Aumentará el BID préstamos al sector privado y a países pobres
Agencias, Buenos Aires, 27 de marzo La 37 Asamblea Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concluyó hoy con el propósito de aumentar los préstamos al sector privado, fortalecer las líneas de créditos concesionales para los países más pobres y restablecer el antiguo reparto proporcional crediticio del organismo.
Resolvió asimismo estudiar el aumento del capital de la Corporación Interamericana de Inversión (CII), que por primera vez dio ganancias, especialmente para atender las necesidades de financiamiento de las pequeñas y medianas empresas. También se acordó ``flexibilizar'' las normas para la aprobación de créditos del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), igualmente destinado a la iniciativa privada.
El Comité de Gobernadores del BID que preside el ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, recibió esos mandatos junto con el de fortalecer las alicaídas arcas del Fondo de Operaciones Especiales (FOE), que otorga créditos concesionales a los cinco países más pobres de América Latina.
Asimismo, se puso en marcha el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria, al que se prevé dotar de 200 millones de dólares para investigación y desarrollo con las aportaciones de 18 países que hasta el momento comprometieron 50 millones de dólares.
Los delegados de los 46 Estados miembros del BID acordaron realizar la reunión de 1997 en la ciudad española de Barcelona.
En su discurso de clausura, el presidente del organismo, Enrique Iglesias, indicó que ``América Latina no crece económicamente lo suficiente'', y estimó que sin una meta de 5 o 6 por ciento anual no se podrá enfrentar la pobreza y el desempleo regionales. Aunque la región no sufrió con la devaluación mexicana de diciembre de 1994 una crisis similar a la de la deuda de 1982, debe estar atenta ante los desafíos pendientes, aprovechando lo bueno que se hizo y avanzando en lo que resta por hacer, indicó.
Por su parte, Domingo Cavallo afirmó que el modelo de apertura económica en práctica en la mayoría de los países latinoamericanos no tiene posibilidad de alterar su rumbo. ``La crisis de 1995 nos tomó un poco de sorpresa, pero va quedando atrás y no hay camino de retorno de la política de apertura económica'', aseguró.
En conferencia de prensa, Iglesias declaró posteriormente que la posibilidad de nuevas turbulencias financieras parecidas a la mexicana o argentina no está descartada. Sin embargo, advirtió que tanto México como Buenos Aires han empezado a adoptar previsiones de carácter fiscalizador en sus sistemas financieros para prever fuertes movimientos de los capitales especulativos.