En las mesas, encuentro de las izquierdas de ayer y hoy ante convidados de piedra
Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 24 de marzo Espejo para la izquierda realmente existente, la que es y la que fue, la reunión convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y organizada por las comisiones de Concordia y Pacificación y Nacional de Intermediación ofrece una radiografía muy plural.
Escritores, políticos, dirigentes sociales, académicos, artistas, grupos civiles de las distintas posturas llamadas progresistas, se reúnen para una expresión común que reúne al Movimiento Proletario Independiente y al Partido de la Revolución Democrática, al PRT y el otro PRT, que ya se disolvió, a Cuauhtémoc Cárdenas, Bernardo Bátiz, Andrés Manuel López Obrador, Carlos Monsiváis, Sergio Pitol, Vlady, Víctor Flores Olea, Enrique Krauze (por escrito), Alejandro Nadal, Sergio Zermeño, Cristina Laurell, Paco Ignacio Taibo II, Manuel Nava Calvillo, Federico Campbell, Jaime Reyes, Adolfo Gilly, Adolfo Aguilar Zínser, Leopoldo de Gyves, el Frente Auténtico Francisco Villa, los sindicatos independientes de la Universidad Autónoma Metropolitana y de La Jornada, Alianza Cívica, ex petroleros de Minatitlán. Un denso muestrario, no en todo convergente, y en ocasiones conteniendo personalidades, organizaciones y concepciones que parecen (o parecían) irreconciliables.
El rango de interlocuciones en juego incluyó un minuto de silencio por los muertos del municipio Nicolás Ruiz, Colosio.Adriana López Monjardin lo pidió en los siguientes términos: ``Hoy que se cumple dos años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, un crimen de Estado que ni el PRI ni el PAN han mostrado compromiso suficiente para esclarecerlo, pedimos un minuto de silencio como prueba de respeto y un breve espacio de reflexión sobre la esperanza de justicia y democracia en México''.
En los distintos grupos de trabajo de la mesa dos, la delegación gubernamental debió enfrentar los cuestionamientos de Samuel I. del Villar o la ponencia rapeada de Guillermo Briseño, recibida con azoro o irritación, mientras otros asesores del EZLN batían las palmas como en los tiempos de Estrellas Toficos y Briseño percutía sobre la mesa con el mismo entusiasmo que pone al aporrear su piano.
Así como la ponencia para sordomudos de Jesusa Rodríguez causó hilaridad, las denuncias que cada noche se presentan ante la prensa son de sobrecoger el corazón.
Se dice que ha faltado un contenido más propositivo en las ponencias. Eso lo dicen políticos y académicos que esperan de ésta y otras experiencias presentes, la elaboración de un nuevo proyecto nacional. Nomás.
Los convidados de piedra
Aquí se tiene una sensación como del ``mundo del revés''. Toda la maquinaria militar y policiaca tiene sus goznes girando en el intento de estrangular al EZLN y los cuentos de comunidades, en ocasiones municipios enteros, que simpatizan o son de plano zapatistas. Mientras tanto, el mismo gobierno, en su rostro civil, negocia con el EZLN y escucha los cuentos de invitados y asesores del grupo rebelde. No dialoga con ellos, pero asegura atenderlos con interés.
Y si bien la delegación gubernamental se excusó por no haber traído asesores porque sus intelectuales están ocupados en otros foros (es de suponer que más importantes), ha tenido el privilegio de ser auditorio de importantes figuras de la izquierda intelectual, política y social, convocados por los indígenas asediados y amenazados del Ejército Zapatista.
Ojalá se hayan grabado bien lo que aquí se dice, porque sería bueno que transmitieran con fidelidad a sus superiores el contenido de esta Mesa de Democracia y Justicia.
Octavio Rodríguez Araujo confiesa que aprovechó la oportunidad para refrescarles algunos conocimientos a ex alumnos suyos que pudo reconocer en la por otro lado exigua delegación oficial.
El comandante Tacho, siguiendo con su metáfora de las piedras que aplicó a la otra parte negociadora en días pasados, expresó al grupo de asesores del EZLN: ``Son piedras que hemos estado marreando para sacarles pedazos que nos sirvan, y con esos pedazos construir la democracia''.
Antonio García de León, que es quien lo cuenta, agrega enseguida: ``Me hizo pensar en las estelas mayas... sacar de las piedras pedazos que nos sirvan''.
Es interesante registrar de qué piedras se trata. Quien designa a los representantes gubernamentales debe tener presente un cierto ``aire de familia'', pues para una de las reuniones de alto nivel más plurales de la izquierda mexicana en varios años, puso del otro lado de la mesa a notorios ex militantes de la propia izquierda mexicana.
