La Jornada 27 de marzo de 1996

Constaté que en Chiapas hay un ``régimen de terror'': Stone

Jaime Avilés, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 26 de marzo ``He podido constatar que en Chiapas existe un régimen de terror'', dijo este mediodía el cineasta Oliver Stone, en algún lugar de la Selva Lacandona, en donde el subcomandante Marcos advirtió por su parte que ``el choque militar'' entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Ejército Mexicano ``puede ocurrir en cualquier momento''.

Después de una reunión privada con el vocero de los indígenas rebeldes del sureste, Stone dijo que analizó con Marcos el clima político prevaleciente en Chiapas, y que tanto él como el grupo de activistas pro derechos humanos que lo acompaña, se percataron de que "la situación es extremadamente represiva''.

Stone insistió en que las causas de los zapatistas son justas y por ello, afirmó, ``es necesario buscar una salida pacífica a los reclamos de los indios''. En consecuencia, el realizador anunció que hará ``un llamado al gobierno de Estados Unidos, para que cese la asesoría militar que está dando al Ejército Mexicano contra los zapatistas''.

Bañado en sudor, pero dominando su alergia a las plantas, Stone aseguró que vendrá a México, ``cuantas veces sea indispensable, para apoyar los reclamos de tierra, paz y justicia'' del EZLN, hoy acosado por ``un régimen de terror, en el que imperan las guardias blancas''.

A una pregunta de este enviado, en el sentido de si una ofensiva militar contra los zapatistas podría tener repercusiones negativas en los planes reeleccionistas de Bill Clinton, Stone dijo:

``Si hubiese un reinicio de hostilidades, creo que no tendría mucho impacto en la campaña electoral de Estados Unidos, porque los dos partidos, el Demócrata y el Republicano, lo aprobarían. Sin embargo, confío en que si Clinton se reelige, la opinión pública podría presionarlo para adoptar una política distinta ante la situación de Chiapas''.

¿Choque inminente?

Marcos había escuchado atento, con los ojos brillantes, de buen humor y derritiéndose de sudor bajo el pasamontañas, las respuestas de Stone sintetizadas en los párrafos anteriores, aunque por momentos se veía medio apenado porque era visible que los periodistas manifestaban mucho mayor interés por él.

``A nombre del EZLN y sobre todo de las comunidades indígenas'', Marcos denunció que ``hay una grave presión del Ejército federal'', en una circunstancia en que las bases de apoyo del zapatismo ``esperan una hambruna muy fuerte''.

En cuanto a la visita de Oliver Stone, el subcomandante informó que ``le hemos pedido que utilice su autoridad moral para que se dirija al gobierno y a la sociedad mexicana y les pida que ayuden para que las comunidades puedan cumplir con el ciclo agrícola de este año''.

Cuando un reportero le preguntó si, en caso de ser atacados, los zapatistas volverían a replegarse ``para seguir manteniendo la paz'', Marcos se encogió de hombros y dijo con toda seriedad antes que se le ocurriera una broma:

``Ya no podemos replegarnos más... Mira, ponle así: si nos atacan, para replegarnos y seguir manteniendo la paz en México, vamos a invadir Guatemala''.

Una reportera, entonces, le solicitó que explicara por qué temen los zapatistas una nueva escalada gubernamental mientras prosigue el diálogo con el gobierno, ante lo cual Marcos habló de los recientes asesinatos de campesinos ``en todo el estado'', los patrullajes aéreos y terrestres, ``los vuelos rasantes de helicópteros militares'' y los espías que a menudo ``llegan disfrazados de periodistas''.

Después de recordar que ``la traición del 9 de febrero se dio cuando estábamos hablando con Esteban Moctezuma'', el vocero de los rebeldes reiteró que ``el gobierno prepara una nueva ofensiva, aprovechando el periodo de secas''.

Agregó: ``El gobierno cree que nos puede acabar en seis horas, o cuando mucho en tres días, si le sale mal. Pero nosotros decimos que si les sale bien, se van a tardar tres siglos'', dijo Marcos, antes de concluir:

``En cambio, si continúa el diálogo de acuerdo con el calendario que se tiene, podríamos estar firmando la paz en febrero de 1997''.