Los guerrerenses ``quieren vivir bajo la ley, en paz y concordia''
Néstor Martínez, enviado, y Raúl García, corresponsal, Chilpancingo, Gro., 22 de marzo Apenas diez días después de que Rubén Figueroa Alcocer se tuvo que ir, el presidente Ernesto Zedillo vino aquí a hablar de paz, de ley y justicia, de unidad y concordia:
``Vengo a decirles que comparto su justa aspiración de vivir en paz y en la ley; de vivir unidos y en concordia; de vivir trabajando y superando siempre los retos que enfrentamos''.
Y luego, en presencia de la clase política guerrerense, Zedillo dio un espaldarazo al nuevo mandatario estatal: ``Sé muy bien que apoyan al gobernador Angel Aguirre Rivero... Lo hacen, porque saben que gobernará con la ley y la justicia; lo apoyan, porque gobernará procurando la unidad y la concordia''.
En la Plaza Cívica de esta capital, el jefe del Ejecutivo aprovechó el acto de la firma del Convenio de Desarrollo Social 1996, para referirse a lo que, se creía, inquietaba a los guerrerenses y para tratar de eliminar resentimientos.
Pero no fue necesario. Al priísmo guerrerense se le olvidó pronto lo brutal del golpazo político del 12 de marzo y le aplaudió mucho y fuerte.
Incluso, el propio Aguirre Rivero se apresuró a limpiar ante el presidente de la República, cualquier resabio de su muy conocido figueroismo reciente:
``Llego al gobierno de Guerrero, sin ningún compromiso de grupo ni de personas...''.
Detrás de ambos mandatarios, sentados en la segunda fila del presidium, otros conocidos políticos -ahora ex figueroistas- no dudaron en evidenciar su respaldo al deslinde del gobernador. Ahí, los senadores Guadalupe Gómez Maganda, Porfirio Camarena, Israel Soberanis y el diputado federal Nezahualcóyotl de la Vega, celebraron las palabras de su nuevo jefe.
Al término del acto, un reportero se acercó a uno de los invitados especiales que ocupaban la primera fila, para preguntarle quiénes eran los ex gobernadores presentes, a quienes Zedillo se había referido momentos antes.
Punzante, irónico, el guerrerense respondió al periodista: ``Alejandro Cervantes Delgado e Israel Nogueda... los únicos dos que no están muertos''.
Enterró así el cadáver político, aún fresco, de Figueroa Alcocer.
Ley y paz en Guerrero: Zedillo
En su discurso, el presidente Zedillo aseguró: ``Los guerrerenses quieren vivir en paz, porque saben que la paz es la base de la tranquilidad de las familias; porque saben que es esencial para avanzar con el concurso de todos y en beneficio de todos; porque la paz se funda en la ley y en la justicia... Los guerrerenses quieren vivir respetando la ley porque esa es la vía de la justicia; de una justicia que nos reconozca a todos por igual; de una justicia a la que todos tenemos derecho''.
Dijo que los guerrerenses quieren vivir en la paz y en la ley, porque en ella reside la concordia, una concordia que sume esfuerzos para desplegar el potencial de las regiones del estado.
El Presidente informó que Guerrero recibirá este año recursos federales por más de 8 mil 400 millones de pesos, que representan el gasto social, incluyendo el gasto corriente y el de inversión.
Explicó que dentro de ese gasto total, la Federación destinará más de 4 mil 730 millones de pesos al gasto social, para atender las necesidades de educación, salud, vivienda, seguridad social, combate a la pobreza y alimentación y abasto.
No permitiré impunidades, promete Aguirre
En su oportunidad, el gobernador Angel Aguirre Rivero aseguró: ``Mi gobierno actuará con todo el peso de la ley contra quienes cometan abusos o arbitrariedades. No permitiré impunidades, independientemente de quien se trate. Por ello, presentaré en unos días más un plan especial de seguridad pública''.
El mandatario estatal rechazó el adjetivo de ``violentos'' que, dijo, se ha querido imponer a los guerrerenses.
``Nuestra violencia -afirmó- ha estado ligada a los niveles de marginación y de pobreza. Seguimos siendo una entidad con muchas carencias y rezagos, y nos lastima profundamente el hecho de que no hayamos podido consolidar un mínimo de bienestar para todos los guerrerenses''.
Comentó que existen regiones en este estado que necesitan todo. Sus pobladores viven en franca pobreza y, por ello, ``nuestro desafío será el de aminorar las desigualdades entre los diferentes estratos de la población y dotar de mínimos de bienestar a las comunidades que tradicionalmente han sido marginadas del progreso''.
Después del acto en esta capital, el presidente Ernesto Zedillo y el gobernador Aguirre Rivero se trasladaron en helicóptero al ejido Las Vigas, municipio de San Marcos, donde se firmó la Alianza para el Campo del Estado de Guerrero.
Mediante ese convenio se invertirán este año 62 millones de pesos en diversos programas productivos del estado.
``Que nadie se quede fuera de los programas -encargó Zedillo al gobierno del estado-, no hagamos distingos de partido. Estos recursos son de la nación y todos tienen derecho a participar en su utilización''.