Eso de los lados de la mesa también amerita comentarios. El lado gubernamental en los salones luce vacío. Hasta quitaron mejor las sillas. El vaso medio lleno lo pone la asesoría del EZLN. Cuando un invitado de los zapatistas leía todos los hombres de los desaparecidos políticos inscritos por el EZLN en su lista de asesores, quiso el azar que del lado gubernamental estuviera Gustavo Hirales, ex miembro de la Liga 23 de Septiembre, quien pagó años de cárcel en el penal de Topo Chico y conoció a varios de los desaparecidos cuyos nombres escuchaba desde el otro lado de la mesa. Después de la guerrilla, militó en la izquierda partidaria, del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) en adelante, para luego ocupar asesoría, y otros cargos en la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Gobernación. El año pasado fue el articulista de periódico que más colaboraciones publicó sobre el zapatismo en El Nacional. Todas en contra.
Cuenta Rosario Ibarra que durante años visitó a Hirales y sus compañeros presos en Topo Chico, por guerrilleros, y que su marido le decía: ``Para qué vas tanto, ya luego no se van a acordar de ti''. Doña Rosario, viuda de Piedra, comenta: ``Visitaba a Gustavo y a los otros, todos los domingos, y hoy ni me saluda''.
Neus Espresate repite una dura expresión que dice haberle escuchado a alguien más. Dice que el mensaje por los zapatistas y sus asesores es: ``Ustedes hablen con sus renegados''.
Porque así son vistos, en público y en privado, por casi todos los asistentes que conocen de antes a los ex izquierdistas de enfrente.
También participa con el gobierno Alan Arias, maestro de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), otrora anarquista y desconstructivista y hoy ideólogo de la Secretaría de Gobernación. Antes los pronunciamientos de Arias hablaban de la desconstrucción del Estado, y hoy se afana en su reconstrucción, para regocijo de Raúl Jardón, que lo conoce de antes.
La trayectoria anterior de Marco Antonio Bernal y Jorge del Valle, cabezas de la delegación gubernamental, es de sobra conocida. Al primero se le asocia, también, con la Liga 23 de Septiembre, y luego con la efervescencia del maoísmo-salinismo. El segundo vino del troskismo radical al reformismo del Consejo Sindical que devino MAP (Movimiento de Acción Popular) y luego PSUM.
No obstante, del Valle y Bernal sólo se asoman a las mesas, llaman a sus colaboradores y les dan indicaciones. El ``operador'' de la sesiones auditivas de la parte gubernamental, Roberto Alvarado, fue miembro del Consejo Sindical y fundador del Sindicato de Personal Académico de la UNAM, y desde entonces ha seguido de cerca los pasos de Jorge del Valle.
Otra historia es la de Uriel Jarquin, cercano a su vez a Eraclio Zepeda, su mentor desde cuando militaban en el Partido Comunista; Jarquin es hoy subsecretario de Gobierno de Chiapas y miembro permanente de la delegación gubernamental. Ante la izquierda reunida en San Cristóbal y San Andrés, su posición es un tanto incómoda, ya que funge como uno de los responsables de la Policía de Seguridad, que en estos días (y antes) ha desempeñado un triste papel: ultimar campesinos en condiciones, por decir lo menos, confusas.
Ahora les toca escuchar, a los enviados gubernamentales, críticas, análisis, denuncias que ponen en unánime entredicho las políticas del gobierno federal y estatal. El estudioso chiapaneco Juan González Esponda pide la desaparición de poderes en el estado, Luis Javier Garrido propone la renuncia de Ernesto Zedillo, y los enviados oficiales toman nota.
Al concluir la jornada de hoy, el comandante Joel lee un comunicado del EZLN, que es también un mensaje a sus asesores: ``Queríamos enseñarles a todos que estamos sentados a la mesa con un grupo en el poder muy peligroso''.
``Queremos dejar claro'' agrega que esta mesa es sólo un espacio que tenemos que construir en todo el país. Los hombres del poder están siempre en actitud de destruir y desbaratar. Su silencio es un lenguaje de soledad y guerra''.
Y ofrece un primer balance de este encuentro: ``Nuestra arma es la memoria y la palabra, y aquí hemos logrado que muchos pensamientos se sienten a dialogar y a entender dos cosas importantes que queríamos que nuestros asesores e invitados vieran con sus propios ojos. Primero, que cuando hemos denunciado la cerrazón del gobierno no estábamos faltando a la verdad. Segundo, que vieran con sus ojos que la guerra no la empezamos nosotros, la empezó el gobierno desde hace muchos años, y que no acabó el 12 de enero de 1994''.
Dicho de otra manera, cómo experimentaron, por ejemplo Víctor Flores Olea, Néstor de Buen, Arturo Alcalde o Sergio Pitol la denuncia en carne viva de los agraviados de Nicolás Ruiz?Vista desde Chiapas, la realidad nacional adquiere tonalidades y precisiones que para muchos todavía pasan desapercibidas, pero existen.