El extraordinario libro Donde el corazón te lleve de la italiana Susana Tamaro, se desliza como la vida de las ancianas, suavemente al recorrer voces y lugares, la protagonista, en cartas a su nieta, distante de ella. Fijo y trasplantado su pensamiento a sus evocaciones, el sentido de su vida va dejando que su mente se abra, atacada de una especie de desvarío, producido por la exaltación de lo vivido y lo no vivido y la sugestión intensificada de los imborrables recuerdos, que escribiera en blanco papel, confundiendo este género epistolar con su propia vida narrada a su nieta, enmascarada de psicoanalista.
Empuñando su pluma con crispada mano da giros en el aire a diestra, siniestra y circulares, como si se hiciera una con su nieta real e imaginada: ella misma. A la par que la exhorta a encontrarle un sentido a la vida. Para lo cual deja que las cosas tomen su propio nombre y levanta una vida de silencios. Se descuida para hacer del recuerdo un aturdimiento y se deja habitar por voces lejanas, muy lejanas, que adquieren un sentido al diferenciarse de su propia personalidad, su propio ``yo''.
Cuando esto sucede, el dolor se apodera de la abuela, la nieta y el lector, al parecer sin ruido, paso a pasito, letra a letra, en la indagación del pasado al sacudir a todos, entre hondos suspiros melancólicos, por la emoción velada en el espacioso y bello jardín de la mente, en el que el murmullo fino y sutil llena las hojas dirigidas a la nieta.
La relación se desliza como música de fuentes que llenan el espacio. Las imágenes altas y frondosas como árboles proyectan sombras deliciosas contra los rigores del sol y el aire que se respira a través de las cartas y se halla saturado de perfumes de rosas y flores de todos los colores y variedades que aspira lentamente la nieta y el lector identificado con la propia abuela-nieta.
De pronto se perciben al cruzar el jardín de la mente que éste no es tan bello, ni tan cuidado, así como no abundan tanto las imágenes de flores de bellos colores y deliciosos perfumes y hasta el aire que se respira se halla algo enrarecido y desde luego desprovisto de ese aroma exquisito que embalsama el jardín mental de las mujeres.
Además, las imágenes parecen plantadas sin orden ni concierto, y completamente abandonadas, y sus troncos y ramas cubiertos o entrelazados con otras ramas inútiles y descuidadas que casi convierten el jardín de la mente en huellas vírgenes que nunca se hubieran vivido.
El libro de Susana Tamaro es melancolía de no saber qué es la verdad y qué la mentira. Ni qué alientos en definitiva llevan nuestros pasos a la muerte, aunque ésta siga su curso impredecible. La revelación de los secretos, los amores encubiertos que estaban al descubierto; el sujeto, el yo, en tanto otro, captado por medio de la escritura. Bella racionalidad de lo aparente secreto o íntimo, que la hace tambalearse necesariamente contra viento y marea, la de la propia verdad, no la verdad, que tan mal sabe y da razón para tomar en cuenta a ese ``sujeto'' que se nombra al escribir, para ella y para la otra, la nieta y es ya el sujeto de la correspondencia.Tamaro, Susana. Donde el corazón te lleve. México, Editorial Océano, 1996.