Controlar capitales a corto plazo, desafío para los bancos centrales
Efe, Asunción, 21 de marzo El rápido crecimiento y la permanente movilidad de los capitales que llegan al continente americano ha traído beneficios, pero también múltiples problemas a sus sistemas económicos, afirmaron los Gobernadores de los Bancos Centrales de América Latina y España, al finalizar hoy un encuentro de ``reflexión y diálogo''.
El caso de lo ocurrido en México en diciembre de 1994 y cuyas consecuencias se extendieron en 1995 a otros países latinoamericanos, sirvió de base para el debate de los temas más difíciles, como el control de los capitales a corto plazo y los ajustes monetarios drásticos.
El control de los capitales a corto plazo, llamados capitales calientes, constituye el principal desafío de los bancos centrales latinoamericanos, que en su mayoría tienen sistemas financieros con normas de seguridad no muy eficientes. El volumen de los capitales de inversión se ha multiplicado, al igual que su movilidad, lo que ha traído beneficios para los países de mercados emergentes, que pueden tomar ahorro externo para sus programas de desarrollo, pero al mismo tiempo se han convertido en un factor de inestabilidad, según se manifestó en la reunión.
``Un aumento o una disminución brusca en el flujo de capital obliga a ajustes correlativos que pueden ser muy drásticos en las economías de los países receptores'', advirtió el gobernador del Banco Central de México, Miguel Mancera Aguayo.
Por su parte, el presidente del Banco Central de Venezuela, Antonio Casas, sostuvo que ``si hay que hablar de enemigos financieros, esos son los capitales a corto plazo, y se debe dar prioridad a la búsqueda de una manera de controlarlos, porque ya hemos visto las consecuencias negativas del movimiento hacia fuera de estos capitales calientes''.
Otra de las preocupaciones de las autoridades monetarias es la rapidez con la que se desarrollan los nuevos fenómenos financieros. Esta situación obliga a los expertos --indicó Mancera Aguayo--, a preguntarse si los mercados financieros globales son acaso más poderosos que los bancos centrales.
Como ejemplo de lo anterior fue citado el incremento del empleo en Estados Unidos en febrero pasado, que propició alzas en las tasas de interés de los bonos de ese país y una muy fuerte caída del índice de la Bolsa de Wall Street, y estos fenómenos a su vez incidieron de manera significativa sobre los mercados de América Latina. Asimismo, las autoridades monetarias intercambiaron experiencias sobre el grado de responsabilidad que tienen en la supervisión bancaria y las posibilidades de contar con mecanismos de control capaces de detectar y prevenir los fenómenos económicos que desembocan luego en las crisis.
De esta reunión no surgieron conclusiones ni resoluciones, porque el objetivo no era ese sino mantener un foro de diálogo y reflexión, donde las autoridades monetarias centrales pudieran hablar periódicamente.