No es por casualidad la capacidad de respuesta de las economías de AL
Agencias, Buenos Aires, 26 de marzo El secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz admitió hoy, en la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que la crisis financiera originada en la devaluación del peso en diciembre de 1994 provocó que los enemigos de las reformas económicas neoliberales presionaran para que se diera marcha atrás.
Sin embargo, fue precisamente porque se perseveró en la aplicación de ``políticas responsables'' y se mantuvo el rumbo de las reformas que no se materializaron los escenarios catastróficos que al inicio de la crisis se preveían para la región, aseguró Ortiz Martínez, quien señaló que la capacidad de respuesta de las economías latinoamericanas no es fruto de la casualidad, sino de ``los logros derivados de los procesos de cambio estructural, que reafirman nuestra convicción de continuar con ellos y profundizarlos''.
Señaló que una de las lecciones más importantes que trajo consigo la reciente experiencia mexicana, es que ``la corrección tardía de los desequilibrios internos resulta muy costosa por la magnitud y rapidez de los movimientos de capital''. En su mensaje a la 37 Asamblea Anual del BID, Ortiz indicó que ``se hizo patente la vulnerabilidad de nuestras economías cuando dependen excesivamente del ahorro externo''.
``Por esta razón, es claro que el camino a seguir deberá concentrarse en el fortalecimiento del ahorro interno, complementado con acciones que apoyen la inversión extranjera directa en proyectos productivos''. Aseguró que ``nuestra aspiración es satisfacer las justas demandas de mayores niveles de bienestar para nuestros pueblos''.
Los gobernadores latinoamericanos y caribeños del BID exhortaron a renovar la apuesta por las reformas que tienden a liberalizar la economía. Admitieron, sin embargo, los costos sociales de los programas de ajuste y modernización del Estado, pero coincidieron en que los gobiernos ``quemaron sus naves y no tienen retroceso''.
No obstante, la 37 Asamblea del BID oyó un conjunto de severas advertencias de los representantes de la Unión Europea y Japón, en el sentido de que los cambios económicos deben ir acompañados de otros sacrificios. Los gobernadores de los países más desarrollados instaron a establecer sistemas impositivos más equitativos, a incrementar el ahorro interno, a fomentar la industrialización con la mirada puesta en las exportaciones y a controlar los capitales especulativos.
En su intervención Ortiz señaló que los costos que la crisis trajo consigo en términos de bienestar de la población ``han sido considerables''. Precisó que el año pasado el PIB presentó una disminución de 6.9 por ciento, ``contracción no observada desde 1932''. El desempleo llegó a ``niveles históricamente elevados'' y la inflación, que se había reducido a tasas de un dígito, ``pasó a niveles superiores al 50 por ciento''.
Indicó que ``no obstante lo anterior'', se corrigieron los desequilibrios que detonaron la crisis. ``Se revirtieron las cuentas externas, sobre todo por el vigoroso incremento de las exportaciones, se refinanciaron las cuantiosas obligaciones de corto plazo, mejorando sustancialmente el perfil de la deuda pública y se instrumentó una estrategia integral de saneamiento del sector de la economía para afianzar una base sólida de crecimiento sostenible en el mediano plazo. ``El consumo interno tendrá un incremento gradual'', indicó.
Ortiz aseguró que se inducirá una mayor capitalización de los bancos a través de los actuales o de nuevos accionistas, ``y avanzaremos en las reformas que permitan mejorar la regulación y supervisión bancaria''. Reconoció que la actual estrategia económica para lograr la expansión sostenida de la producción y el empleo ``sólo podrá lograrse aumentando la tasa de ahorro interno y elevando la eficiencia del aparato productivo. Estos son los mayores retos que como nación enfrentaremos los mexicanos en los próximos años''.
En ese sentido, Ortiz indicó que ``una de las reformas de mayor trascendencia es la del sistema de pensiones, que busca impulsar el ahorro interno de largo plazo y ofrecer beneficios a los pensionados acorde con sus aportaciones''. Agregó que el otro gran reto que enfrenta México es el de ``diseñar políticas que disminuyan de manera efectiva los importantes rezagos sociales. Una nueva política capaz de conciliar ideologías y articular los esfuerzos de todos los grupos sociales.