La Jornada 20 de marzo de 1996

Suspenden an Argentina un paro laboral; darán tiempo a las negociaciones de ``tregua social''

Afp, Ap y Efe, Buenos Aires, 19 de marzo La mayor central sindical argentina suspendió hoy la huelga general de 24 horas que había convocado para el 26 de marzo en demanda de reivindicaciones salariales y sociales, para ayudar en las negociaciones de una ``tregua social'' que involucra al gobierno del presidente Carlos Saúl Menem y al empresariado.

"Vamos a suspender el paro para privilegiar el diálogo con el gobierno y con la Iglesia" católica, dijo el secretario de la progubernamental Confederación General del Trabajo (CGT), Gerardo Martínez.

El llamado a una huelga general por la CGT era el tercero afrontado por el gobierno de Menem desde su llegada al poder, en 1989, en contraste con otras trece medidas de fuerza semejantes llevadas a cabo por la misma central contra el gobierno del presidente radical Raúl Alfonsín (19831989).

La CGT --cuya cúpula está en su mayoría afiliada al oficialista Partido Justicialista (PJ, peronista)-- dijo que el gobierno estudia su pedido de una "tregua social que evite los despidos en el sector público durante 180 días", y aguarda a que se ponga en funcionamiento el polémico Consejo Nacional del Trabajo y del Empleo, al cual se opone el ministro de Economía, Domingo Cavallo. De inmediato, dos grupos sindicales enfrentados con la CGT, el Congreso de los Trabajadores Argentinos (CTA), y el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), cuestionaron la sinceridad de los líderes de cegetistas, a quienes acusaron de estar comprometidos política y hasta económicamente con el gobierno.

"La dirigencia de la CGT sólo está buscando un espacio de negociación con el gobierno", sostuvo Edgardo Pietri, secretario general del CTA.

El MTA había anunciado que no se sumaría al paro convocado por la CGT, que de esta manera no hubiera contado con el apoyo de los importantes gremios del transporte, fundamentales para haber asegurado el éxito del paro convocado para el próximo día 26.

Luego del anuncio de la suspensión de la huelga, la cúpula cegetista visitó a los miembros de la Comisión Pastoral de la Iglesia católica, quienes el lunes presentaron un documento que llamó al presidente Menem a ``flexibilizar y humanizar'' sus programas económicos debido a su ``altísimo costo social'' y al ``hiperdesempleo''.

En el documento, los prelados exigieron que el costo social del ajuste "sea equitativo, dejando de lado a los sectores de menores recursos, que no llegan ni siquiera a cubrir las necesidades básicas".

Alertaron que no se vislumbra "un desarrollo de las economías regionales``, y resaltaron su preocupación por la ''quiebra del sistema de salud, la crisis profunda de las obras sociales (servicios de prestación médica en manos de los sindicatos), el drama de los jubilados, la desnutrición infantil, la violencia juvenil y la situación de la juventud sin trabajo ni posibilidades de tenerlo".

La controversia entre el gobierno y sectores del episcopado sobre los costos sociales del plan de estabilización económica data de 1992, ocasión en la que incluso el papa Juan Pablo II advirtió sobre la necesidad de mitigar el impacto del ajuste en los sectores más desfavorecidos.

Los obispos analizan ahora ``la difícil situación social'' y una eventual respuesta a Menem sobre sus calificativos de "necios e hipócritas", formulados la semana pasada contra varios prelados que criticaron la situación económica, aunque voceros gubernamentales dijeron que el mandatario ya ``se disculpó''.

Apenas se conoció la decisión de la CGT de desconvocar la huelga, portavoces del ministerio de Economía anunciaron para este miércoles una conferencia de prensa de Cavallo, quien aseguró hoy que los obispos católicos ``no saben nada de economía''.

Las afirmaciones provocaron la reacción del obispo de la ciudad de Mar del Plata, José María Arancedo, quien admitió que "la Iglesia nunca pretendió ser técnica en economía, pero ciertamente somos maestros con mucha experiencia en temas humanos".

Pero no sólo la Iglesia criticó al gobierno: la poderosa Unión Industrial destacó que "este plan económico, que tanto bien le hizo al país, tiene una deuda con la producción y con el trabajo argentinos", y de paso criticó la creación del Consejo Nacional del Trabajo.

En tanto, el ministro del Interior, Carlos Corach, defendió a la Policía Federal, cuestionada severamente luego de que en las últimas semanas han menudeado los casos de abuso por parte de los uniformados. "Creo que la Policía Federal actúa con mucha profesionalidad", dijo el ministro, al aludir a la represión ejercida hace más de una semana en La Plata, y al asesinato de varios jóvenes a manos de uniformados.

Agregó que "en cualquier fuerza de 35 mil (efectivos) puede haber excesos, y todo esto pasa en el marco de una democracia adolescente. Muchos policías han sido formados no digo por la dictadura, pero sí en otras circunstancias".

En otro orden de hechos, los gobiernos de Chile y Argentina desconocieron cualquier tipo de derecho a Gran Bretaña para gravar la pesca en el Atlántico Sur, donde patrulleras británicas han detenido barcos chilenos y argentinos.