La Jornada 1 de abril de 1996

TENSION POR MOTINES DE REOS EN BRASIL Y ARGENTINA

Afp, Ap y Efe, Río de Janeiro, 31 de marzo Unos 30 presos amotinados desde el pasado jueves en un penal del estado brasileño de Goiás liberaron hoy a seis de sus 25 rehenes, pero reiteraron que ocurrirá ``una tragedia'' si no obtienen más vehículos y armas de fuego para emprender la fuga.

Entre los rehenes se encuentra el director del Centro Penitenciario de Goiás (Cepaigo), Nicola Limongi Filho, quien imploró por una solución rápida al conflicto. "Podremos asistir al mayor crimen de la historia de Goiás", dijo

``Brasil no necesita otro Carandirú'', gritó Limogi por encima de los muros de la prisión mientras un recluso le apuntaba un revólver contra la nuca, en alusión a la matanza de 111 presos amotinados en un penal de Sao Paulo por parte de la policía militar en 1992.

La policía trató de evitar que se escucharan las palabras del director de la prisión, pero el cabecilla de los amotinados, Leonardo Pareja, disparó al aire para exigir a los agentes que lo escucharan y la dispersión de los francontiradores apostados en los alrededores.

Las autoridades de Goiana, capital de Goiás, habían aceptado entregar tres vehículos, seis revólveres y una suma equivalente a los 20 mil dólares, pero las negociaciones se interrumpieron esta tarde después de que Pareja reclamó autos más veloces que los ofrecidos por la policía y nuevo armamento, y reiteró que ``ocurrirá una tragedia'' si la policía intenta tomar la prisión.

"Los reclusos desean ahora más poder de fuego, armamento ultramoderno. Estos tipos son realmente testarudos", dijo el capitán Jurai Alves de Sousa.

Los amotinados, que inicialmente habían tomado cerca de 30 rehenes, también exigen que todas las carreteras de la región sean despejadas y que la policía se abstenga de cualquier persecución y advirtieron que llevarán un rehén en cada vehículo para garantizar la fuga.

El líder de los amotinados, un joven de 22 años de una familia acomodada de Goiana, se hizo famoso después de que varios canales de televisión transmitieron en directo su fuga, en la que con una joven como rehén burló a la policía de tres estados.

Al parecer, Pareja lidereó la rebelión en forma casual, ya que tras negociar las condiciones de su entrega el año pasado, podrá quedar libre tras cumplir una pena de tres años, en caso de que no sea condenado por otro delito.

La rebelión en demanda de mejores condiciones en la penitenciaría comenzó la mañana del jueves, cuando un grupo de cerca de 40 reclusos armados con hierros afilados y bates tomó como rehenes a unas 40 personas, entre ellas los miembros de una comisión de magistrados, jueces y altos funcionarios públicos que visitaban la prisión, situada en la ciudad de Aparecida.

Tras liberar a las mujeres y ancianos, encerraron a los rehenes restantes en diferentes celdas delante de las cuales colocaron garrafas de gas que amenazaron hacer estallar en caso de que la policía intente tomar el lugar por asalto.

Durante las negociaciones, los prisioneros que no se rebelaron fueron trasladados a un ala vacía del presidio, pero en medio de la confusión entre tres y doce lograron escapar por un túnel, según diferentes versiones de las autoridades.

El Cepaigo fue construido al inicio de la década de los 60 para albergar a 320 presos, pero actualmente aloja a 780 hombres, "con pésimas instalaciones eléctricas y de suministro de agua", según uno de los rehenes liberados.

En otro orden, el Ministerio Público descubrió maniobras por 2 mil millones de dólares en el Instituto de Colonización y Reforma Agraria, basadas en la sobrevalorización de tierras confiscadas en el norte del país, reveló el fiscal José Taques, quien destacó que la cifra es superior al costo del controvertido proyecto de Sistema de Vigilancia de la Amazonia.


Afp, Ansa y Efe, Buenos Aires, 31 de marzo Cientos de reclusos de tres penales de la provincia de Buenos Aires se amotinaron este domingo y tomaron una decena de rehenes, sumándose a los reos de otra cárcel bonaerense que desde el sábado mantienen en su poder a guardiacárceles, tres pastores evangélicos e incluso a una jueza.

Los amotinados exigen la aplicación de la llamada ley dos por uno que reduce a la mitad la reclusión en prisión sin sentencia firme, la flexibilización en las revisiones que sufren sus familiares durante las visitas y la aceleración de procesos judiciales pendientes, entre otras reivindicaciones.

La crisis en el sistema penitenciario de la provincia argentina más importante se agravó la noche de este domingo cuando reclusos del penal 9 de la ciudad de La Plata, 60 kilómetros al sur de esta capital, tomaron una persona como rehén, aunque la rebelión se limita solamente a un pabellón tras la rápida intervención de la policía.

Horas antes, unos 300 reclusos del penal de Azul --a 300 kilómetros de la capital-- se apoderaron de la parte alta del edificio después de recibir la visita de familiares, y tomaron como rehenes a ocho guardias de seguridad, aunque poco después cinco de ellos fueron liberados.

Paralelamente, un grupo de los 3 mil reclusos del presidio de Olmos, el de mayor población carcelaria del país y también a 60 kilómetros de la capital, se apoderó de parte del establecimiento y retiene a dos vigilantes como rehenes.

Los presos de Azul, Olmos y La Plata se sumaron a los del penal de Sierra Chica, donde la revuelta estalló el sábado después de que las autoridades descubrieran e impidieran un plan de fuga, según la versión oficial.

Al ser sorprendidos en plena evasión, los presos regresaron a su pabellones y tomaron como rehenes a diez guardiacárceles y tres pastores evangélicos.

La revuelta generó la adhesión de la mitad de los mil internos, y cuando la jueza María Malere acudió al establecimiento para dialogar con los amotinados, también fue capturada.

Sin embargo, versiones extraoficiales señalaron que uno de los presos habría muerto tras intentar escapar, pero los voceros de Penitenciaría afirmaron que sólo hay un recluso herido, aunque no precisaron las circunstancias.

En todos los casos se mantienen intensas negociaciones entre los líderes de las rebeliones y las máximas autoridades penitenciarias y judiciales, y hasta ahora no se han dado órdenes a la policía para intervenir frente a los motines, que se producen en el contexto de una crisis que afecta al sistema penitenciario argentino, con pabellones superpoblados y deficientes condiciones de alojamiento.

Los amotinados de Azul y Olmos anticiparon que cualquier decisión que adopten tendrá relación directa y dependerá de lo que resuelvan los presos de Sierra Chica.

En otro orden, la Corte Suprema de Justicia de la norteña provincia de Catamarca derogó este domingo la resolución dictada el viernes por un tribunal inferior que prohibió la transmisión televisiva de un juicio por el asesinato de una adolescente en 1990, medida que había originado masivas protestas callejeras en todo el país.

La prohibición había despertado sospechas sobre la imparcialidad del tribunal, ya que uno de los imputados, Guillermo Luque, es hijo de un influyente ex diputado oficialista, mientras los familiares de la joven y las autoridades del colegio católico donde estudiaba sostienen que en el asesinato participaron jóvenes hijos de funcionarios del anterior gobierno provincial peronista que con la ayuda de la policía hicieron desaparecer evidencias clave.