Enfrentamiento entre policías y manifestantes en Bolivia; un muerto

Afp, Ap, Efe, Reuter y Pl, La Paz, 25 de marzo Un muerto y tres heridos fue el saldo de un violento enfrentamiento entre manifestantes y policías al cumplirse hoy el octavo día de una huelga general indefinida por mejoras salariales y contra la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), cuyos trabajadores se sumaron este lunes a la medida de fuerza.

Por lo pronto, el gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no descartó la imposición del estado de sitio, y advirtió que los dirigentes sindicales podrían ser procesados judicialmente.

La muerte del comerciante Rosendo Mamani, quien según sus familiares ni siquiera participaba en la manifestación pacífica, despertó la solidaridad de los habitantes del barrio El Tejar, quienes salieron a enfrentarse con agentes policiales. Los vecinos escondieron algunas horas el cadáver de Mamani, el cual fue recuperado posteriormente por la policía.

El secretario ejecutivo de la Federación Rural de Maestros, Fred Núñez, informó que en esa zona la policía intentó dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos. Mamani murió en el acto, cuando agentes le dispararon a quemarropa con balas de goma que le impactaron el corazón.

El dirigente del sindicato de maestros, Modesto Quisbert, advirtió que la muerte de Mamani obliga a radicalizar las protestas. Añadió que tres maestros resultaron heridos y la policía arrestó a diez profesores rurales.

Mientras, la Central Obrera Boliviana (COB), deploró la muerte del comerciante, quien era su afiliado, y denunció la violenta represión policiaca no sólo en La Paz, sino en Oruro y Cochabamba. Hoy se unieron a la huelga trabajadores universitarios, jubilados y más de cinco mil petroleros, quienes han amenazado con cortar el abasto de gas doméstico y el suministro de gas natural a Argentina.

El dirigente petrolero David Cutard aseguró que los sindicalistas impedirán a las fuerzas militares controlar los predios petroleros, aunque desde el viernes la mayor parte están tomados. Mientras, los sindicatos campesinos anunciaron que mañana iniciarán una campaña de bloqueo de caminos y una marcha hacia La Paz para provocar desabasto en diversas regiones. Líderes del magisterio boliviano, en huelga desde hace una semana, se sumaron hoy a la huelga de hambre convocada hace 15 días por la COB, la cual cumplen ahora más de 500 sindicalistas.

El ministro de Gobierno, Carlos Sánchez Berzaín, advirtió que, si no suspenden sus medidas de presión, los dirigentes sindicales podrían ser sometidos a procesos judiciales por instar al desorden y la desobediencia civil, y autoridades citadas por Ap subrayaron que si el clima de ``agitación social'' continúa, no tendrán más remedio que dictar un estado de sitio como el del año pasado, el cual se prolongó seis meses.

El gobierno ha intentado sin éxito lograr un consenso en torno a la privatización de YPFB mediante contactos extraoficiales con la COB, que la central interrumpió a principios de marzo. El último intento fracasó la noche del domingo, pese a que la Iglesia católica llamó a retomar las negociaciones, y aunque Sánchez de Lozada propuso este lunes a los sindicatos retomar el diálogo a cambio de suspender todas las medidas de presión impuestas hasta ahora.

El líder de la COB, Oscar Salas, desestimó el pedido y declaró que los sindicatos temen que el gobierno haya preparado una intervención policial contra los huelguistas y una represión generalizada tras la probable declaración del estado de sitio.

En tanto, el ministro de Defensa, Jorge Otasevic, descartó rumores de una posible crisis militar desestabilizadora, desatados el sábado tras una insólita pelea pública entre militares y policías. Rechazó que al interior de las fuerzas armadas haya intenciones de desestabilizar el gobierno de Lozada, y atribuyó la refriega a la tradicional rivalidad entre militares y policías.

El FMI anunció la concesión de un préstamo para Bolivia de 49 millones de dólares, con objeto de estabilizar económicamente al país e incentivar las privatizaciones.