Julieta Fierro
Agua en otros mundos

Los astrónomos buscan desde hace años manifestaciones de vida extraterrestres; calculan probabilidades de su existencia, posibles métodos de comunicación, además de ubicar sitios donde se pudiera desarrollar: planetas con agua. Finalmente parece que han tenido éxito, se han descubierto varios planetas, relativamente cercanos, que parecen estar en ``la zona del agua'', es decir a una distancia tal de su estrella que esta sustancia esté en forma líquida. Son tres los nuevos mundos descubiertos.

El primer planeta circunda a la estrella 51 del Pegaso, está a 5 millones de kilómetros de su sol --en comparación la Tierra está a 150 millones de kilómetros del suyo-- por lo que allá la temperatura superficial es de mil 300 oC. Un segundo planeta está asociado a 47 de la Osa Mayor, es dos veces más grande que Júpiter. Su composición química es similar al Sol y al resto de las estrellas y grandes planetas: contiene hidrógeno, metano y amoniaco. La distancia que lo separa de su estrella es el doble de la distancia entre la Tierra y el Sol. El tercero, asociado a la estrella 70 de la Virgen, es un planeta seis veces más masivo que Júpiter, un mundo gigantesco de gas que está a 72 millones de kilómetros de su sol.

Lo interesante de estos descubrimientos es comprobar que se forman planetas a distancias de sus estrellas tales que la temperatura sería cómoda para la vida. De existir seres vivientes en los planetas, que por cierto todavía no tienen nombres oficiales, vivirían suspendidos en las atmósferas de continuos torbellinos y vientos huracanados. Los nuevos planetas podrían tener satélites, recordemos que Júpiter tiene 17, con superficies sólidas y condiciones propias para una vida más parecida a la nuestra.

Uno de estos mundos, extra sistema solar, el de la estrella 47 de la Osa Mayor, está tan sólo a 35 años luz de distancia de la Tierra. Una señal radiofónica tarda 35 años en llegar allá y si hubiera algún tipo de civilización equivalente a la nuestra, capaz y sobre todo interesada en contestar, en 35 años más recibiríamos la primera respuesta.

Estos planetas y otros en sistemas planetarios de otras estrellas son muy difíciles de observar porque solamente reflejan unas cuantas mil millonésimas de la luz de la estrella en torno a la cual se trasladan. Se descubren de hecho por los efectos gravitacionales que tienen sobre la estrella y no por su luz. No se pueden ver directamente y aun así, se determinan su masa, su periodo de traslación, velocidad y distancia analizando los espectros (la luz que emiten descompuesta en sus colores). Para esto se requieren además de las observaciones de telescopio, varios días de análisis de datos con ayuda de supercomputadoras. Encontrar otros mundos fuera del sistema solar implica que puede haber cientos de miles de sistemas planetarios, incluidos satélites, anillos, asteroides y cometas y también como muchos desean, vida extraterrestre.