La Jornada 23 de marzo de 1996

Calderón: presión al procurador ``desde el gabinete y los partidos''

Ciro Pérez Silva, Roberto Garduño y Juan Manuel Venegas En las investigaciones para esclarecer los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu el procurador Antonio Lozano Gracia enfrenta presiones que obedecen a intereses políticos y que provienen ``desde el gabinete mismo hasta de dirigentes de partidos'', quienes están interesados en señalar, de manera desproporcionada, deficiencias o insuficiencias en el curso de las pesquisas, afirmó el presidente del PAN, Felipe Calderón.

Independientemente del riesgo que ha significado para el procurador y su equipo enfrentar problemas tan graves como el narcotráfico, el dirigente panista subrayó la incongruencia de grupos que hoy cuestionan el desempeño de Lozano Gracia, cuando en su momento callaron ante las deficientes indagatorias en otros crímenes, encubriendo, en la mayoría de los casos, a los responsables cuando se afectaban intereses de grupos políticos o económicos.

Uno de los casos más claros, dice, es el del PRI, ``que exige a Antonio Lozano Gracia lo que no tuvo el valor de exigirle a los procuradores priístas Diego Valadés y Humberto Benítez Treviño, así como a los fiscales especiales Olga Islas y, sobre todo, Miguel Montes'', que sostuvieron la versión de que el homicidio de Colosio fue producto de un asesino solitario y no de un complot, como hoy muestran las evidencias.

Miguel Montes, agregó Calderón, ``no sólo fue un priísta distinguido, también fue diputado federal y hasta dirigente'' de ese instituto político.

Se refirió también a Porfirio Muñoz Ledo, dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien acusó al PAN de ``servirle como biombo al presidente Ernesto Zedillo'' desde la Procuraduría General de la República (PGR).

Las investigaciones de los crímenes políticos, afirmó Calderón, no han sido desaprovechados para que algunos lleven agua a su molino. ``Del caso del PRD, en el que su dirigente le exige a Lozano Gracia lo que no exigió él mismo, como parte del aparato oficial, ante la presencia de crímenes tan aberrantes como el del periodista Manuel Buendía, y asume hoy posiciones de raja política, es decir, obtener provecho de una situación difícil que es de interés nacional''.

Cuál es la lectura que le da usted a la incorporación de Lozano Gracia al gabinete y, precisamente, en la PGR?Aquí lo que prevaleció en el ánimo del Presidente, pienso yo, fue la absoluta incapacidad de asumir el gobierno, si no se rescataba en un mínimo la credibilidad de un órgano de procuración de justicia, y esa fue, en parte, la perspectiva que nosotros analizamos ese día.

``En ese momento, el país corría un riesgo de tal magnitud, por el deterioro de la administración de justicia y por la duda que prevalecía sobre los investigadores de los crímenes, tanto de Colosio como de Ruiz Massieu, que ese descrédito de las autoridades priístas iba a implicar una descomposición social acelerada, de gran peligro, que no beneficiaba a nadie''.

Tomando en cuenta ese riesgo y la falta de transparencia en el manejo de los casos y de la propia PGR, por qué aceptó el PAN que uno de sus integrantes se incorporara a esa dependencia?Se requería frenar ese acelerado deterioro y descomposición de la vida pública, rescatando la credibilidad y la posibilidad de realizar investigaciones de fondo a través de poner en manos de una persona confiable la procuración de justicia.

``Creemos que ese argumento es válido, que es un argumento en el cual el interés de la nación está por encima del interés de partido, y fue el que orilló a dirigentes y militantes, independientemente de la decisión personal de Antonio Lozano, a apoyarlo en su gestión como procurador''.

Qué efectos ha tenido para el PAN el desempeño de Antonio Lozano al frente de la PGR?Subrayando que la decisión de aceptar el cargo en 1994 y, posteriormente, la decisión de permanecer en él la tomó el propio Lozano Gracia, Acción Nacional sabe que los efectos de su gestión, como la de cualquier otro miembro del partido al frente de un cargo público, repercutirá, así sea de manera indirecta, en el partido y en su grado de aceptación o rechazo frente a la sociedad y a la opinión pública.

``En lo personal, considero que hay en los ciudadanos una comprensión respecto de las dificultades que ha implicado para el procurador desempeñar su trabajo, de las dificultades para investigar los crímenes de personajes de la política, del tiempo transcurrido entre los sucesos y el momento en que él toma en sus manos la investigación.

``La sociedad entiende de todos esos obstáculos y dificultades, y en ese sentido hay un reconocimiento de los ciudadanos a su labor, que está repercutiendo, hasta ahora, en términos positivos para el PAN. Sin embargo, existe un riesgo que no podemos desconocer y es que no se logre un reconocimiento pleno de la labor de Antonio Lozano al frente de la PGR''.