La Jornada 20 de marzo de 1996

Analizarán la viabilidad de formar una zona de libre comercio en AL

Agencias, Cartagena de Indias, Colombia, 19 de marzo Más de mil 200 empresarios del continente americano empezaron hoy un encuentro con los ministros de Comercio de 34 países con el fin de analizar la viabilidad de conformar una zona de libre comercio continental para el año 2005, sin que ello represente la ``desaparición'' de economías nacionales completas.

La reunión, la segunda de los ministros del ramo desde la Cumbre de las Américas celebrada en Miami en 1994, fue instalada por el ministro colombiano de Comercio Exterior, Morris Harf, quien señaló que el Acuerdo de Libre Comercio de América (ALCA) debe hacerse realidad con la premisa de que el libre comercio tiene como fin el bienestar de las personas y no simplemente el beneficio económico.

El compromiso de conformar un ALCA nació de la Cumbre de Miami, en la que los jefes de Estado y de gobierno del continente --con excepción de Cuba--, acordaron programar reuniones anuales de los ministros del ramo para seguir analizando el tema. En la cumbre de Cartagena de Indias se analizarán los mecanismos para conseguir el libre cambio en el año 2005, que podría ser mediante la adhesión de todos los países al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), o mediante la unión de todos los procesos de integración actuales o mediante un sistema similar al propuesto por la Organización Mundial de Comercio, a fin de que los países avancen en el propósito de manera simultánea.

Estados Unidos recomendó a los países latinoamericanos reglas claras y un entorno macroeconómico sano para atraer mayor nivel de inversión extranjera. ``Nosotros pensamos que reglas claras abrirán los mercados a la inversión extranjera'', aseguró el secretario de Comercio estadunidense, Ron Brown en el Foro de Empresarios.

Indicó que el sector privado requiere un ambiente macroeconómico estable, prácticas de negocios transparentes e impuestos razonables. ``Los países deben tratar en igualdad de condiciones a nacionales y extranjeros'', señaló Brown, y aseguró que el comercio y la inversión están ligados al crecimiento económico. Asimismo, elogió los avances que en materia de privatizaciones realizaron algunos países del continente, como Chile y Argentina, e hizo un llamado a otras naciones para que desarrollen planes similares.

Para el funcionario estadunidense la participación del sector privado mediante alianzas estratégicas o concesiones, entre otros mecanismos, es la mejor forma de desarrollar los proyectos de infraestructura que poseen la mayoría de los países en vías de desarrollo. Según cifras reveladas por Brown, los proyectos de infraestructura de América Latina están calculados en unos 500 mil millones de dólares hasta el año 2000.

Los recursos para el desarrollo de esas obras podrían provenir del sector privado, de las fuentes multilaterales de crédito, así como de los presupuestos gubernamentales. ``Como líderes de sus comunidades de negocios deberían ayudar a sus líderes nacionales a contribuir con este propósito para un mutuo crecimiento'', indicó.

Más tarde, en conferencia de prensa, Brown advirtió que los problemas políticos que enfrentan algunos países latinoamericanos pueden incidir en el propósito de hacer del continente un área de libre comercio, sin embargo, aseguró la ``firme'' decisión de su gobierno de alcanzar ese objetivo, incluso antes del año 2005.

Insistió en que la eventual futura zona de libre comercio estará conformada únicamente por los países democráticos, al reiterar que Cuba no será invitada a participar en el propósito mientras no se reforme su sistema político y económico.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, invitó a los empresarios de América a ser el motor de la zona de libre comercio. ``Se acabó la era de la intervención de los gobiernos, el sector privado tiene la responsabilidad de conseguir ganancias en la mejora de las comunidades'', dijo Thomas McLarty, vocero del mandatario.

El tema social también fue tocado en un encuentro paralelo que sindicatos del continente realizan con el apoyo de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores. ``El proceso va a una velocidad increíble, pero ¿dónde están los sindicatos?'', preguntó Michael Boggs, de la poderosa central estadunidense AFL-CIO.

Los ministros de Comercio ``han rehusado recibir en su agenda el informe de relatoría de la reunión que efectuaron los ministros de Trabajo y se oponen a incluir a los trabajadores que son mayoría en el continente'' dentro del esquema institucional de la integración, afirmó Boggs. Los sindicalistas propusieron un modelo tripartito para que en el proceso de integración estén representados gobiernos, empresarios y sindicatos.

En el encuentro sindical, que comenzó ayer y terminó hoy, participaron delegados de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Venezuela.