Capturan al presunto cuarto homicida de Paulina Rayeck
Ricardo Olayo El cuarto homicida de la joven Paulina Rayeck Penhos fue detenido ayer y enviado al Reclusorio Norte, confeso de haber participado en los hechos. En sus declaraciones ante la prensa, Pablo Romero, El Romerito, señaló como los autores materiales a Alejandro Roblez Vázquez, El Hongo, y a Juan Carlos Rosas García, El Mota.
Para la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal el caso está cerrado, según indicó Jorge Peña Sandoval, quien es el fiscal especial de homicidios de la dependencia.
El Romerito reveló que dos de los cuatro delincuentes llevaban pistolas y el resto armas blancas, además de que se fijaron en Paulina porque llevaba varias alhajas.
En tanto, la juez 40 penal, Sara Patricia Orea Ochoa, dictó el auto de formal prisión a Juan Carlos Rosas García, El Mota, y José Luis León Hernández, alias El Avestruz, por las pruebas periciales que los inculpan.
Respecto a la cuarta detención, el subprocurador de Averiguaciones Previas, José Elías Romero Apis, dijo que la captura se realizó en Iztapalapa.
Las investigaciones indicaron que los sujetos se escondían en cuevas del Panteón Dolores --cerca de su casa--, luego de cometer ilícitos. En otras ocasiones se refugiaban en Cuajimalpa, y tras hacer el rastreo identificaron la casa de un hermano de El Romerito en Iztapalapa, donde realizaron la captura en cumplimiento de uan orden de aprehensión.
El Romerito tiene dos órdenes de reaprehensión de los jueces 62 y 43 por los delitos de robo calificado y amenazas.
Ante los reporteros dijo que actúan en la zona de Observatorio, Tacubaya y el Bosque de Chapultepec.
--Nomás les quito sus pertenencias --dijo cuando se le cuestionó sobre la forma en que roba. Afirmó que conoce a los otros tres detenidos, pero dijo que los responsables son El Hongo y El Mota.
Declaró que Paulina ``iba rayada'', es decir, que llevaba muchas alhajas que les parecieron llamativas. El dijo que no sabía los motivos por los que la llevaron al parque denominado Rosario Castellanos --cerca de Los Pinos--, donde intentaron violarla y luego la mataron de ocho puñaladas.
--¿Por qué no lo impediste? --se le preguntó.
--Porque se me podía voltear a mí, porque iban armados los otros --respondió en referencia a sus cómplices.
--Pero tú llevabas una pistola.
--Sí --respondió tímidamente.