Hallar a los culpables ``y encubridores'', exigen colosistas
Convocados por la Fundación Luis Donaldo Colosio, más de medio millar de colosistas se reunieron anoche en el Claustro de Sor Juana para reclamar justicia y advertir a las autoridades judiciales que tienen un compromiso adicional: descubrir a quienes han encubierto a los asesinos materiales e intelectuales.
Cuatro fotografías del ex candidato presidencial sobre tela negra enmarcaron la ceremonia de casi hora y media, a ratos poética, por momentos musical y siempre con palabras de coraje por el ``crimen del que no nos hemos podido recuperar'', según dijo María Angélica Luna Parra.
A nombre de los organizadores, Luna Parra insistió en que la reunión misma se hacía como ``testimonio del reclamo de justicia'' por el asesinato de un hombre y un político al que ``injustamente hemos sepultado en los rumores'' y en una especulación sin fin ni sentido.
En su breve introducción recordó al aspirante presidencial siempre rodeado de gente fiel a su convocatoria para cambiar el país. Lo ubicó en su perspectiva de reforma del poder para sumar la voz de los marginados a la voz de la nación, y concluyó con una frase: ``El pueblo nunca lo traicionó''.
Luis Lópezllera evocó a continuación el nombre de la ceremonia Dos años de ausencia, dos años de presencia y describió la concurrencia de cientos como instrumento para reclamar la presencia de Colosio, la acción de la justicia y ``saber qué pasó con él''.
Siguió:``El Estado tiene que descubrir a los autores materiales e intelectuales, pero también a quienes los han encubierto''.
Pidió trabajar para que la sangre de Colosio sirva para hacer sus ideales, al estilo de Mahatma Gandhi, Martin Lu-ther King, John F. Kennedy y otros personajes de la historia.
Terminó su intervención con referencias al aparato oficial que ha sido incapaz de ofrecer resultados de sus averiguaciones:``Hoy el Estado es demasiado grande para convocar a causas pequeñas y demasiado pequeño para abanderar causas nuevas'' como las que apoyaba Colosio, dijo.
La cantante tabasqueña Yekina Pavón repitió, acaso sin proponérselo, el bautizo que dio Fernando Ortiz Arana cuando la mañana del 28 de noviembre de 1993 anunció al país que el PRI postularía a Luis Donaldo Colosio. Lo llamó ``candidato de la unidad y la esperanza''.
Yekina interpretó la canción Raíces, del compositor Federico del Toro, y el niño Jorge Alberto Fernández Tovar intervino para rememorar al México que Colosio veía con sed de justicia y cuya esperanza murió en Lomas Taurinas la noche del 23 de marzo de 1994.
Hacia las 21 horas la concurrencia se despidió con un largo aplauso para el sacrificado dos años atrás, mientras el aire agitaba las mantas logotipo de su campaña: el apellido Colosio en negras mayúsculas entre dos barras verde y roja.