La Jornada 1 de abril de 1996

La mayoría quiere cambios políticos y económicos, pero poco a poco: IFE

Mireya Cuéllar /II y última Los mexicanos le temen a los cambios bruscos, aunque están deseosos de que la situación general del país se transforme. Según una encuesta elaborada por el Instituto Federal Electoral (IFE), en coordinación con el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, 80 por ciento de los mexicanos considera que la situación política debe cambiar pero ``poco a poco''; 18 por ciento piensa que el cambio debe ser ``mucho y muy rápido'' y el 0.1 opina que las cosas deben seguir como están.

Aplicada en febrero de este año, la encuesta revela que en materia económica los mexicanos son incluso más cautelosos que en aspectos políticos. El 84 por ciento quiere cambios en la economía pero ``poco a poco''; un 14 por ciento ``mucho más rápido'' y el 0.3 por ciento piensa que las cosas no deben cambiar.

El análisis revela que al cambio se le asocia con una ``percepción negativa de la situación del país''. Aunque se desea un cambio, no se quiere que éste sea brusco, ``ya que posiblemente se perciba como un riesgo mayor, tendente a empeorar la situación. La mayoría de los entrevistados desea transformaciones, pero graduales, tanto en política como en economía''.

El 68 de los ciudadanos considera que la situación del país está peor que el año pasado; 21 por ciento compuesto por personas de más de 50 años y con mayores ingresos cree que está mejor y 10 por ciento opina que está igual.

El Consejo General del IFE aprobó en septiembre pasado realizar la encuesta para conocer las opiniones del mexicano común sobre la reforma electoral y sus valores sobre democracia, política, el cambio y las elecciones.

La encuesta, aplicada a una muestra de tres mil 505 ciudadanos inscritos en el padrón electoral, reveló que 75 por ciento piensa que para solucionar la crisis económica es necesario resolver primero los problemas políticos, mientras que sólo un 19 por ciento manifestó lo contrario.

Los resultados de la encuesta se entregaron a los miembros del Consejo General del IFE el viernes pasado. Las estadísticas reflejan la poca credibilidad de las instituciones, entre ellas el gobierno y los partidos.

En el tercer capítulo del cuaderno de resultados, donde se abordan los temas de la política y el cambio, los especialistas que realizarón la encuesta señalan: ``El predominio de un estilo de practicar la política, que durante décadas definió rutinas de comportamiento escamente vinculadas con el pluralismo y la organización independiente de diversos sectores, consolidó un universo de valores, juicios y expectativas no fácilmente desarticulables''.

Tanto en la sociedad como en las instituciones y organizaciones políticas ``es posible detectar aún rasgos de una cultura política en donde la desinformación (las personas desconocen, por ejemplo, los órganos electorales; un 40 por ciento de los encuestados no saben qué es el IFE), la indiferencia (un 22 por ciento de los mexicanos prefiere no hablar de política) y el providencialismo se niegan a desaparecer del todo. Ello ha causado la inhibición de los juicios políticos y la dificultad para expresarlos''.

Para ejemplificar el providencialismo de una parte importante de la sociedad mexicana, los especialistas retomaron de la Encuesta nacional de valores hecha en 1994 la pregunta: ''Por qué existen pobres?'' Siete por ciento de los entrevistados respondió que ``es la voluntad de Dios''; 23 por ciento lo atribuyó a que siempre han existido pobres y ricos y un seis por ciento a que los pobres ``han tenido mala suerte''.

En la encuesta del IFE y la UNAM se hicieron pruebas preliminares de léxico y encontraron que la palabra ``política'' se asocia en México con ``organización, mejoras e intereses públicos'', pero también con ``problemas, mentiras y corrupción''.

Destaca que hay una valoración positiva sobre la actividad política en general, pero la percepción se torna negativa cuando la referencia es a ``las formas habituales de hacer politica''.

Los mexicanos prefierenhablar de política en casa

Una parte importante de los entrevistados habla de política principalmente en su casa (25 por ciento), en reuniones sociales (20 por ciento) o en el trabajo (20 por ciento). Se habla muy poco de política en la escuela (seis por ciento).

Mientras la población que habla de política suma 78 por ciento, existe un 22 por ciento que no toca el tema.

Así, todo indica que las discusiones sobre política se reducen a los ámbitos de la vida privada. Los hombres, en general, hablan más del tema, sobre todo los jóvenes, así como aquellas personas que tienen mayores niveles de escolaridad. La población masculina que no habla de política representa el 18 por ciento. En cambio, las mujeres que no hablan del tema suman 25 por ciento.

Por otra parte, la población no tiene una idea clara de qué son las llamadas ``organizaciones cívicas''.

Los grupos y asociaciones creados por diversos sectores aún no se han compenetrado con la sociedad en general y no existe una percepción clara de sus propuestas y de su eficacia política.

Sólo ocho por ciento de los encuestados manifestó participar en alguna organización no partidista de ciudadanos, y a la pregunta: ''cómo puede un ciudadano contribuir mejor a la solución de los problemas políticos y sociales de México?'', 71 por ciento de los entrevistados respondió que es mejor actuar dentro de un partido político.

Los especialistas señalan que la distancia entre los ciudadanos y las instituciones, y su exclusión de la toma de decisiones han conducido no sólo a la busqueda y creación de espacios propios, sino también a la no participación en los canales institucionales tradicionales.

Cuando se indagó entre los encuestados sobre los medios más adecuados para ayudar a la solución de problemas comunitarios, el 60 por ciento consideró que presentarse en algún medio de comunicación y reunirse con otras personas (58 por ciento) es más eficaz que acudir a alguna organización (45 por ciento) o quejarse ante las autoridades (45 por ciento).