Tres muertos en el desalojo de una finca en Pichucalco

Juan Balboa, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 20 de marzo Tres personas muertas, dos gravemente heridas y 57 detenidas fue el resultado de un desalojo violento realizado esta mañana por miembros de la policía de Seguridad Pública estatal en la finca San Luis, municipio de Pichucalco, que es propiedad del ex banquero tabasqueño Carlos Cabal Peniche.

Jorge Enrique Hernández Aguilar, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), informó que durante el desalojo murieron los campesinos Héctor Alvarado Molina y Sebastián Díaz Mondragón y el policía Agustín LLaven Gallegos.

Tres muertos y 57 detenidos dejó un enfrentamiento
entre policías que intentaron desalojar un predio y
campesino de la CIOAC. Foto: Elsa Medina

Los detenidos fueron trasladados de inmediato al penal de Cerro Hueco, ubicado en esta ciudad, en tanto que dos mujeres que resultaron golpeadas fueron internadas en un hospital de Pichucalco.

El secretario municipal de Pichucalco, José Luis Gómez, dijo que la policía se dirigió a las 6 de la mañana al predio San Luis para desalojar a unas 60 personas que habían ocupado esas tierras, ubicadas en el kilómetro 8.5 de la carretera que comunica a la ciudad chiapaneca de Pichucalco con Teapa, en Tabasco.

Según el funcionario municipal, el predio, propiedad de una sociedad empacadora de plátano, denominada San Luis del Sureste, se encontraba en poder de miembros de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) desde el domingo pasado.

En el desalojo, agregó José Luis Gómez, participaron 120 policías y funcionarios de la PGJE. Las autoridades del ayuntamiento aseguran que la orden de desalojo la dio el propio secretario general de Gobierno, Eraclio Zepeda.

Por su parte, Hernández Aguilar advirtió que el gobierno de Julio César Ruiz Ferro no permitirá una invasión más de predios, que no se encuentren dentro del contrato (finiquito) agrario firmado por el gobierno del estado y las 40 organizaciones campesinas.

Todos los predios que sean invadidos a partir de esta fecha y que no se encuentren en los convenios agrarios, serán desalojados por los cuerpos policiacos de la entidad, ``no se permitirá un invasión más'', precisó el funcionario.

Con este convenio, el presidente Ernesto Zedillo dijo el martes 12 de marzo que la disputa por la tierra en Chiapas ``está superada''.

Según la versión del gobierno estatal, difundida en el boletín 946, en el momento que pretendían desalojar a los campesinos, los policías fueron recibidos a ``balazos por los invasores, que se cubrían el rostro con pasamontañas y paliacates'', precisa el comunicado.

El documento dice textualmente: ``El 17 de marzo de 1996, por segunda ocasión, unos 70 campesinos que se cubrían el rostro con pasamontañas y paliacates, portando armas de diferentes calibres y en actitud agresiva, invadieron el predio denominado Platanera San Luis del Sureste.

``Esta mañana, al cumplir una orden del juez del fuero común, los agentes de Seguridad Pública fueron recibidos a balazos y se deduce que los invasores ya tenían predeterminación para la agresión, pues se encontraban pertrechados en lugares estratégicos, desde donde abrieron fuego contra los agentes del orden público.

``Cabe destacar que nuevamente se confirma la ética y profesionalismo de la policía estatal, ya que no obstante de ver caer abatidos a dos de sus compañeros, repelieron la agresión, actuaron con prudencia y detuvieron a más de medio centenar de invasores. De no existir la formación académica de los agentes, las consecuencias hubieran sido graves''.

No obstante, dos de los muertos fueron campesinos y sólo uno era policía, según confirmó la PGJE.