La Jornada 31 de marzo de 1996

Hasta ahora se descarta la responsabilidad del ex presidente del TSJDF, Saturnino Agüero

Ricardo Olayo La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) tiene identificados a dos de los presuntos responsables del crimen del ex magistrado Abraham Polo Uscanga, a partir de las hipótesis que aún se investigan a fondo: Ruta 100 y la vida personal de Polo Uscanga, en las que podría estar vinculado el chofer del ex magistrado, Armando Cuauhtémoc del Río Aguilar.

El velador del edificio ubicado en Insurgentes 300 recibe protección de la Procuraduría, luego que habría reconocido en fotografía a los dos sujetos, según información obtenida de la investigación. A nueves meses del homicidio de Polo Uscanga, nada se ha revelado sobre el móvil.

Desde el primer momento la averiguación previa 7/4807/95-06 inició con una escena del crimen alterada por las más de 50 personas que entraron a la oficina de Polo Uscanga. Los responsables de la investigación consideran que huellas y pistas importantes se perdieron en ese mismo momento.

A ello se suma la dificultad pericial para rastrear la ruta que siguió el arma utilizada, un revólver Taurus calibre 38 que se encontró bajo el cuerpo del ex magistrado, libre de huellas dactilares y con el número de serie borrado.

Los sujetos que fueron vistos en el edificio de Insurgentes 300 están identificados en fotografías. Uno de ellos mencionado como ``el de la camisa roja'', es alto corpulento, tiene el cabello crespo y su rostro es redondo y moreno. El otro es de menor estatura y el color de su cabello es castaño oscuro, de acuerdo con la descripción de quienes han tenido acceso al expediente; ambos aparecen con gafetes en una reunión y, según se indicó, son buscados en 10 estados del país.

Como parte de la investigación de la vida personal de Polo Uscanga, el jueves pasado el MP citó a declarar a tres personas que conocieron las relaciones que sostuvo el ex magistrado fuera de su matrimonio.

Al principio la PGJDF trató de mantener en silencio esta hipótesis, pero por su complejidad y los lazos diversos que abarca, las autoridades han continuado las indagatorias en los lugares que frecuentaba Polo Uscanga, incluidos centros nocturnos, y para ello comisionó en forma permanente a agentes judiciales.

Respecto a la línea de investigación sobre Ruta 100, se aseguró que es una de las que más avances ha tenido y tiene mayor solidez, sin que se revelen más detalles. En febrero pasado fueron citados a declarar asesores y trabajadores del Sutaur 100 que han sido cuestionados en forma insistente sobre su vínculo con el Movimiento Proletario Independiente (MPI).

En forma paralela se investiga a Armando Cuauhtémoc del Río Aguilar, chofer del ex magistrado, quien siempre ha despertado sospechas a la procuraduría y lo ha interrogado en varias ocasiones por la certeza de que sabe más de la vida de Polo Uscanga. Del Río fue herido de bala en una pierna a las afueras de su domicilio tres meses después del crimen, pero oficialmente esa agresión no tiene vínculo con la muerte del ex magistrado.

Las otras líneas han quedado sin fuerza, aunque no se han cerrado por una estrategia de investigación. Hasta ahora se da por descartada la responsabilidad de Saturnino Agüero Aguirre, ex presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) y quien presionó al magistrado para cambiar una resolución en el caso de la aprehensión de los dirigentes sindicales de Ruta 100.

Incluso Tristán Sánchez Canales, compañero de sala de Polo Uscanga y actualmente visitador de la PGR, en sus declaraciones se mostró extrañado al recibir la carta en que Polo señala a Agüero como responsable de su integridad física, porque, según manifestó, tuvo diferencias con Polo Uscanga no sólo durante su desempeño como magistrado sino también previamente cuando éste fue subprocurador de Averiguaciones en la PGJDF.

Respecto a la investigación que se dirigió a los estados de México, Veracruz, Chiapas y Michoacán, el mayor énfasis se puso en los familiares y amistades de Polo sin que se encontraran pistas sólidas del móvil. Por último, sobre la posibilidad de un suicidio acordado, se informó que ésta línea tuvo uno de sus fundamentos en las cartas que dejó y las llamadas efectuadas a familiares y amigos, pero que con la presunta identificación de los homicidas pierde validez.