los casos, el ser humano, mientras que en las naciones subdesarrolladas la mayoría de tales actos son dirigidos hacia objetos materiales. Se piensa también que en las grandes ciudades la frecuencia del crimen es mayor por la aglutinación de seres humanos, ya sea por el estrés de los cambios rápidos, por el incremento de las oportunidades para efectuar actividades criminales en las grandes urbes o por el anonimato de la vida citadina. Sin embargo, lo anterior no es del todo cierto, pues en países altamente industrializados como Japón o Estados Unidos los niveles de criminalidad son diferentes. Hay quienes atribuyen las discrepancias anteriores a factores culturales.

A pesar de que el autor tan sólo lo hace marginalmente, algunas palabras acerca de las características de la familia son indispensables. Estudios diversos han confirmado que muchos delincuentes proceden de casas mal estructuradas en donde no existía ni disciplina ni afecto hacia los hijos. El alcoholismo, así como conductas antisociales en los padres son también hallazgo frecuente. De importancia es la posibilidad que exista predisposición genética: de hecho, hay mayor concordancia en relación a conductas criminales en gemelos idénticos al compararlos con no idénticos. Asimismo, es de interés el hallazgo consistente en criminales recidivistas de una historia de haber sido abusados físicamente. Finalmente, se sabe que los delincuentes han tenido mayor número de accidentes, lesiones y enfermedades: incluso, los delincuentes que actúan con mayor violencia tienen con frecuencia lesiones en el sistema nervioso central a diferencia de los criminales comunes.

Si bien el entramado que separa delincuencia y sociedad debería ser muy amplio, la vulnerabilidad, ya sea como cotidianidad o como fenómeno inherente de la humanidad, acorta las distancias. El creciente fenómeno de la vulnerabilidad, permite comprender mejor, tanto el texto de Julio Guerrero como la dinámica de las comunidades hacia el final del siglo XX. En la esfera del crimen, la vulnerabilidad puede aplicarse ya sea al individuo o al grupo social; de ahí que los tipos y gravedad de los actos delictivos varíen a través del tiempo y de un grupo social a otro. De ahí también, que la descomposición de las comunidades sea tierra fértil para el incremento de la violencia.

Acorde con las ideas del jurista mexicano, Masters al hablar acerca de algunas de las teorías del tema en cuestión, atribuye el crimen y la victimización a condiciones políticas, económicas y sociales que conducen a las personas a cometer fechorías y, que paradójicamente, atrapan a las víctimas y a los criminales en un mismo medio ambiente. Considera Masters que la pobreza y la inequidad son fuente importante de victimización. Ideas afines son las de Elias: La pobreza no solamente produce escaso o nulo ingreso, sino que conlleva deterioro en la salud, en la vivienda, en la educación, en el estado nutricional, en las condiciones de empleo y otros males afines... Las manifestaciones y resultados de la pobreza y de la desigualdad, pueden ser puerta de entrada al crimen, al crear necesidades y frustraciones que, al menos aparentemente, el crimen podría satisfacer... En otras palabras, la pobreza contribuye al generar crimenes cuyas finalidades estarían relacionadas con la supervivencia y la procuración de las necesidades básicas de cualquier ser humano.

En ese sentido, equívoco sería equiparar bajo rubros similares a quien roba por hambre con quien mata bajo los efectos del alcohol, o contra aquéllos que en forma persistente violan la condición humana. Qué decir de aquéllos, quienes abusando del poder dilinquen reiteradamente? En las celdas de nuestro país no es, lamentablemente, poco frecuente encontrar asesinos ``profesionales'' con mozalbetes convertidos en ladrones, ya sea por la fuerza de la pobreza o por las desventuras de un futuro incierto. Una advertencia: los rigores de la justicia en sitios donde la ley puede ser etérea, volátil, suelen ser las antesalas de la ``verdadera criminalidad''. Las preguntas de Guerrero, sus angustias, y sus insomnios convertidos a las páginas de La génesis del crimen en México, son todo menos atemporales: en 1995, uno de cada cinco habitantes del Distrito Federal fue víctima de algún atropello.

La suma de los datos anteriores nos remite obligadamente a uno de los intereses natos del texto y de la ciencia contemporánea: es posible hablar de etiología o de etiologías del crimen? No hay causa única ni sencilla que explique la conducta antisocial agresiva. La mayoría de quienes tienen desventajas socioeconómicas, que han sido físicamente abusados, que tienen daño neurológico, alteraciones psiquiátricas o desventajas intelectuales no son ni criminales ni agresivos. Por lo anterior, parece claro que la conducta criminal es la vía final de la interacción de este tipo de vulnerabilidades biopsicosociales aunados a la malhabida sociedad contemporánea. Conducta que ha nacido con, y en el ser humano, y que seguramente pervivirá siempre. Es pues, la misma humanidad.

* Este manuscrito forma parte del prólogo del libro La génesis del crimen en México. Un estudio de psiquiatría social, de Julio Guerrero, que en breve reeditará el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.